El excampeón mundial José Pedraza mostró habilidad y experiencia para forzar el abandono del invicto Julian Rodríguez

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Virgin Hotels Las Vegas, Las Vegas, Estados Unidos. Peso superligero.

No se puede entender cómo fue posible que los expertos de las casas de apuestas tuviesen a un exmonarca mundial con experiencia de la máxima calidad y que llegaba de grandes actuaciones como el puertorriqueño José “Sniper” Pedraza 29(14KO)-3(1) hasta cuatro dólares por detrás del prospecto estadounidense Julian “Hammer Hands” Rodríguez 21(14KO)-1(1), que lo tenía todo por demostrar y que había evidenciado algunos defectos serios. Sea como sea, evidentemente sobre el ring no hubo la diferencia que las cuotas sugerían a favor de Rodríguez, que fue superado por la versatilidad del hábil monarca y por su conocimiento pugilístico adquirido hasta que se vio obligado a abandonar tras ocho asaltos.

Con su juego de piernas, su astucia y experiencia, Pedraza realizó entradas y salidas con directos que se mostraron eficaces ante los primeros envites de Rodríguez que, como se había podido intuir en anteriores peleas, no tiene gran fluidez combativa ni una agilidad tan buena como algunos creían. De todos modos, quizás el elemento más sorprendente del combate fue que pronto, cuando se dio cuenta de que su oponente no podía hostigarle, Pedraza aceptó quedarse más en el centro del ring e incluso cruzó golpes contra un adversario que supuestamente le superaba por mucho en potencia, si bien el boricua pudo encajar sin problemas las manos de su rival y le conectó secas combinaciones de ganchos y uppercuts que le permitieron llevarse la mejor parte.

Hacia la mitad del encuentro, pactado a diez asaltos, Rodríguez estaba perdiendo claramente y trató de compensarlo realizando más ofensivas, pero los bloqueos de Pedraza y sus esquivas evitaron que el invicto tuviese resultados importantes, tardando poco “Sniper” en volver a tomar la iniciativa con jabs en posición diestra o zurda, uno-dos, dos-uno y combinaciones de curvos. Finalmente, con Pedraza usando su destreza en los desplazamientos y su inteligencia de ring para variar rápida y sutilmente las distancias y los planteamientos, pasando de esquivas en carrera a ataques en corta sucedidos por contragolpes en la distancia media y larga, el pómulo izquierdo de Rodríguez terminó presentando un estado cada vez peor. A tal punto llegó que, en el descanso entre el octavo y el noveno round, al realizar el cutman presión para intentar bajar la inflamación el púgil sintió un gran dolor que hizo entender a la esquina que no podía continuar.

El mérito del triunfo de Pedraza está en que, entrando como no favorito en las apuestas ante un prospecto repleto de confianza, logró utilizar sus variados recursos para efectuar un muy sólido boxeo ante un oponente que ni mucho menos se dejó abrumar contra las cuerdas asalto tras asalto. Al contrario Rodríguez hizo todo lo que estuvo en su mano para cambiar el signo del combate, pero Pedraza supo manejarse en variadas formas para nunca dejar cómodo a su contrincante, castigarle con afilados rectos, asestarle su primera derrota y darle valiosa experiencia para el futuro.

En cuanto a lo que vendrá para Pedraza, que desde su derrota a los puntos ante “Chon” Zepeda está teniendo muy buen rendimiento, en principio vencer a un boxeador clasificado como él en el top 15 WBO le supondrá poder entrar en el top 5 y en la lucha directa por acceder al mundial. Quizás, Josh Taylor exponga a continuación sus cuatro coronas unificadas ante el retador obligatorio WBO y número 1 de este ranking Jack Catterrall, por lo que tras el combate (y obviando al retador oficial WBC Zepeda, que también está ranqueado en la WBO), “Sniper” quedará tanto rozando una eventual pugna por el cinturón vacante como una posible eliminatoria. Por lo tanto, parece más que posible que la siguiente subida al ring de Pedraza en los últimos meses del año pueda ser en un enfrentamiento trascendental para sus aspiraciones mundialistas.