Joe Joyce venció por KOT en el sexto round a Carlos Takam y se consolidó como un aspirante obligatorio del ganador del Joshua-Usyk
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Wembley Arena, Londres, Reino Unido. Campeonato de la Commonwealth del peso pesado. Primera puesta en juego del titular Joyce.
La actuación del sábado del invicto peso pesado británico Joe “Juggernaut” Joyce 13(12KO)-0 fue un perfecto resumen de sus cualidades y defectos. Con todo, como sucedió en sus doce combates anteriores, los puntos fuertes del boxeo de Joyce compensaron sus puntos débiles y pudo vencer por KOT en el sexto asalto al exretador mundial franco-camerunés Carlos Takam 39(28KO)-6(4)-1. Como consecuencia de este resultado, Joyce se mantuvo como aspirante obligatorio WBO y, por lo tanto, a la espera del resultado del Joshua-Usyk para apuntar al mundial.
Sumándose la lentitud de manos y de reacción de Joyce a la mayor explosividad de su rival, ya en el primer asalto Takam, que intentó mostrarse móvil, encontró entre sus desplazamientos huecos para nítidos directos diestros y para abiertos cruzados de derecha. Por su parte, “Juggernaut” desde el centro del ring trataba de presionar avanzando contra su adversario de manera frontal y apoyado en golpes realmente lentos. De todos modos, como se podía prever, Takam no poseía demasiada velocidad de piernas, por lo que en el segundo round ya no pudo evitar tanto quedar al alcance de los puños del local, a quien golpeó con ganchos al torso pero siendo contestado por contundentes directos.
Durante el tercer episodio los púgiles intercambiaron jabs de forma algo táctica en el centro del ring, pero Takam se quedó demasiado cerca de su oponente y Joyce pudo aprovecharlo para conectar un potentísimo gancho zurdo que pareció dañar al visitante al final del round. Esto no bastó para convencer al bravo exretador mundial de dejar de buscar la confrontación, y en el cuarto asalto, entre oscilaciones, volvió a intentar impactar sus curvos en corta, manejando bien las piernas Joyce para, de forma sutil, girar o fingir buscar hacerse espacios para preparar una trampa y conectar repentinos hooks.
La exigencia física de intentar eludir y guerrear en repetidos cambios tácticos contra un boxeador tan pesado, grande y fuerte como Joyce se cobró un precio incluso más rápido de lo normal en un Takam que no tiene gran resistencia a la fatiga, de modo que para el quinto asalto sus golpes se habían ralentizado visiblemente y habían perdido tensión, dando además signos evidentes de desgaste. Así, con un rápido uno-dos-hook en el inicio del sexto round Joyce estremeció a su adversario, al que atacó a continuación con un sinfín de hooks, directos y uppercuts que no encontraron a penas respuesta. Finalmente, el mermado Takam dio un traspié al intentar retroceder y recibir un directo y el árbitro paró el combate, algo que cabreó al púgil, que empujó al tercer hombre para sacárselo de encima.
Como siempre, la mezcla de encaje rocoso, fuerza bruta natural y subestimada astucia de Joyce dieron resultados, logrando el boxeador cumplir su objetivo de vencer a Takam en menos rounds que Joshua, que necesitó diez. De hecho, logró asestarle la derrota más rápida de su carrera al correoso y veterano púgil, cosa que, aunque Takam estaba poco rodado y más cerca del final que del comienzo de su trayectoria, no deja de resultar meritorio.
Por otro lado, en la pugna se perfilaron más claramente aspectos que se intuían en el boxeo del británico pero que en esta ocasión se vieron de forma clara. Uno de ellos es que en parte su lentitud es irregular y escogida de forma voluntaria. Dicho de otro modo, los puños del primer asalto de Joyce tenían la velocidad de una tortuga recién despertada, mientras que la combinación que sacudió a Takam en el comienzo del sexto round era, comparativamente, centelleante. Esto indica que el púgil es capaz, si la necesidad lo exige, de llevar su rapidez de manos a un nivel mayor de lo que se cree, si bien decide no hacerlo y sostener una velocidad media más baja, presumiblemente para ahorrar energías y contribuir a su infatigable boxeo, nada común en un combatiente de 120 kg.
Asimismo, si alguien tenía dudas sobre la inteligencia de ring de Joyce, el eventual uso de los pasos laterales y hacia atrás para forzar la apertura de Takam en los cruces fue realmente una muestra de astucia brillante, muy poco habitual en el peso máximo, que demuestra que, aunque sea tosco y no tenga la mejor de las defensas, no es en absoluto el bruto sin cerebro que muchos creen que es.
Dado que Usyk es el siguiente aspirante oficial WBO y peleará con Joshua en septiembre, lo lógico es suponer que Joyce necesitará como mínimo un año más (hasta finales de 2022) para alcanzar el mundial de forma obligatoria y mientras deberá subirse al ring en unos cuantos rodajes. Con todo, el peso pesado en la cúspide es siempre imprevisible y la posibilidad de que un cinturón sea dejado vacante, o cualquier otra eventualidad, no debe ser descartada, de modo que los tiempos para el acceso al mundial de Joyce pueden ser variables y las opciones infinitas. Y es que, por ejemplo, si Usyk destrona a Joshua, el ucraniano podría dar preferencia a volver a medirse a Joyce (pelearon como amateurs) bajo una gran oferta, o quizás si Joshua vence a Usyk y la pelea ante Fury no se materializa “AJ” acepte un choque de estadio ante Joyce que generaría números desorbitados en Reino Unido…