Previa: Gervonta Davis y Santa Cruz se enfrentan en trascendental duelo para su prestigio y su estatus
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Ya casi ha llegado la hora esperada durante tantos años por el estadounidense Gervonta “Tank” Davis 23(22KO)-0 y por el mexicano Leo “Terremoto” Santa Cruz 37(19KO)-1-1, el momento de protagonizar, junto a un adversario de renombre, una mayúscula pelea cabeza de una velada en pago por visión que sellará en buena parte sus destinos tanto en lo deportivo y en lo económico como desde un punto de vista de estatus y prestigio.
Y es que ambos boxeadores no sólo se jugarán ver quién es uno de los mejores púgiles por debajo del peso superligero y la posibilidad de lograr más enormes pugnas de estadio y gigantescas bolsas, dado que también lucharán por un buen puesto en la mayoría de listas libra por libra y por que el nombre del ganador quede asociado a la etiqueta “pago por visión”, que otorga, además de más ingresos, el poder para decidir cuándo, cómo y contra quién combatir para agrandar sus logros.
Por ello, y sumado a que muchos sienten que los verdaderos retos que estos dos púgiles han afrontado hasta ahora se pueden contar con sólo algunos dedos de una mano, esta es una de esas citas ineludibles de la temporada boxística, más aún siendo un enfrentamiento deportivamente muy interesante.
De todos modos, muchos críticos y aficionados no pueden evitar sentir que realmente este no es un combate 50/50 entre dos iguales sino que Santa Cruz está varios peldaños por detrás en recursos boxísticos, velocidad y potencia y que quizás sobre el cuadrilátero la diferencia entre ambos podría ser mucho más grande de lo que se podría intuir sobre el papel.
Quienes sostienen esto tienen puntos a su favor evidentes. Por ejemplo, en cuanto a la potencia, en la carrera del temible noqueador Davis sólo un único boxeador ha logrado llevarle a una decisión, y eso fue en un choque a seis rounds (en su noveno combate profesional) y contra un fogueadísimo encajador como Germán Meraz, que tenía entonces 79 peleas y que, aun así, cayó dos veces a la lona. Por contra, Santa Cruz no ha podido noquear a boxeadores por debajo del nivel del top 15 global de la división como Miguel Flores o José Cayetano y, si bien en ocasiones ha logrado mermar por volumen a púgiles castigados en sus carreras, otras veces sus golpes de poder con todo el recorrido no han sacudido ni siquiera a sus oponentes.
Por otro lado, en cuanto a la destreza boxística, es justo señalar que Santa Cruz ha sido emparejado principalmente contra púgiles mexicanos o estadounidenses de origen mexicano que han aplicado un estilo que favorecía al suyo, o sea boxeadores sin mucho juego de piernas que han aceptado pelear en la distancia media-corta, donde la cadencia de golpes y el tamaño de “Terremoto” le han dado la victoria. Asimismo, en la única excepción en esa tónica, el hábil británico Carl Frampton, boxeador con cualidades dinámicas pero al que igualmente le gusta demasiado intercambiar, Santa Cruz padeció una derrota, una victoria por la mínima en la revancha (y cuestionada por algunos) y se negó a combatir en un tercer enfrentamiento casi suplicado por “The Jackal”.
Contestando a estos elementos que sugieren una lectura desfavorable para Santa Cruz, algunos afirman que exceptuando a un José Pedraza que sufría enormemente para dar el peso superpluma y que ahora está cómodo en el peso superligero, “Tank” tampoco tiene en su récord demasiados nombres del máximo relieve y en buen estado de forma, afirmándose también que en su último combate tuvo inesperados problemas para sentenciar un duelo ante el veterano, muy venido a menos y lesionado Yuriorkis Gamboa. Así, los que realizan pronósticos a favor de Santa Cruz sostienen que si tanto padeció Davis para vencer a Gamboa, el mexicano, en mucho mejor estado de forma, con la motivación alta, con capacidad para ofrecer intensa presión y que posee destreza en las combinaciones podría ponerle en más dificultades.
Con todo, realmente el elemento central de la pugna, el factor que podría decantarla completamente, para muchos se centra en cuál ha sido el nivel de disciplina y seriedad que “Tank” Davis ha puesto en su preparación. Se debe recordar que en muchas ocasiones entre peleas ha estado demasiado cerca de pésimas compañías, ha tenido problemas con la justicia y ha sufrido mucho para dar el peso o incluso ha terminado fracasando en la báscula tras cortas y malas preparaciones.
Sin embargo, tanto Davis como todos los que han estado cerca de él afirman que no ha habido nada de eso de cara a esta pugna, y que ha realizado un prolongado, intenso y concentrado campamento de preparación en las instalaciones de su mentor Floyd Mayweather en Las Vegas, alejado por cerca de 4.000 kilómetros de algunos nada convenientes amigotes de Baltimore, su ciudad de nacimiento y residencia. Asimismo, se ha afirmado que Davis ya estaba prácticamente en peso días atrás, de modo que, de ser todo esto cierto, sus posibilidades de triunfo aumentan exponencialmente.
Sea como sea, y centrándonos en lo exclusivamente pugilístico, si bien muchos lo olvidan, lo cierto es que las veces que Davis ha peleado con un boxeo dinámico y desde la distancia larga ha mostrado enorme habilidad para golpear y que no le alcancen, siendo sus reflejos y sus contragolpes demasiado buenos como para pensar que el simple avance frontal de Santa Cruz o un choque táctico con cruces de directos en el centro del ring desde la distancia larga puedan hacer que se le escape el triunfo.
Del mismo modo, si se crease una pelea física Davis, al que no se le apoda por nada “Tank” (en inglés tanque), debería poder imponer su gran fortaleza y explosividad para, a través de sus curvos muy potentes y apoyado en el shoulder roll, causar daños y reducir los recibidos. Así, y con Santa Cruz habiendo dejado unas declaraciones sobre su estrategia que (si no es que han sido pronunciadas deliberadamente para confundir a su rival) han resultado contradictorias y no demasiado razonables, los puños en trayectoria ascendente de Davis, sus zurdazos y su superioridad con los golpes de poder deberían asegurarle la victoria y poner a prueba más que ningún otro púgil el encaje de Santa Cruz, que de lograr un triunfo teniendo tantos factores en contra y entrando tan por detrás en las apuestas podría ir derecho al Salón de la Fama.
Este combate será el estelar de una velada que en Estados Unidos se emitirá en un pago por visión de Showtime 75 dólares (64 euros) desde las 21:00 ET/18:00 PT, mientras que en España será televisado por Eurosport desde las 2:00 de la madrugada del sábado al domingo.