El top 3 libra por libra Crawford terminó en cuatro asaltos con el excampeón Kell Brook
Daniel Pi
@BastionBoxeo
MGM Grand, Las Vegas, Estados Unidos. Campeonato mundial WBO del peso wélter. Cuarta puesta en juego de su título por parte del monarca Crawford.
No se puede dudar de que el excampeón mundial británico Kell Brook 39(27KO)-3(3) es un boxeador que está dispuesto a asumir grandes riesgos en su elección de peleas, si bien es mucho más cuestionable si tienen lógica sus decisiones, como su ascenso al peso medio desde el peso wélter para enfrentarse a un entonces rehuido por todos Gennady Golovkin, que le destruyó en el quinto round.
En esta ocasión, tres años y medio después de realizar su última pelea en el peso wélter ante Errol Spence, Brook regresó a la citada categoría que tanto le costaba dar descendiendo desde el peso superwélter para medirse al considerado por muchos número 1 libra por libra, el excelente campeón estadounidense Terence Crawford 37(28KO)-0. Este arriesgadísimo movimiento, en el que no quiso contar con su promotor, el poderosísimo Eddie Hearn, ni con Dominic Ingle, el entrenador que había llevado su carrera desde que el púgil tenía 10 años, se saldó con una derrota por KOT en el cuarto asalto que deja su carrera en una posición crítica.
Seguramente la elección estratégica de Brook fue la peor posible, puesto que en lugar de usar su potencia, su fortaleza y su ventaja en peso tras la rehidratación para saltar sobre su adversario al comienzo e intentar sorprenderle, decidió aceptar una pelea táctica y de limitado ritmo. Esto suponía que, a pesar de que es sabido por todos que Crawford tiene malos comienzos pero que con el paso de los minutos termina sacando todo el potencial de su boxeo, un Brook que podría no tener fondo físico tras el drástico corte de peso se contentó con realizar alguna prueba con sus directos. Quizás lo más grave de todo es que Brook mostró la rapidez de manos para llegar con algunos jabs o directos que permiten especular sobre el éxito que hubiese podido tener un planteamiento agresivo.
Sea como sea, Brook no pisó el acelerador y permitió que el muy astuto Crawford fuese estudiándolo con calma, midiendo su reacción y buscando la oportunidad adecuada. Así, en el segundo round el estadounidense caminó algo más el ring, comenzó a tantear la reacción de su rival cuando inclinaba su torso hacia su lado izquierdo y finalmente se cambió a zurdo, empezando a mostrarse más activo en el último segmento del tercer episodio con directos y crochés.
Estando así la situación, alcanzado el cuarto round Brook intentó conectar una derecha, siendo respondido por un contragolpe diestro de poco recorrido que le estalló y le dejó muy tocado. Al dar trompicones y apoyarse en las cuerdas, el árbitro estimó necesario hacer una cuenta que cortó el hostigamiento realizado por Crawford, pero en la reanudación éste lanzó un croché con cada mano y posteriores directos zurdos descendentes para forzar la definitiva detención arbitral.
Con ello, el último salto al vacío de Brook se encontraba con un nuevo varapalo que volverá a poner sobre sí las especulaciones acerca de un posible retiro que ya le rodearon tanto después de la derrota ante Golovkin como tras el tropiezo ante Spence. Asimismo, sin que esté muy claro cuál es el estado de su relación con Hearn e Ingle no es seguro que pueda intentar rebotar apoyándose en los recursos y en la red de contactos que ambos poseen.
Respecto a Crawford también existen dudas, si bien estas son de otro tipo. Y es que su rendimiento sigue siendo excelente pero no hay certezas en cuanto a si va a seguir ligado a Top Rank, hablándose de que podría intentar buscar una salida adelantada del contrato o simplemente esperar a que en unos cuantos meses su acuerdo termine para pasarse a Premier Boxing Champions y disputar un choque ante uno de los cuantiosos peso wélter destacados que esta plataforma posee. Hay que recordar que están ligados a PBC nombres como Manny Pacquiao, Errol Spence, Danny García, Keith Thurman, Shawn Porter o Yordenis Ugás entre muchos otros, por lo que no son pocos los que ven el cambio de barco de Crawford como un paso inevitable si quiere aprovechar los últimos años de su punto culminante de rendimiento e intentar llevar su legado más allá.