Jamel Herring conservó su cinturón mundial WBO superpluma con descalificación de Oquendo
Daniel Pi
@BastionBoxeo
MGM Grand, Las Vegas, Estados Unidos. Campeonato mundial WBO del peso superpluma. Segunda defensa del monarca Herring.
La historia ya la habéis visto y escuchado antes: un campeón mundial estadounidense con grandes planes de futuro y que pelea en Las Vegas logra una victoria ayudado por las cuestionables decisiones del nefasto árbitro Tony Weeks. Pues bien, esto es lo que sucedió una vez más la pasada madrugada en el campeonato mundial WBO del peso superpluma entre el estadounidense Jamel Herring 22(10KO)-2(1) y el retador puertorriqueño Jonathan Oquendo 31(19KO)-7(2), que fue descalificado en el octavo asalto de forma más que cuestionable.
Todo esto no quiere decir que Herring no estuviese imponiéndose en el combate, al contrario. En líneas generales, desde el comienzo hasta apróximadamente la mitad, Herring logró llevarse la mayoría o todos los rounds por su superioridad en precisión y claridad al contragolpe ante un Oquendo que planteó muy mal sus ofensivas. Esto es debido a que se lanzaba precipitado y descontrolado sin aprovechar los momentos en la distancia media, avanzando directamente al cuerpo a cuerpo, donde ambos púgiles terminaban en clinch sin conectar golpes relevantes. De todos modos, el zurdo Herring eventualmente podía alcanzar a su contrincante con jabs, uppercuts de izquierda y crochés diestros, acompañados de empujones evidentes hacia abajo con su mano adelantada que el tercer hombre no quiso ver.
Sea como sea, Herring se estaba imponiendo claramente, logrando además anotarse un knockdown en el tercer round con un gran uppercut de izquierda a la contra. Es cierto que en algunos momentos la pelea estaba embarrada y deslucida, pero el mejor trabajo era de Herring que, eso sí, padeció un corte sobre su ojo derecho en el quinto round por un choque de cabezas. Dado que Oquendo se lanzaba descontrolado al ataque buscando el torso y existía una gran diferencia de altura, estos encontronazos eran habituales, como en tantas otras pugnas, pero el árbitro Tony Weeks, que no había advertido antes al retador por su uso de la cabeza, decidió que el corte había sido provocado por un cabezazo voluntario. El mismo árbitro que a tantos púgiles estadounidenses les ha permitido cabezear deliberadamente mientras miraba hacia otro lado…
En fin, el descuento de un punto que además padeció le había puesto las cosas muy cuesta arriba a Oquendo, pero alcanzada la mitad, Herring comenzó a desgastarse visiblemente. En un principio pudo seguir sacando golpes claros, pero poco a poco comenzó a detenerse, permitiendo su estatismo que Oquendo le llegase con ganchos en corta de forma frecuente y que en las cartulinas de todos los expertos comenzase a capturar rounds. De esa manera, la pelea recuperó interés, puesto que si Herring se seguía desgastando podría haber un final emocionante. Con todo, se encontró una forma para que no se pusiese en peligro al favorito local.
Y es que en el descanso entre el octavo y el noveno round, y sin que hubiese ido a peor su corte ni sangrase tanto como muchísimos otros, la esquina de Herring afirmó que no podía ver y que no podía seguir. Por ello, Weeks decretó la descalificación de Oquendo, ya que según él había sido un cabezazo voluntario el que había causado el corte que impedía seguir a Herring. Para fingir imparcialidad, se podía haber recurrido por lo menos a las tarjetas y a una decisión técnica, que igualmente hubiese dado una amplísima victoria para Herring, dado que de los sesgados jueces sólo uno le había dado un asalto a Oquendo (80-70 doble y un 79-71), aunque este había hecho evidentemente más que eso. Pero, ¿para qué fingir si nadie protesta y la mayoría sólo sigue la corriente de lo que quieren los grandes medios y promotoras?
Como curiosidad se puede mencionar que los highlights de la pelea subidos por Top Rank están patéticamente manipulados, pareciendo que fue inmediatamente después de la brecha cuando se paró la pelea, mientras que también se debe destacar que algunos, intentando neutralizar las protestas, están afirmando que Oquendo fue descalificado por reiteración en los cabezazos y no por el corte, algo completamente falso.
Evidentemente, Oquendo tuvo una mala actuación midiendo pésimamente sus ataques y mostrándose muy ineficaz durante gran parte de la pugna. Sin embargo, no fue excesivamente buena la pelea que ofreció Herring tampoco, ya que aunque se estaba imponiendo, se olvidó de los pasos laterales que le dieron su corona contra Ito y no fue lo suficientemente incisivo para hacerse respetar a la contra, terminando cansado, afirmando muchísimos aficionados y críticos, incluso estadounidenses, que en el octavo round buscó una salida de la pelea con una excusa.
Así, aunque muchos no quedaron nada impresionados por la actuación de Carl Frampton ante Darren Traynor, el hecho es que ahora no tienen nada claro que Herring pueda vencer al británico en el combate que, en teoría, debería tener lugar en noviembre si el corte no lo impide, algo que está por ver.