El peso pesado Johnny Fisher debutó con KOT, Jordan Gill derrotó en trabajado duelo a César Juárez
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Wembley Arena, Londres, Reino Unido.
La velada del Avanesyan-Kelly vio, en el segundo combate del respaldo, el debut de un nuevo peso pesado miembro de la compañía Matchroom Boxing, un Johnny Fisher 1(1KO)-0 que sólo necesitó un episodio para deshacerse del asequible Matt Gordon 2(0KO)-6(5)-1.
Atacando con agresividad con directos y ganchos desde el comienzo, Fisher dañó con dos derechas rectas a un Gordon que terminó recibiendo una cuenta al caer sobre las cuerdas. Tras la reanudación, y unos instantes de menos actividad, Fisher volvió a sacar, entre otros golpes, derechazos y ganchos diestros hasta llevar por segunda vez al tapiz a su adversario, que se alzó pero que no pudo evitar la acertada detención del árbitro.
Aunque tenía más nivel que el arriba citado enfrentamiento, el duelo que abrió la emisión de DAZN de esta cartelera fue el disputado en el peso pluma entre el británico Jordan “The Thrill” Gill 26(17KO)-1(1) y el veterano mexicano César “Corazón” Juárez 25(19KO)-10(3), pelea que terminó con una victoria unánime trabajada del boxeador local. Las puntuaciones fueron de 98-92, 98-93 y 96-94.
A pesar de que sus movimientos no eran tan fluidos como habría sido necesario, Gill comenzó usando su jab y aislados crochés y uppercuts para llegar contra un Juárez que tardó unos minutos en acelerar sus pasos y comenzar a encerrar a su adversario y a llegar con sus curvos. Sin embargo, cuando el visitante encontró su ritmo su presión incomodó a un Gill que no siempre daba pasos laterales a tiempo y que en muchas ocasiones recurrió a clinches mal cerrados que permitieron a Juárez golpear entre forcejeos.
Espoleado por los resultados que estaba obteniendo, Juárez fue a más, llegando con hooks más nítidos y con directos ante un Gill que en el quinto round incluso quedó encerrado en una esquina y recibió muchos golpes sin respuesta. Con todo, esto cansó un tanto al mexicano y fue una clara advertencia para el local, que desde el sexto asalto insistió más en su entrecortado dinamismo y en su jab, si bien esto no evitó que igualmente recibiese algunos ganchos en salto y puños entre agarres. En cualquier caso, ofreciendo esquivas más oportunas y regulares, contragolpeando y saliendo de la línea de ataque y tirando de técnica en los cruces, Gill consiguió asegurarse la victoria ante un Juárez que realizó tenaces ofensivas hasta el final.
Con el objetivo de adquirir experiencia de calidad y sacarse la espina que le provocó su derrota ante otro púgil mexicano, el triunfo pudo servirle a Gill y a su equipo, pero su boxeo sigue sin ser lo suficientemente consistente como para que parezca una amenaza evidente en el peso pluma, división en la que ahora podría entrar en el top 15 WBA por la conquista de un título menor.