Conor Benn venció por decisión unánime a móvil Adrián Granados
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Emerald Headingley Stadium, Leeds, Reino Unido. Peso wélter.
Por tercera vez en su carrera el invicto británico Conor “The Destroyer” Benn 19(12KO)-0 alcanzó el décimo asalto en un combate, siendo quien le llevó hasta el final de la contienda esta vez el mexicano-estadounidense Adrián “Tigre” Granados 21(15KO)-10(1)-3 que, lejos de la versión agresiva que le hizo despuntar en el pasado, se mostró mayoritariamente conservador y móvil para evitar padecer daños severos. De todos modos, aunque no fue noqueado, Granados salió derrotado de forma unánime y con gran diferencia en dos de las tarjetas: 100-90, 99-91 y 97-93.
Habiendo sido siempre un defecto más que una ventaja su desbordante confianza en sí mismo, la victoria en un round ante Samuel Vargas, como se podía temer, todavía envalentonó más a Benn, que desde el arranque salió a la caza de su oponente buscando un nuevo knockout que le permitiese seguir disfrutando de los halagos que le dio su precedente triunfo. Con todo, numerosas de las ofensivas de Benn resultaron nada meditadas ni preparadas, lanzando derechazos y ganchos zurdos desde cualquier posición que en no pocas ocasiones sólo tocaron el aire ante un púgil con mucha experiencia de calidad como Granados.
De haber sido el visitante un peso wélter de élite o un boxeador en el mejor estado de su carrera, Benn podría haber encajado peligrosos contragolpes, pero el mexicano-estadounidense es una piedra de toque venida a menos que asumió limitado riesgo y que parecía más centrado en resistir rounds que en buscar una sorpresa, siendo muy cortos sus ataques antes de ofrecer constantes repliegues. De todos modos, como Benn estaba empeñado en lograr generar daños, se produjeron algunos cruces de golpes que dieron cierto entretenimiento, si bien en líneas generales el invicto fue quien se llevó la mejor parte.
Efectivamente, a base de explosividad, rapidez, ambición y actitud Benn insistió en sus golpes de poder en directo y gancho zurdo en media-larga y en series de hooks en corta, anotándose los asaltos en su gran mayoría pese a los eventuales curvos sin espacios lanzados por Granados con irregular frecuencia. El punto positivo de la actuación de Benn respecto a otras precedentes fue que cuando él estaba bajo fuego se mostraba más acertado en defensa que en el pasado, si bien esta cautela se desvanecía cuando se arrojaba al ataque, siendo este descuido su gran asignatura pendiente.
Aun así, estando Granados tanto rato apoyado en un dinamismo carente en gran medida de consistencia ofensiva y siendo tan breves sus momentos de cargar al ataque, el británico estuvo lejos de verse en apuros y pudo ir escogiendo sus golpes para capturar una victoria amplia que con un poco de suerte para sus intereses le servirá para comprender cómo gestionar mejor su agresividad y su voluntad de anotarse knockouts.
Según el plan que el líder de Matchroom esbozó para Conor Benn meses atrás, la idea es que este púgil llegue al mundial en cuatro enfrentamientos más, lo que sitúa al británico ante un paso adelante pero uno de no demasiada envergadura. Esto se ve confirmado por más que la suposición, dado que Hearn ha apuntado a Victor Ortiz, Robert Guerrero, Adrien Broner, Amir Khan y a otros púgiles que estuvieron en la cumbre pero ya hace años como posibles rivales para el siguiente combate de Benn.
Así, la idea es darle al imbatido un oponente que en su mejor momento haya estado a un nivel completamente superior al de las piedras de toque y al de los asequibles top 15, pero que ahora mismo no suponga una gran amenaza. Ante Khan, Broner, Ortiz, Guerrero u otro boxeador por el estilo, Benn será claro favorito y será muy difícil que, meramente por explosividad y atletismo, no pueda lograr un triunfo, de modo que habrá que esperar a que avance 2022 y el plan hacia el mundial de Hearn para que se pueda ver al prospecto en retos verdaderamente relevantes.