El peso pesado Wallin derrotó a Kauffman en cinco asaltos, atroz robo a Jackson Maríñez en combate contra Rolando Romero
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Mohegan Sun Casino, Uncasville, Estados Unidos.
El respaldo televisado del evento Benavídez-Angulo se inició con la victoria en cinco asaltos del peso pesado sueco Otto Wallin 21(14KO)-1 sobre el fogueado estadounidense Travis Kauffman 32(23KO)-4(3), que fue superado de forma evidente round tras round antes de que una lesión en su brazo izquierdo llevase a la conclusión del combate.
El jab del zurdo Wallin fue firme y contundente, lanzando también eventuales izquierdazos a la vez que mantenía los espacios con un Kauffman que trataba de presionar pero que, estando como siempre en baja forma y siendo el trabajo de su rival muy sólido, veía sus resultados muy reducidos. En ocasiones la pelea llegó brevemente a la distancia corta, donde Wallin repetidas veces recurrió a su ilegal artimaña de aguantar la cabeza de su adversario con una mano mientras golpea con la otra, siendo advertido por ello.
En cualquier caso, siendo la persecución de Kauffman infructuosa y recibiendo tensos directos que movían su cabeza hacia atrás, en el tercer asalto el estadounidense ya dio muestras de cansancio, que fueron a más hasta que en el quinto round lanzó una izquierda que le provocó una lesión en ese brazo, no pudiendo alzarlo. Así, Kauffman, sin que pudiese protegerse completamente, fue blanco de numerosos golpes de poder, decidiendo el tercer hombre acertadamente parar el choque al considerar que estaba recibiendo un castigo peligroso y que no tenía opciones de seguir en la pugna.
En virtud de este triunfo en su primer duelo desde que se enfrentó a Fury, Wallin queda rodado y con la moral alta, afirmándose que en su próximo enfrentamiento podría llegarle un cruce trascendental ante un aspirante de la cumbre contra el que jugarse una oportunidad mundialista a medio-largo plazo.
Pasando a hablar del encuentro de semifondo, el peso ligero estadounidense Rolando Romero 12(10KO)-0 quería dar un golpe en la mesa e irrumpir a lo grande en la cima de la división con una victoria contra el dominicano Jackson Maríñez 19(7KO)-1. Sin embargo, a pesar de que consiguió un triunfo unánime, realmente este puede ser uno de los veredictos más controvertidos del año. Y es que, aunque los jueces dieron 115-113, 116-111 y un 118-110 indefendible e inexcusable (y que tendría que hacer que su responsable fuese suspendido indefinidamente), la mayoría de observadores y aficionados vieron ganar a Maríñez con cierto margen.
Romero salió al ring buscando quebrar a su oponente con golpes de poder precipitados, pero Maríñez era demasiado hábil como para dejarse alcanzar por tales puños, por lo que evitó las manos rivales con buen movimiento de cintura y gran juego de piernas, contragolpeó con claros directos y ganchos zurdos y frenó el ímpetu de su contrincante con un seco jab. Romero estaba mostrando unas enormes brechas técnicas, pero seguía empeñado en buscar de forma poco estudiada y tosca una mano decisiva, perdiendo rounds de forma clara. Con el paso de los asaltos, superada la mitad de la contienda, Maríñez pareció cansarse un poco y en los cruces que se produjeron su efectividad no fue tan alta, de modo que Romero pudo llegar con manos más nítidas. Pero el dominicano consiguió un segundo aire que le permitió volver a superar con elusividad y destreza a su oponente en el último tercio del encuentro.
Por ello, aunque Romero mantuvo su récord invicto y logró la deseada victoria, su valoración realmente ha decrecido tras este combate, evidenciando múltiples defectos técnicos y errores de planteamiento estratégico, todo lo contrario a un Maríñez que, pese a entrar como no favorito, sale de la pugna habiendo dejado una buena imagen, con la que sugiere potencial y futuro en el peso ligero.