El veterano pegador James Kirkland fue batido en un asalto por el noqueador mexicano Juan Macías Montiel
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Shrine Exposition Center, Los Ángeles, Estados Unidos. Peso supermedio.
Al inicio de la pasada década el estadounidense James Kirkland 34(30KO)-3(3) era un boxeador considerablemente bien valorado que, pese a algunos preocupantes parones por estancias en prisión, estaba emplazándose a los máximos duelos, si bien en 2011 padeció una derrota contra pronóstico en el primer asalto ante Nobuhiro Ishida que frenó su despegue.
Sin embargo, después de este revés los triunfos de Kirkland siguieron llegando contra nombres como Alfredo Angulo, Carlos Molina y Glen Tapia antes de que un parón de dos años y medio truncase de nuevo su progresión, inactividad que fue finalizada además por un retorno ante Canelo, que le derrotó en tres rounds en 2015. Finalmente, cuatro años después, Kirkland se decidió a realizar una nueva intentona que, tras dos victorias y un 2020 marcado por la inactividad boxísistica, se topó la pasada madrugada con una derrota (como ante Ishida) en un solo episodio, siendo esta vez quien le derrotó el pegador mexicano Juan Macías Montiel 22(22KO)-4(1)-2.
Tomando la iniciativa, Kirkland intentó atacar a Montiel pero a los 30 segundos de combate un croché zurdo ya le había tirado a la lona. El púgil se levantó pero un nuevo croché de izquierda y dos directos le dejaron tocado antes de que uppercuts de mano adelantada y un croché diestro le volviesen a suponer una cuenta. Por último, Montiel continuó hostigando con sus uppercuts de izquierda y sus directos diestros antes de que una nueva caída de Kirkland llevase a la detención del combate por el tercer hombre.
Teniendo en cuenta que en una carrera de 19 años desde su debut en 2001 ha pasado en torno a 12 fuera de los cuadriláteros por intermitentes parones de larga duración, que sostenidamente ha dado muestras de limitado encaje y resistencia y que hace ya tiempo que su boxeo ha perdido casi toda su característica explosividad del pasado, no parece que vaya a tener mucho sentido que Kirkland continúe con una trayectoria que se considera que ha sido críticamente afectada por las malas decisiones deportivas y extradeportivas.
En cuanto a Montiel, es cierto que logró el triunfo ante la peor versión de Kirkland y que además tiene a sus espaldas una derrota en dos rounds ante Jaime Munguía en 2017. Aun así, cumplió con su cometido a la perfección en una gran oportunidad después de haber logrado un empate ante el extop 15 Hugo Centeno, de modo que, contando además con un 100% de knockouts, tiene suficientes méritos para que se le vuelva a dar una nueva pugna importante en 2021, pelea en la que tendrá la ocasión de intentar convertirse definitivamente en un nombre relevante en la categoría ante un púgil destacado que le quiera utilizar como un mero escalón.
Jesús Ramos volvió a vencer antes del límite
Como parte de la velada en la que se produjeron el Morell-Gavronski y el Kirkland-Montiel tuvo lugar una pelea en la que el prospecto estadounidense del peso wélter Jesús Ramos 14(13KO)-0 superó a su compatriota Naim Nelson 14(1KO)-5(2) en cuatro episodios para dar una muestra más de su gran potencial.
Apoyándose en un trabajo metódico y firme, mezcla de potencia y buena ejecución técnica, Ramos fue presionando y trabajando con sus golpes al torso, acelerando progresivamente sus acciones hasta que un croché zurdo derribó a su oponente en el tercer round. Nelson continuó intentando desplazarse y contragolpear pero en el siguiente asalto un croché diestro le arrojó sobre las cuerdas, realizando el árbitro cuenta acertadamente al considerar que el ensogado había evitado la caída. También tomó la decisión adecuada la esquina de Nelson, que en el descanso entre el cuarto y el quinto episodio decidió que había llegado el momento de que su boxeador abandonase.
A sus 19 años Ramos avanza muy rápidamente y de momento su equipo deberá centrarse en darle más experiencia y convenientes pasos adelante, necesitando sobre todo disputar más peleas pactadas a diez rounds que le permitan ir más allá del sexto asalto, del que todavía no ha pasado.