Previa: Anthony Joshua expone sus tres cinturones mundiales del peso pesado contra el exmonarca indiscutido Oleksandr Usyk
Daniel Pi
@BastionBoxeo
¿Os podéis imaginar una pelea por la corona indiscutida del peso pesado entre Deontay Wilder y Oleksandr Usyk? Pocos han evaluado seriamente esta posibilidad, pero lo cierto es que ese duelo se podría llegar a producir si Wilder y Usyk lograsen vencer a los británicos Tyson Fury y Anthony Joshua. Evidentemente, ni el estadounidense ni el ucraniano son favoritos para imponerse en esos choques y, por lo tanto, que se llegasen a ver las caras requeriría un doble resultado contra pronóstico, algo que todavía baja más la probabilidad. Con todo, que un deportista venza a otro nunca es imposible, menos aún en el boxeo y teniendo los no favoritos elementos a su favor, de modo que, incluso si es muy remota la opción, es conveniente no descartarla sin más.
Dicho esto, e insistiendo en que es realmente complicado que coincidan los triunfos de Wilder y Usyk, ¿alguien pondría la mano en el fuego asegurando que ni siquiera uno de los dos logrará ganar su combate? Esto simplemente no sería cauto, ya que si Wilder tiró dos veces a la lona a Fury (una de ellas la de la famosa “cuenta larga”) existe la posibilidad de que lo derribe una tercera vez; y si un Andy Ruiz con terribles problemas con la alimentación y que entraba como sustituto (después de haber sido despedido de Top Rank) pudo batir por KOT a Joshua, más aún podría lograr aunque fuese una decisión unánime ajustada un oro olímpico y exmonarca indiscutido del peso crucero con la velocidad y la habilidad de Usyk (que además tiene más altura y alcance que Ruiz).
Dejando de lado el sembrar la duda deliberadamente sólo para recordar que ni Fury ni Joshua están ante combates tan fáciles como muchos creen y que el cruce entre ambos no es más seguro que tantos otros grandes duelos que llegaron tarde o nunca, para conocer quién tendrá el camino delante de sí despejado (eso sí, sin perder de vista las posibles revanchas, defensas obligatorias e imprevistos) sólo tendremos que esperar dos semanas: las que van desde el Joshua-Usyk de este sábado al Fury-Wilder III del 9 de octubre.
Centrándonos ya definitivamente en el campeonato que se nos avecina antes, son muchísimos los que simplemente piensan que Anthony Joshua 24(22KO)-1(1) va a pasar por encima de Oleksandr Usyk 18(13KO)-0 por una cuestión de dimensiones, adaptación a la categoría y capacidad de definición. Para apoyar su teoría, estos valoran que si Joshua pudo vencer antes del límite a boxeadores como Klitschko, Whyte, Povetkin o Pulev más fácil lo tendrá aún con un oponente como Usyk, que en sus dos únicos combates en el peso pesado no brilló esplendorosamente ante Chazz Witherspoon y Dereck Chisora.
Con todo, esta es una lectura notablemente simplista, dado que, dejando de lado el hecho de que Klitschko y Povetkin estaban en horas muy bajas respecto a sus picos de rendimiento, Usyk no representa un reto equiparable a ninguno que haya hecho frente hasta ahora Joshua, quien no se espera tampoco que ofrezca un boxeo de presión al comienzo como el que caracteriza a Dereck Chisora. En cuanto a este último, no se debe infravalorar a Chisora, que después de hacerse correoso para el ucraniano perdió ajustada/polémicamente contra el excampeón mundial Joseph Parker, al que derribó en el primer asalto.
Ciertamente, si Joshua subiese al cuadrilátero su versión más potente y pesada y tratase de arrancar buscando generar daños cruciales al comienzo esto podría darle buenos resultados. Y es que es de sobra conocido que Usyk es lo que los anglosajones llaman un “slowstarter”, o sea el de tipo de púgil (como por ejemplo también Terence Crawford) que comienza a bajo ritmo pero que con el paso de los minutos va desplegado cada vez más y mejor su boxeo hasta tejer una telaraña realmente densa y difícil de franquear. De ese modo, si un Joshua más fresco, grande y veloz de manos que Chisora aprovechase dicha tendencia de Usyk podría intentar buscar un temprano golpe en la mesa. Sin embargo, no se espera que el local vaya a optar por poner mucho peso sobre la báscula.
Respecto a la elección de kilogramos, que en esta ocasión resulta casi tan clave como la selección estratégica, para nadie pasa por alto que el Joshua más musculado se queda sin energías hacia la mitad, pérdida de rendimiento que es muchísimo menos acusada cuando ha tenido un peso más ligero. El ejemplo evidente de ello es la fatiga mostrada por Joshua con 115 kg ante Takam y la movilidad constante que tuvo con 107 kg en la revancha ante Ruiz. Esto no pasa por alto para el equipo de “AJ” ni para el propio púgil, que han dejado caer en diversas ocasiones en los últimos meses que para un desafío como el que supone Usyk necesitará estar más ágil y menos rígido y optar por un peso menor.
No obstante, si Joshua y su entrenador proyectasen un choque largo, táctico y en el que buscasen contener a su rival más por habilidad que por potencia y contundencia, la pelea se volvería mucho más abierta y de resultado más incierto.
Tratando de arrollar a Usyk habría dos opciones, o que Joshua lograse réditos decisivos tempranos o que no lo consiguiese y que su pérdida de energías permitiese al ucraniano tener una mejor segunda mitad. No obstante, si se suprime en gran medida la ventaja en potencia y se intenta pelear contra Usyk desde el comienzo dando prioridad a la destreza, no hay garantía alguna de que el zurdo invicto no pueda usar sus fintas, sus diagonales, sus cambios de línea de ataque inesperados y su infinita variedad de recursos ofensivos para lograr mostrarse superior en una pelea de astucias. Algunos recuerdan que Joshua peleó de forma táctica en la revancha contra Ruiz y que tuvo buenos resultados, pero comparar el lento y simple avance frontal de este último con la agilidad, la heterodoxia y la movilidad de Usyk no tiene sentido.
Para añadir todavía más incógnitas mientras algunos dicen que Joshua dará el menor peso de su carrera, Eddie Hearn ha dicho recientemente que él no ve más delgado y ligero a Joshua de lo normal, palabras que añaden más dudas pero que deben ser valoradas con mucha cautela por la posibilidad de que sean una mera maniobra promocional para intentar confundir.
En cualquier caso, hay ciertos aspectos que en uno u otro planteamiento serán clave, como el manejo del jab de Joshua, con el que necesitará estar muy activo pero variable, sin permitir que su astuto rival pueda habituarse a él y contragolpearlo; como el uso de la zurda recta de Usyk trazando una diagonal hacia su derecha; como las compactas combinaciones del británico al ataque en media o el engañoso uso del jab y los inesperados uppercuts del visitante, etc.
Un mundial del peso pesado es siempre una de las mayores citas de la temporada boxística, más aún cuando hay cintos unificados en juego y el retador es un púgil con el palmarés, el talento y la capacidad para estar a la altura en las grandes noches como Usyk, por lo que, sea el duelo demasiado cauteloso y frio o inolvidable y emocionante, habrá que estar muy atentos a este cruce clave en las carreras de dos púgiles que se considera que tienen ya casi seguro terminar en el Salón de la Fama cuando se retiren.
El Joshua-Usyk y su respaldo (que será abordado en una previa que encontraréis mañana en Bastión Boxeo) serán emitidos por DAZN el sábado desde las 19:00 en hora española, las 13:00 ET/10:00 PT en Estados Unidos y las 18:00 en Reino Unido, donde se retransmitirá a través de un PPV (25 libras) de Sky Sports.