Thomas Ward y Essomba empataron, triunfos de Kane Baker y Ellie Scotney en los primeros combates de la velada de Matchroom Boxing
Daniel Pi
@BastionBoxeo
East of England Arena, Peterborough, Reino Unido.
La velada de Matchroom Boxing de este sábado ofreció el primer combate de la carrera del peso supergallo británico Thomas Patrick Ward 29(4KO)-0-1 en el que éste no se impuso, ya que, en un muy exigente y disputado choque contra el durísimo Thomas Essomba 10(4KO)-6(1)-1, el combate se saldó con un empate por decisión técnica. Las puntuaciones fueron 88-84 a favor de Ward, de 88-85 a favor de Essomba y de 86-86.
Con su buena precisión y rapidez, Ward usó inicialmente sus rectos para alcanzar desde la larga a su adversario, cuyos contraataques pudo contener en buena parte con su control de los espacios. De todos modos, Essomba iba llegando con potentes crochés aislados de forma crecientemente amenazadora, logrando finalmente en el cuarto round dañar al imbatido con un hook diestro tras una insistente ofensiva. Tratando de responder a estos apuros, Ward erróneamente se mantuvo en la distancia media-corta, posición en la que impactó buenas derechas y crochés zurdos pero en la que terminó recibiendo repetidamente nítidos hooks en descarnados intercambios.
Estando así las cosas, en el séptimo episodio se produjo un choque de cabezas que provocó un terrible corte en la ceja izquierda de Ward, pero el árbitro tuvo una atroz actuación al no parar el choque, aunque esto no fue nada comparado con la ineptitud y negligencia del médico que permitió seguir la pelea un asalto más (en el que Essomba impactó buenos ganchos) hasta que finalmente hizo lo adecuado y, antes del comienzo del noveno episodio, señaló que la pugna no podía seguir.
Dado que Ward estaba al acecho de una eliminatoria mundialista, este resulta un revés a sus aspiraciones, puesto que, más allá del empate, mostró múltiples preocupantes defectos en su boxeo que ponen en duda que esté preparado para la élite del peso supergallo.
Antes del Ward-Essomba se produjo el combate del peso ligero entre los británicos Meshech Speare 5(3KO)-1 y Kane Baker 14(0KO)-7(2), enfrentamiento añadido a la cartelera con muy poco margen de tiempo, que se desarrolló igualado y que terminó con el triunfo a los puntos (inaceptablemente amplio 59-56, juez-árbitro) de Baker.
Con un seco jab, Speare enrojeció pronto el rostro de su adversario, llevándose la mejor parte también con sus golpes de poder en los primeros intercambios, si bien esta pelea más física le dio la oportunidad a Baker de conectar sus mejores manos con desordenados contragolpes y voluntariosas andanadas de puños, incluso entre agarres. Speare estaba en una posición táctica que no le convenía y pareció desgastarse por hooks al torso, pero con sus golpes de poder curvos logró estremecer a Baker tanto al final del cuarto como del quinto asalto. Sin embargo, Speare parecía sobreconfiado por la escasa contundencia de las manos de su adversario, descuidando completamente su defensa en la búsqueda de un golpe que rompiese a Baker, quien por astucia y bagaje supo aprovechar la situación para conectar manos que por su frecuencia y oportunismo decantaron al juez-árbitro.
En cuanto al combate que abrió la velada, éste dejó el exitoso debut profesional de la destacada púgil amateur Ellie Scotney 1(0KO)-0, que ofreció una muy buena actuación para derribar y derrotar a los puntos (juez-árbitro 60-53) a Bec Connolly 3(0KO)-8(2) en un duelo del peso pluma.
Scotney mostró una tremenda solidez técnica, lanzando breves y veloces combinaciones que hicieron diana a la perfección ante una Connolly mucho más lenta y tosca. Así, además de realizar estupendas esquivas de cintura, Scotney conectó crochés, ganchos arriba y abajo y directos que alcanzaron repetidamente en el mentón y en la sien a su adversaria, pero estos golpes no tenían excesiva potencia, debiendo conectar muchos puños nítidos antes de que en el tercer round una combinación de directo enlazado con croché zurdo llevase a la lona a Connolly. Valiente y experimentada, Connolly soportó el mal momento e incluso intentó atacar en los restantes asaltos, pero el buen control de la distancia y la destreza de Scotney siguieron imponiéndose con evidente claridad.