Daniel Jacobs

Un inactivo Daniel Jacobs logró victoria por la mínima ante Gabriel Rosado

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Seminole Hard Rock Hotel and Casino, Hollywood, Estados Unidos. Peso supermedio.

Antes del combate, el excampeón mundial Daniel “The Miracle Man” Jacobs 37(30KO)-3(1) prometió una actuación espectacular para noquear brutalmente o dominar totalmente a Gabriel “King” Rosado 25(14KO)-13(4)-1, siendo consciente de que su mala selección de rival, que le había supuesto una cierta confrontación con Eddie Hearn y durísimas críticas por las redes sociales, le obligaba a mostrarse lo más solvente posible. Sin embargo, una vez más Jacobs se dejó arrastrar por la inactividad ofensiva y por la desidia combativa para ofrecer una actuación nada impresionante y lograr una victoria por la mínima y de forma dividida con tarjetas de doble 115-113 (acertado) y un 113-115 demasiado generoso con Rosado.

De hecho, durante unos instantes Jacobs pensó que había perdido, dado que el ring announcer cometió un error al proclamar al vencedor, diciendo “From Philadelphia (desde Philadelphia) Daniel Jacobs”, lo que confundió al árbitro, que alzó la mano de Gabriel Rosado, el púgil proveniente de la mencionada ciudad. Sin embargo, rápidamente se enmendó el error y se levantó la mano del neoyorquino Jacobs, provocando un gran enfado por parte de Rosado.

Anécdotas aparte, de nuevo Jacobs controló las acciones durante una mitad del combate, si bien, a diferencia de lo que sucedió ante Canelo, no fue esta vez la segunda mitad sino la primera. No obstante, afirmar que se llevó la mejor parte en este tramo de la pugna no es decir demasiado si tenemos en cuenta que la acción fue realmente limitada durante estos asaltos.

Según el conteo computerizado, hasta el cuarto round y también hasta el séptimo los boxeadores habían conectado una media de 5 puños por asalto, lo que da una cifra de algo más de un puño por minuto (1,6). Asimismo, lanzando considerablemente más golpes Rosado pero fallando una enorme cantidad de ellos, se arrojaron cifras de precisión tan impresionantemente negativas para «King» como un 16% de todos sus golpes (jabs incluidos) hasta el cuarto round y un 14% hasta el séptimo.

Así, la pelea fue poco emocionante y durante los seis o siete primeros episodios Jacobs, el boxeador, más eficaz, con mejor ejecución técnica, reflejos, velocidad y defensa, se fue anotando los rounds hasta generar una casi insalvable diferencia. Y es que sus escasísimos jabs, sus esporádicos ganchos zurdos a la contra, salteadísimas derechas y algún hook al torso le valieron, junto a un oportuno control de la distancia y buenas esquivas de cintura, para superar el trabajo de un Rosado que no respaldó su palabrería de los últimos años contra Jacobs.

No obstante, “Miracle Man” volvió a salirse del combate después de la mitad, algo que se plasmó simple y llanamente en que no tiraba golpes. Por ello, y siendo realmente difícil ganar un asalto sin ni siquiera realizar intentonas ofensivas, Jacobs comenzó a ver disminuir la diferencia en las cartulinas ante un Rosado que, no habiendo tenido éxito portando la iniciativa debido a la respuesta de su rival, encontró mejores resultados contragolpeando y esperando su oportunidad. La remontada de Rosado no fue, en absoluto, épica o espectacular, ya que sus acciones ofensivas se redujeron a aisladísimos directos y algunos ganchos en los intervalos en corta, pero su trabajo, por limitado y flojo que fuese, era superior al de un Jacobs que por momentos no hacía completamente nada de relevancia.

Finalmente, Jacobs volvió al combate en el duodécimo asalto para, con un uno-dos y alguna combinación de curvos, lograr capturar un episodio que tuvo consecuencias trascendentales en dos de las tarjetas y por lo tanto en el veredicto, puesto que de no haber vencido ese round se habría dado un empate.

Si a la deslucida actuación de Jacobs, especialmente en la segunda mitad, le sumamos que los comentaristas estadounidenses de DAZN, sabiendo que esta era la última pelea del acuerdo entre el estadounidense y la plataforma de streaming, le dieron el beneficio de la duda a Rosado, el combate que el excampeón mundial pretendía que fuese una humillación para su archirival se convirtió en una fuente de duros reproches en su contra.

En cualquier caso, aunque la sesgada visión de los analistas estadounidenses ha hecho que incluso se esté afirmando en muchos lugares que este fue un robo clamoroso, algo que no es cierto, el hecho es que Jacobs no estuvo a la altura de las circunstancias y eso sólo repercutirá muy negativamente en sus intereses cuando menos le convenía. Esto no quiere decir que vaya a caer en las listas (al contrario, seguramente ascenderá tras el triunfo) o que hayan desaparecido las opciones para que pueda disputar un mundial en el peso supermedio en 2021 (de hecho han aumentado al haberse mostrado tan batible). El problema es que Jacobs, ante un rival por debajo del nivel del top 15 elegido contrariamente a lo que el público y su promotor deseaban, ha disminuido su crédito y su cotización en el momento en el que tendrá que negociar un nuevo contrato con DAZN o intentar acordar otro cambiando de grupo audiovisual, por lo que no debe sorprenderle si en los despachos se encuentra ahora ofertas por debajo de sus pretensiones.