Billy Joe Saunders

Billy Joe Saunders retuvo su corona del peso supermedio con amplísima victoria sobre Martin Murray

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Wembley Arena, Londres, Reino Unido. Campeonato mundial WBO del peso supermedio. Segunda defensa del monarca Saunders.

Si en las cuatro anteriores intentonas mundialistas el británico Martin Murray 39(17KO)-6(1)-1 no logró hacerse con la victoria (es justo decir que en varias de ellas de manera controvertida y como visitante) era casi imposible que lo lograse cuando su rendimiento se ha visto decisivamente mermado y cuando se medía a un boxeador de la élite del peso supermedio y que estilísticamente era realmente complicado para él. Así, no sorprendió que Billy Joe «Superb» Saunders 30(14KO)-0 lograse, en la pelea estelar de una velada de Matchroom Boxing, retener por segunda vez su cinturón mundial del peso supermedio con una amplísima decisión unánime de los jueces. Las puntuaciones fueron de acertado doble 120-109 y de un 118-110.

Intentando sorprender, Murray decidió en el primer asalto ceder la iniciativa y tratar de mostrarse firme en cruces de jabs y buscando el contragolpe, pero este no era el esquema estratégico que le convenía, dado que su rival tenía más velocidad de manos, habilidad y recursos y podía decantar de su lado las acciones con aislados puños. De todos modos, Saunders estuvo en el arranque un tanto impreciso y no demasiado cómodo, siendo además sus entradas y salidas poco veloces, así que, hasta que Murray se dio cuenta de la ineficacia de su táctica y empezó a avanzar, el titular no encontró huecos para golpes de poder a la contra en uppercut diestro, directo zurdo y hook de derecha al torso.

El éxito de Saunders en el tercer round hizo que Murray, dudando y oscilando, volviese a dejar de presionar, permitiendo que el campeón le atacase con más moral y determinación con su uno-dos. Tanto fue así que incluso pareció que el retador podría haber recibido una cuenta al caer tras ser estremecido por unos golpes rectos en el cuarto episodio, si bien el árbitro decidió no realizarla al estimar que había sido empujado cuando intentaba agarrarse agachado.

En cualquier caso, las manos del titular con directos encadenados con crochés de mano adelantada, hooks de derecha al cuerpo, uno-dos e izquierdas a la contra iban decantando los asaltos a su favor de manera clara, no siendo su control espectacular, sino incluso un tanto embarrado por el desorden que se producía en los encontronazos y por algún que otro clinch, pero sí suficiente para imponerse sin dejar lugar a dudas round tras round.

Murray, dejando en algún instante un recuerdo de sus buenos tiempos, resistió valiente el castigo e intentó conectar en corta golpes curvos al torso o rectos de corto recorrido llenos de tenacidad, siendo evidente que, como siempre, se había preparado de la mejor manera posible. Pero, más allá de hacer lo suficiente para que un Saunders que medía mal sus avances y que caía en agarres en exceso venciese pero no brillase, Murray estaba muy por debajo del rendimiento que llegó a tener y no podía equipararse al nivel del monarca, que se impuso hasta el final y que durante los últimos rounds hizo que su oponente estuviese visiblemente cansado.

Habiendo ofrecido actuaciones tan malas como la que tuvo ante Artur Akavov, Saunders al menos esta vez venció amplísimamente y sin polémica, pero una vez más ni se atisbó el “Superb” que contra David Lemieux dejó una de las mejores actuaciones de boxeo dinámico de la categoría del peso medio de la pasada década. De hecho, su boxeo estuvo de nuevo un tanto falto de fluidez y de agilidad, teniendo que recurrir demasiado a la pelea física, algo que empieza a ser demasiado recurrente y que debería ser preocupante para sus intereses, especialmente pudiendo ser ello debido a sus constantes y drásticas subidas y bajadas de peso entre combates.

Saunders espera lograr en 2021 el mayor combate de su trayectoria, que se dice que podría llegarle ante el ganador del Canelo-Smith, pero en caso de que no pueda alcanzarlo debe empezar a afrontar combates de relieve y dejar de esperar y de perder el tiempo contra oponentes por debajo del nivel de la cumbre que no sacan lo mejor de sí y que, al contrario, posiblemente le hacen involucionar.