El británico Lyndon Arthur venció por knockout técnico al italiano Davide Faraci y espera revancha ante Anthony Yarde
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Royal Albert Hall, Londres, Reino Unido. Peso semipesado.
El inglés Lyndon “King Arthur” 19(13KO)-0 afirmó antes del combate que esperaba que su victoria sobre el italiano Davide Faraci 15(7KO)-1(1) fuese una señal respecto al devenir de la final de la Eurocopa de fútbol en la que se enfrentarán este domingo Inglaterra e Italia. Quién sabe si lo sucedido sobre el cuadrilátero tendrá una equivalencia en el césped, pero Arthur cumplió su parte y logró una victoria por KOT en el noveno round que le dejó rodado y con la moral alta de cara a un mayor compromiso que le llegará en el último cuarto de la temporada.
Durante los primeros episodios el planteamiento de Arthur fue el de siempre, o sea aguardar de forma realmente expectante lanzando ciertos jabs y aisladísimos contragolpes en directo diestro o uppercut. Por su parte, Faraci, aunque una vez más fue dubitativo, intentó compensar dicho defecto en su boxeo cargando al ataque en alguna ocasión, pero lo hizo arrojando ganchos toscos que sólo conectó en escaso número y con los que no tuvo efectos decisivos antes de que rápidamente Arthur, que no siempre fue consistente en defensa, forzase un clinch.
Aunque el enfrentamiento parecía encaminarse al monótono desarrollo de otras de sus pugnas, “King Arthur”, tras conectar un derechazo al final del tercer asalto que movió a su oponente, desde el cuarto asalto tomó la iniciativa y empezó a ofrecer cierta presión, algo poco habitual en su boxeo. Puede que su estrategia más ofensiva no fuese desplegada de la mejor de las maneras y puede que recibiese golpes que debería haber evitado, pero al menos entonces no se le pudo acusar de tener una actitud conformista, sino que, apoyándose en su jab arriba y abajo, tiró ciertos ganchos al torso y rostro o uppercuts además de algún eventual derechazo, uno de los cuales estremeció a Faraci en el quinto round.
En respuesta Faraci sacó alguna andanada o directos disuasorios, pero de nuevo sus puños fueron imprecisos y mostró poca profundidad de recursos, acertando más por los descuidos de Arthur, que a veces se olvidaba de bloquear o de usar su cintura, que por sus propia habilidad. Finalmente, Arthur volvió a ceder la iniciativa hacia el séptimo asalto y el encuentro otra vez ofreció menos acciones relevantes, si bien Faraci mostró que estaba evidentemente cansado, cosa que favoreció que en el noveno round una derecha a la contra le tirase al tapiz. El italiano estaba afectado y tras la reanudación recibió algún directo antes de que un uppercut enlazado con gancho le derribase, levantándose por segunda vez pero recibiendo nuevos rectos que llevaron al árbitro a parar el encuentro.
El promotor Frank Warren explicó que el segundo enfrentamiento entre Lyndon Arthur y el exretador mundial Anthony Yarde está convenido ya por contrato y que es el duelo que tendrá lugar a continuación para Arthur, si bien es posible que antes se intente darle su aplazado rodaje a Yarde en agosto. Por lo demás, Warren señaló que la orden de defensa obligatoria del campeón mundial WBO semipesado Joe Smith Jr. no llegará hasta 2022, de modo que, a no ser que sus negociaciones con Beterbiev o Daniel Jacobs se desmoronen, es muy poco probable que el número 1 del ranking Arthur cumpla su deseo de disputar un mundial antes de que concluya este año.
Sea disputando el segundo duelo con Yarde o pelando con Smith, Arthur, pese a su nueva victoria y a los rounds en los que ofreció ciertas ofensivas, siguió demostrando en gran medida que espera que sus rivales se adapten a su muy moderado ritmo en lugar de ajustar él su actividad a la de su oponente. Quizás, ante rivales con bases técnicas inestables como Yarde pueda terminar haciendo lo suficiente para salir con el brazo en alto o que ante adversarios por debajo del nivel de éste o con escasa cadencia consiga ser determinante, pero si no se da cuenta al menos de que tiene una derecha poderosa que necesita explotar muchísimo más y que le permitiría mantener más a raya a sus contrincantes, en cuanto sea presionado con insistencia y solidez va a pasar por apuros para los que todavía no ha desarrollado las respuestas adecuadas.