El invicto peso pesado Zhilei Zhang tiró tres veces a la lona a Jerry Forrest, pero el combate terminó en empate
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Hard Rock Stadium, Miami, Estados Unidos. Peso pesado.
Tras seis años de carrera en los que se ha medido a oponentes demasiado asequibles para su nivel, el plata olímpico chino Zhilei Zhang 22(17KO)-0-1 se enfrentaba en el respaldo del Canelo-Yildirim a su mayor oponente hasta la fecha, el estadounidense Jerry Forrest 26(20KO)-4(1)-1, boxeador al que tiró tres veces a la lona en los primeros tres rounds pero ante el que no consiguió asegurarse la victoria, sobre todo, por uno de sus más graves y persistentes defectos, su falta de fondo físico. El veredicto final fue de empate mayoritario, siendo las cartulinas (en las que se observa el descuento de un punto a Zhang) de doble 93-93 y un sesgado 95-93 a favor de Forrest.
Aunque el norteamericano intentó usar su alcance previamente, en el final del primer round recibió un directo descendente que le tiró a la lona, problemas para Forrest que se verían agravados en el segundo episodio por un nuevo knockdown, en esta ocasión por un croché diestro. Esto ya se podía considerar un muy mal comienzo de combate para él, pero en el tercer episodio Forrest visitó el tapiz por tercera vez al ser alcanzado por un par de crochés diestros y un directo.
De ese modo, y con Zhang conectando algunos duros golpes de poder en el cuarto round, parecía impensable que se le escapase el triunfo al chino si la pelea llegaba a una decisión, si bien desde el quinto episodio éste padeció un grave bajón físico que le expuso a los voluntariosos ataques de un Forrest que, entre su propio desorden y los agarres forzados por su rival, llegaba con hooks.
Es justo decir que en algunos momentos los ataques de Forrest fueron en realidad manotazos completamente ineficaces y que por contra Zhang tiró de técnica para llegar con algún oportuno croché de corto recorrido que perfectamente le podría haber dado algún round más y, con ello, la victoria. No obstante, Zhang quedó tan exhausto y su lenguaje corporal era tan malo, agarrándose totalmente desfondado, que fue fácil que los jueces valorasen las ganas y la tenacidad de un Forrest que al menos intentaba atacar con frecuencia, logrando además el estadounidense dejar tocado claramente en el décimo round a su oponente, que padeció el descuento de un punto por reiterados agarres en el noveno episodio.
Se podría hablar sobre qué resultado es el más adecuado, pero el hecho realmente importante de este combate es que Zhang, un top 15 IBF y WBO del peso pesado que Matchroom Boxing pretendía llevar a grandes combates, no pudo sentenciar su test ante un rival de nivel medio-alto que había caído tres veces a la lona. Esta incapacidad del imbatido fue debida a su limitada resistencia natural, a un inadecuado estado de forma y a que su falta de adversarios competentes no le ha acostumbrado a pelear más de cuatro rounds (sólo en dos ocasiones pasó de dicho asalto anteriormente). Así, y estando por edad más cerca del final de su trayectoria que del comienzo y no teniendo tiempo para la evolución que necesita, parece que hay demasiado que cambiar y mejorar en Zhang como para que pueda ser un agente relevante entre los aspirantes del peso pesado, división en la que se encuentran boxeadores mucho más completos y con mayores cualidades.