El invicto superwélter Hamzah Sheeraz batió por KOT a Ezequiel Gurría en el respaldo del Joyce-Takam
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Wembley Arena, Londres, Reino Unido. Peso superwélter.
El plan de Queensberry Promotions era que el peso superwélter británico Hamzah Sheeraz 13(9KO)-0 ofreciese otra convincente actuación más, que lograse una victoria antes del límite y que siguiese subiendo peldaños en el ranking WBO, expectativas que el boxeador cumplió venciendo al extitular de España Ezequiel Gurría 15(3KO)-2(2) por knockout técnico en el quinto episodio.
Asumiendo un riesgo apreciable, Gurría intentó mantener el centro del ring ante su oponente, con el que cruzó jabs y ganchos zurdos. De todos modos, los puños de Sheeraz eran mucho más afilados y precisos, conectando amenazantes ganchos al hígado y uno-dos que llegaron claros sorteando la guardia del visitante. A pesar de que se estaba llevando la peor parte, Gurría se mantuvo en esta peligrosa táctica de intentar no ceder terreno, por lo que, aunque dejó alguna esquiva y llegó con algún buen hook, fue recibiendo secos jabs que terminaron por llevarle hacia las cuerdas al final del segundo round.
Este fue el inicio de una tónica, caracterizada por los esfuerzos de Gurría por llegar con manos en corta aunque terminaba empujado hacia el ensogado, que se fue repitiendo en adelante y en la que igualmente los bloqueos de Sheeraz combinados con sus certeros jabs, uno-dos y cortas series de curvos fueron las acciones más determinantes y pusieron las bases para la conclusión.
Antes de llegar al quinto episodio Gurría había podido soportar los ataques con su voluntad y sus acciones defensivas, pero entonces los uppercuts en los intercambios en corta que aceptó le terminaron por mermar, de modo que, después de dos hooks al cuerpo y un uppercut a la cabeza más, puso la rodilla en la lona. En la reanudación Gurría fue hostigado por ganchos al torso y por nuevos uppercuts hasta que quedó sentado en el tapiz y el tercer hombre paró acertadamente el combate.
Con una buena altura para la división (1,85 m), un boxeo sin nada fuera de lo común o artificios pero sólido y eficaz y una consistencia combativa y una capacidad de definición que van en aumento, Sheeraz pone de manifiesto de forma más clara con cada combate que es un prospecto del peso superwélter a tener en cuenta. Lógicamente le faltan pruebas de fuego que otras promesas de la categoría ya han superado, pero a sus 22 años tiene margen de tiempo para mejorar un boxeo que de momento no ha evidenciado graves brechas. Por ahora está listo para un nuevo paso adelante en aumento de dificultad que contribuya a su evolución y que le ayude a escalar en el top 10 WBO al que accederá, pareciendo que si logra próximamente una victoria ante un buen boxeador del circuito británico o un púgil fogueado en el ámbito internacional muchos se darán cuenta de que le han estado infravalorando o pasando por alto.