El invicto Trevor Bryan venció por KOT al excampeón mundial del peso pesado Bermane Stiverne
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Seminole Hard Rock Hotel and Casino, Hollywood, Estados Unidos. Peso pesado.
Durante días la realización de un combate del peso pesado entre Manuel Charr y Trevor Bryan 21(15KO)-0, duelo con el que iba a desaparecer uno de los títulos de subcampeón WBA, fue la causa de un grotesco espectáculo en los despachos, ilustrándose sobre todo a la vez los manejos de un Don King tan astuto como dañino y la repulsiva conducta de la Asociación con su política de múltiples titulares.
Finalmente, después de que Don King tuviese sobre sí la amenaza de una pérdida millonaria por una puja desmedida en subasta que no iba a poder compensar con venta de entradas, Charr (que por cierto evitó una suspensión por dopaje por un tecnicismo) no consiguió el visado necesario para poder boxear en Estados Unidos y la WBA aceptó la propuesta del arriba citado promotor para que entrase como su sustituto el veterano excampeón mundial del peso pesado Bermane “B. Ware” Stiverne 25(21KO)-5(4)-1. Es decir, la WBA puso su sello en una pelea llamada falsamente “campeonato mundial del peso pesado” para que un Bryan que no boxeaba desde hacia dos años y medio se enfrentase a un Stiverne que no ha logrado un triunfo en más de cinco años y que no estaba ranqueado.
Aunque hasta poco antes del pesaje pareció que el combate no iba a tener lugar (ni siquiera se había confirmado la reserva del Seminole Hard Rock Hotel), al final el choque sí se produjo, venciendo Bryan por KOT en el undécimo episodio y logrando una victoria que al menos puso fin a su inactividad y le dio un nombre conocido a su récord.
Es justo decir que pese a llegar los dos de largas inactividades y con evidente sobrepeso no tuvieron una actuación tan atroz como la que se ha podido ver en otras ocasiones similares y ambos boxeadores, conscientes de que estaban ante una importante (e inmerecida) oportunidad se esforzaron por dar lo que tenían pese a sus limitaciones. Aun así, el veterano Stiverne no poseía ni ritmo ni velocidad, de modo que el jab del 11 años más joven Bryan le alcanzó con claridad junto a algunos hooks desde el round inicial.
Envalentonado por el éxito que estaba teniendo, Bryan decidió pararse y pelear en corta en el segundo asalto, recibiendo un fuerte croché que le disuadió de esa táctica y que le hizo volver a caminar el ring, llegando a ser alcanzado en las cuerdas. No obstante, en el tercer episodio Stiverne ya daba muestras evidentes de cansancio y, por ello, en los dos siguientes asaltos intentó desplazarse cercano al ensogado y buscar un contragolpe aislado y decisivo que no llegó, siendo golpeado por los jabs y los uno-dos de Bryan.
Desde aproximadamente la mitad de la pugna, Stiverne, que tuvo un segundo aire, se dio cuenta de que no podía seguir peleando con la misma estrategia, de modo que intentó salir de las cuerdas y presionar, pero salvo algún hook salteado y algún directo de mano adelantada apoyado en una esquiva de hombros, el éxito de “B. Ware” fue muy limitado y Bryan, pese a no tener demasiado boxeo, lograba imponer su jab o contragolpes en uppercut y hook.
Teniendo una ventaja en estado de forma y en habilidad, Bryan pudo llevarse la mejor parte en los cruces de golpes esporádicos y consiguió sacudir con un croché diestro a Stiverne al final del noveno round, empezando a poner las bases para el desenlace, que llegó en el undécimo episodio. En dicho momento, Bryan conectó un directo que estremeció a su oponente, insistiendo entonces con sus rectos hasta que el exmonarca cayó más por agotamiento que por los golpes. Tras la cuenta, y después de una breve persecución, Bryan conectó un uno-dos que hizo que Stiverne cayese de espaldas a la lona aparatosamente. En ese instante debió pararse la pugna, pero el árbitro Frank Gentile se equivocó al contar y dejar que las acciones siguiesen unos pocos segundos más antes de decidirse a intervenir definitivamente.
Dado que estando emplazado a una pelea contra Charr, que no boxeaba desde 2017, Bryan había visto su carrera estancada, este triunfo seguramente le parecerá todo un éxito, especialmente teniendo en cuenta que parte de la prensa de su país no dudará en cambiarse la chaqueta para dejar de denostar el título regular WBA y apoyarlo como si fuese un cetro verdadero ahora que lo posee un estadounidense. Así, quizás Bryan pueda lograr alguna pugna importante en no demasiado tiempo, si bien, por un lado, está emplazado igualmente a una pelea obligatoria contra Manuel Charr ordenada por la WBA y, por el otro, tiene brechas innegables que le hacen estar por debajo del nivel de la cumbre de los aspirantes del peso pesado.