Troy Williamson durante la proclamación en su victoria contra Cheeseman

Troy Williamson se proclamó campeón británico del peso superwélter en extraordinaria batalla ante Ted Cheeseman

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Echo Arena, Liverpool, Reino Unido. Campeonato británico del peso superwélter. Primera puesta en juego del titular Cheeseman.

Los campeonatos británicos suelen ser siempre buenos enfrentamientos, pero el que nos dejaron el titular Ted “The Big Cheese” Cheeseman 17(10KO)-3(1)-1 y Troy “Trojan” Williamson, 17(13KO)-0-1 fue simplemente extraordinario, ofreciendo un sinfín de cruces de golpes encarnizados e idas y venidas de ambos. De este combate salió coronado Williamson, que se impuso con un formidable KOT en el décimo asalto.

Desde el centro del ring y desde el primer asalto, los dos boxeadores intercambiaron golpes con no poca intensidad, llegándose ambos con cruzados y hooks claros. Quizás Williamson se estaba mostrando algo más explosivo e insistente, pero la astucia de Cheeseman y su experiencia se hacían notar también con certeros y astutos contragolpes, especialmente cuando en el segundo round se crearon más espacios. Asimismo, en el tercer episodio, pese a los habituales jabs y uno-dos del tenaz retador, Cheeseman conectó buenos ganchos abajo.

En cualquier caso, Williamson tenía tanta chispa como ambición y con tensos jabs, ganchos de mano adelantada y directos aislados o en uno-dos llegó con contundencia contra el campeón en el cuarto episodio, aumentando su esfuerzo en el quinto asalto y llegando a estremecer a “The Big Cheese” con un uppercut diestro al final del round, en el que éste padeció además un corte en torno a su ojo izquierdo. El exigente combate en corta que se estaba desarrollando amenazaba con desgastar al púgil que más guerras ha acumulado en su trayectoria, o sea Cheeseman, que fue alcanzado por secos derechazos y hooks zurdos en el sexto round, si bien el episodio terminó con ambos púgiles siendo estremecidos claramente en espectaculares intercambios.

De nuevo los contendientes fueron sacudidos por golpes de poder en el séptimo asalto, siendo entonces “Trojan” quien dio muestras de que podía ceder, algo que pareció confirmarse en un octavo round en el que las andanadas de curvos del campeón le hicieron replegarse y por momentos incluso pareció cerca de sucumbir, si bien tampoco lo hizo. De hecho, sacando fuerzas de flaqueza, en el noveno episodio Williamson primero se mostró activo con los directos para intentar mantener los espacios y posteriormente presionó a su oponente y lo movió con un cruzado zurdo. Finalmente, en el décimo asalto la batalla de desgaste se terminó con Cheeseman no pudiendo soportar más el castigo y cayendo desarbolado y sin posibilidad de seguir por un cruzado zurdo precedido por otro diestro.

Con un triunfo antes del límite en un épico combate ante otro clasificado IBF, además de campeón de Reino Unido, como Cheeseman, Williamson sale del combate sumamente reforzado, escalará hasta en torno al top 5 de la lista de la Federación y estará emplazado a grandes oportunidades. En este sentido hay que recordar que Williamson es un púgil de la escuadra de Frank Warren, promotor al que habrá dado una gigantesca alegría por lograr destronar a un boxeador de Matchroom Boxing en una de sus carteleras, de modo que puede esperar recibir un apoyo firme en adelante por parte de la compañía que le representa.

Un exitoso debut
Antes de llegar al semifondo de la cartelera el británico Peter McGrail 1(0KO)-0 tuvo un debut profesional en el que cosechó su primera victoria, llegando ésta ante su compatriota Ed Harrison 2(0KO)-9(1). La tarjeta del juez-árbitro fue de 60-54.

El zurdo McGrail quería ser convincente en este importante primer paso de su trayectoria en el boxeo de pago, por lo que avanzó contra su adversario, lo condujo contra las cuerdas y lo desbordó con combinaciones de directo de izquierda y curvo de mano adelantada. Harrison es un púgil fogueado y con ventaja en altura pero, más allá de algunos esporádicos nítidos contragolpes, su voluntad y su tesón no podían igualar las ofensivas y el ritmo de McGrail.

Es verdad que en ocasiones las transiciones a posición defensiva del favorito no fueron todo lo efectivas que debieron ser y puede que en momentos tratase de hacer demasiadas cosas y como consecuencia de ello dudase, pero para un debutante no fue en absoluto una mala actuación e incluso tuvo diversos destellos de calidad, por ejemplo trazando diagonales y sacando con fluidez compactas combinaciones.