Hearn intentó recortar las bolsas en la eliminatoria IBF Kambosos-Selby y terminará pagando más tras una subasta
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Actualmente los promotores de muchos países se ven obligados a reducir las bolsas de sus boxeadores por el hecho de que, al no poder contar con público, no pueden asumir la misma cantidad de gastos si quieren hacer rentables sus eventos. No obstante, muchos creen que los grandes promotores simplemente están aprovechando la situación para ir más allá de lo lícito.
Sea esto así o no, el hecho es que el australiano invicto George Kambosos Jr. había aceptado viajar hasta Reino Unido para pelear en la región de su oponente, el excampeón mundial Lee Selby, en una eliminatoria IBF del peso ligero para decidir al aspirante obligatorio de este organismo del vencedor del Lomachenko-López. Con todo, tras diversos aplazamientos por el coronavirus y alcanzar una nueva fecha definitiva para el 3 de octubre, el promotor del evento, Eddie Hearn, comunicó a Kambosos que no cobraría la misma cantidad, afirmando diversas fuentes que ganaría un tercio menos de lo acordado.
Ante tal situación, que Kambosos consideraba injusta, ya que seguiría peleando como visitante y se espera que para entonces pueda haber público en los recintos británicos, decidió rechazar el acuerdo previo por haberse producido modificaciones en el contrato e ir a una nueva subasta. Pues bien, tras producirse las pujas Eddie Hearn ganó la subasta con 277.777 dólares (234.000 euros), superando al otro pujante, Lou DiBella, que ofreció una suma de 260.000 dólares (219.000 euros), de modo que Matchroom Boxing retuvo los derechos de organización del combate, pero teniendo que pagar más de lo inicialmente acordado a Kambosos.
Y es que, aunque en principio Kambosos iba a cobrar 150.000 dólares y tras el recorte su bolsa se iba a reducir hasta unos 100.000, finalmente éste ingresará 166.600 dólares, 16.600 más que en la primera bolsa acordada, mientras que Selby ganará también una mejorada cifra de 111.000 dólares.
Ciertamente, lo sucedido en esta disputa difícilmente podrá ser repetido por otros boxeadores, ya que Kambosos se encontraba en una posición en la que la promotora rival no quería perder la organización de la velada y los ingresos que ésta daría con público, por lo que pudo jugar unas cartas que otros no tienen, especialmente habiendo una subasta de por medio. Aun así, hay que destacar la astucia y la valentía de Kambosos que lejos de conformarse con una reducción cuestionable apostó alto y ganó.