Liam Davies se proclamó campeón de Inglaterra del peso gallo, Ben Ridings perdió su invicto ante Jez Smith
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Wembley Arena, Londres, Reino Unido.
Abriendo la velada de Matchroom Boxing de este sábado se produjo la coronación de un nuevo campeón de Inglaterra del peso gallo, puesto que el cinturón vacante fue conquistado por el imbatido Liam Davies 8(3KO)-0 con una victoria por abandono en el sexto round sobre un Sean Cairns 7(1KO)-3(1) que fue manifiestamente inferior.
Desde el inicio Davies usó con mucha contundencia su jab, su derecha aislada y su uno-dos para alcanzar con nitidez a un Cairns que portaba la guardia demasiado abierta, que no tenía movimiento de cabeza y que no usaba a penas los bloqueos. Así, Davies fue llegando de forma constante contra un Cairns que desde el tercer round intentó realizar alguna contraofensiva pero que tuvo éxito limitado con sus rectos y que además recibió algunas buenas contras en gancho zurdo o directo. Con el rostro enrojecido, no mostrándose eficaz ni con ajustes ni sin ellos y sin que lograse superar el muro de rectos de su oponente, que también conectó alguna buena mano al torso, Cairns estaba en una posición cada vez más comprometida, algo que quedó más claro aún cuando fue sacudido por directos en el sexto round. Por ello, finalmente tras este episodio la esquina de Cairns decidió acertadamente que el púgil no debía seguir combatiendo.
Después de esta pelea se desarrolló el choque del peso supermedio entre el prospecto Ben Ridings 3(0KO)-1 y un Jez Smith 12(5KO)-2(2)-1 que, pese a su ventaja en experiencia, venía de una dura derrota antes del límite el pasado julio y era considerando una víctima propiciatoria. No obstante, Smith ofreció una actuación realmente meritoria para imponerse claramente y hacerse con una amplísima victoria a los puntos, siendo la cartulina del juez árbitro de 60-54.
El invicto Ridings intentó usar sus golpes de poder tratando de asestarle una tercera derrota por knockout consecutiva a Smith, si bien éste le evitó con acciones defensivas sencillas con movimientos de cintura y pasos atrás. Asimismo, Smith llegaba con precisión con su jab y con el uno-dos al ataque y con contragolpes en gancho zurdo casi cada vez que su adversario se abalanzaba sobre él. Y es que Ridings atacaba desde demasiado lejos, con menos explosividad de lo que él pensaba y con bastante desorden e imprecisión, de modo que un Smith que tenía más bagaje, que se ha enfrentado a mejores oponentes y que estaba más inspirado que en otras ocasiones logró anular en gran medida al favorito, que padeció, entre otras cosas, una hemorragia nasal y que en diversos momentos del último tramo renunció a atacar y esperó en una esquina con un lenguaje corporal que mostraba falta de moral.