Al ruso Maxim Vlasov le robaron en Estados Unidos en mundial semipesado ante Joe Smith, nuevo monarca WBO
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Osage Casino, Tulsa, Estados Unidos. Campeonato mundial por el vacante cinturón WBO del peso semipesado.
En todo deporte la ventaja de ser local es un factor muy importante, algo que en el boxeo se vuelve más clave aún. No obstante, si esto se está mostrando constantemente decisivo es cuando un boxeador ruso (o de su área de influencia) tiene que afrontar un combate contra un púgil estadounidense en territorio norteamericano.
Durante los años hemos visto a muchos púgiles rusos recibir decisiones muy polémicas en Estados Unidos, a las que por desgracia hay que sumar una más en el mundial semipesado entre el estadounidense Joe Smith 27(21KO)-3(1) y el ruso Maxim Vlasov 45(26KO)-4, combate en el que el segundo de ambos hizo más que suficiente para merecer la victoria en las tarjetas de los analistas neutrales, pero que terminó derrotado por decisión mayoritaria de los tres jueces estadounidenses. Estos dieron puntuaciones de 115-112, 115-113 y 114-114.
Durante la primera mitad, Vlasov fue el boxeador superior, dado que conectó numerosos golpes nítidos desde la distancia media-corta, destacando su hábil manejo de las combinaciones de puños rectos, que contrastó con un jab de Smith que, pese a haber mejorado, resultaba tosco. Por una cuestión de voluntad, Smith (sufrió un corte en el segundo round) lograba llegar con algunos ganchos en los cruces ante un Vlasov que, como siempre, terminó manteniéndose demasiado cerca de su rival.
No obstante, aunque Smith tuvo alguna intentona ofensiva breve, el local erró muchas manos, lanzó golpes precipitados y recibió muchos puños de un Vlasov consistentemente preciso, rápido y astuto y que con su buen ritmo y su selección de golpes superaba a su rival, quien en lugar de aprovechar la pelea en corta para imponer su fortaleza incluso retrocedió repetidamente ante los ataques recibidos.
Hacia la mitad, la frecuencia de ataques de Vlasov le supuso cansarse un tanto, aprovechándolo en parte un Smith que, aun así, también daba signos de desgaste. De todos modos, en el séptimo round Smith logró estremecer con un gancho zurdo a la contra a su oponente, logrando así ganar algo de terreno y tener una base para nuevas ofensivas con rectos, aunque la eficacia de Vlasov no se desvaneció, menos aún teniendo en cuenta que su adversario terminaba cediendo la iniciativa ante sus directos. De hecho, en el noveno y en el décimo asalto Vlasov estaba tan recuperado que incluso pudo hostigar con sus directos y uppercuts a un Smith contra las cuerdas y que sólo podía apoyarse en su pegada para disuadir al coaspirante.
La potencia de Smith resultó vital en el undécimo asalto, en el que el ruso quedó tocado por hooks, recibiendo posteriores directos antes de que el local le asestase dos ilegales golpes en la nuca que le pusieron en la lona. El árbitro, acertadamente, no realizó cuenta y llevó a una esquina a Vlasov para que tuviese tiempo de recuperarse, pero ante los gritos (más bien órdenes) a pie de ring de Joe DeGuardia, promotor de Smith, el tercer hombre cortó el reglamentario descanso y señaló que las acciones continuasen, terminando el duelo en un duodécimo asalto en el que el visitante, lejos de ser quebrado definitivamente, ofreció respuesta.
Aunque sea por mantener las formas, muchas veces los analistas estadounidenses intentan ser algo honestos con los veredictos polémicos en su territorio, pero en esta ocasión la mayoría (por fortuna no todos), evitan cualquier mención a la controversia, inundando su artículo de “relatos inspiradores” sobre Smith para intentar convencer a los aficionados apelando a sus sentimientos. Dicho de otro modo, recurrentemente se menciona que Smith es un obrero de la construcción que se ha abierto camino hasta el título mundial o que tuvo que aplazar su viaje de novios para afrontar este combate, como si estos dos hechos le hiciesen más merecedor de recibir un veredicto controvertido a su favor o como si Vlasov fuese un mero robot sin dificultades o sueños.
Este recurso puede parecer absurdo, pero sólo hay que ver con que tenacidad muchos fans, sobre todo estadounidenses, están defendiendo el polémico resultado (otros muchos por suerte señalan el robo), para comprobar que verdaderamente el mensaje ha calado hondo.
Sea como sea, en esta ocasión Top Rank es la promotora que termina siendo agraciada por el veredicto de los jueces, quienes “casualmente” dieron el resultado que beneficiaba enteramente a los planes de la compañía de Bob Arum. Éste pretende organizar próximamente una triple unificación de coronas entre Smith y Artur Beterbiev, encuentro que el ruso no debería tener demasiados problemas para vencer por knockout si está en buen estado físico. Por lo demás, Smith debería tener que afrontar teóricamente una pelea obligatoria a continuación pero, teniendo en cuenta que la WBO se doblega completamente ante las peticiones de Arum, es imposible valorar esta puesta en juego como un obstáculo seguro.