Danny Ball venció muy buen combate ante Sam Gilley, Maxwell ganó rodaje y Adeleye noqueó
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Copper Box Arena, Londres, Reino Unido.
Como parte del respaldo de la velada de Frank Warren de este viernes se produjo una nueva sencillísima victoria del prospecto del peso pesado David Adeleye 5(5KO)-0, que no se midió finalmente a Mladen Manev sino a un sustituto de última hora como el debutante Dave Preston 0(0KO)-0, quien fue noqueado en el primer round.
La pelea no ofreció casi nada, ya que, tras perseguir brevemente a su oponente, Adeleye impactó un gancho de izquierda al torso que llevó a la lona a Preston, que no respondió a a tiempo a la cuenta del árbitro.
Antes de este encuentro se produjo el rodaje para el aspirante al título británico del peso superligero Sam Maxwell 15(11KO)-0, que tras la baja de su rival original Akeem Ennis-Brown se mantuvo activo enfrentándose al modesto Ben Fields 10(0KO)-10-2, al que derrotó a los puntos con cartulina del juez-árbitro de 79-73.
Fields trató de sorprender en el primer round con agresivas embestidas, pero estas eran tan desordenadas y toscas que sus ataques tuvieron muy poco efecto y muchas veces terminó únicamente provocando clinches. Sea como sea, pronto Maxwell empezó a desplegar sus puños rectos y contragolpes en uppercut y hook para conectar manos claras contra su limitado pero voluntarioso oponente, que no tuvo otra que intentar continuar atacando frontal lanzando abiertos y mal ejecutados curvos o conectar sus manos cuando el favorito se paró en exceso. Por lo demás, los uno-dos, los jabs, los ganchos al torso y los uppercuts enlazados de un Maxwell insuficientemente contundente y que no daba pasos laterales llegaron en mucho número y no dejaron duda alguna sobre quién se había hecho con el triunfo.
La emisión de la velada se inició con un muy buen combate del peso wélter entre los británicos Danny Ball 10(4KO)-0-1 y Sam Gilley 11(5KO)-1, encuentro en el que ambos púgiles mostraron grandes cualidades y ofrecieron un muy buen esfuerzo pero que terminó con la merecida victoria unánime de Ball. Las puntuaciones fueron de doble 96-94 y de 97-94.
Al comienzo fue una pelea táctica pero intensa, ya que ambos estudiaron a su rival detenidamente antes de decidirse a atacar, pero cuando pasaron a la ofensiva se mostraron realmente incisivos en los breves y contundentes cruces, respondiéndose muchas veces puño por puño. Con todo, y aunque Gilley trabajó bien las variaciones de altura y llegó con gran contundencia al torso, Ball poco a poco comenzó a imponer sus golpes de poder a la cabeza, consiguiendo dañar a su oponente en el cuarto round. En la segunda mitad hubo más intercambios agresivos en los que los dos llegaron nítidamente con sus manos pero, si bien Gilley estuvo siempre ordenado y amagó con reaccionar a base de contraofensivas, un Ball que se había hecho con la iniciativa continuó haciendo valer su consistencia ofensiva, precisión y determinación para decantar la mayoría de rounds y hacerse con la victoria.