Victoria cuestionable de Williamson sobre Scarff y tedioso triunfo de Archie Sharp en el respaldo del Frampton-Traynor
Daniel Pi
@BastionBoxeo
York Hall, Londres, Reino Unido.
Antes de que Carl Frampton y Michael Conlan protagonizasen, respectivamente, el combate estelar y su semifondo, se produjeron dos peleas en las que prospectos con cierto desarrollo y pertenecientes a la compañía de Frank Warren afrontaron nuevos combates, logrando ambos triunfos pero no luciendo en absoluto.
Como se esperaba, el peso superpluma Archie Sharp 19(9KO)-0 derrotó a Jeff Ofori 10(3KO)-3(1)-1, consiguiendo una victoria con puntuación del juez-árbitro excesivamente ajustada de 96-95. Con todo, pese al triunfo, su actuación no fue nada buena, como tampoco lo fue la de su rival, conectando de media cada uno de ellos, según el conteo computerizado, cuatro puños por minuto durante los primeros seis asaltos.
Y es que Sharp se mantuvo dinámico cercano a las cuerdas sin tirar su jab a la vez que Offori le perseguía sin cortar el ring y sin decidirse a ponerle ritmo al combate, de modo que el primero podía escoger el momento para realizar un aislado ataque con directos o contragolpear con el croché y decantar de su lado los rounds. Eventualmente, Offori realizó alguna arremetida llegando con algún hook al torso y en el tramo final intensificó un poco sus acciones, llevando el combate a la distancia corta e impactando hooks, pero la claridad de golpeo y la mayor destreza de Sharp le valieron a éste para salir con el brazo en alto, aunque dejando una muy mala impresión teniendo en cuenta que, como 4º WBO del peso superpluma, está rozando una eliminatoria final.
Por otro lado, no fue sorprendente que el peso superwélter Troy Williamson 15(11KO)-0-1 tuviese una dura pugna contra el muy voluntarioso y competente Harry Scarff 8(1KO)-2, lo que sí pudo resultar inesperado fue que tras ella los jueces le diesen el triunfo al invicto, que pareció ser superado por el deslucido pero eficaz trabajo de su oponente. Las cartulinas fueron de muy excesivo 97-94, de 96-94 y de un más razonable 96-95.
El favorito Williamson tuvo muchos problemas para lanzar con continuidad y en la distancia adecuada sus golpes, puesto que Scarff le presionó hasta llevarle al combate cuerpo a cuerpo y entre agarres le sobrepasó a base de frecuencia y algunos verdaderamente nítidos crochés y hooks. Es cierto que Williamson en ocasiones impactaba los golpes más llamativos del round con bien ejecutados ganchos y rectos, pero estaba visiblemente incomodado por la táctica de su oponente, que con inclinaciones de cintura oportunas y golpeo entre agarres mantenía una eficacia sostenida. Asimismo, incluso cuando Scarff no presionaba, Williamson se encimaba, facilitando que su adversario pugnase en el terreno que le convenía.
En el último tramo, Williamson aprovechó el cansancio de su rival para llegar con más constancia, pero los asaltos siguieron estando igualados por la tenaz réplica de un Scarff que entró al ring dispuesto a luchar por la victoria y que salió de él decepcionado por el hecho de que los jueces no se la diesen.
Como tantas otras veces, en un duelo competido entre un invicto con proyección y un púgil considerado un mero adecuado test, los jueces le dieron el beneficio de la duda al boxeador con mayor proyección y miembro de la promotora organizadora, pero la actuación de Williamson dejó muchísimo que desear, pareciendo que difícilmente está listo para la cumbre británica del peso superwélter, ni que decir tiene para los boxeadores del top 15.