David Benavídez obligó a la esquina de Kyrone Davis a tirar la toalla tras siete rounds de creciente castigo
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Footprint Center, Phoenix, Estados Unidos. Peso supermedio.
Con el excampeón mundial José Uzcátegui siendo sacado del combate un par de semanas antes del combate por un positivo en test antidopaje, el exmonarca mundial del peso supermedio David «El Bandera Roja» Benavídez 25(22KO)-0 tuvo que conformarse con un choque ante su compatriota Kyrone “Shut It Down” Davis 16(6KO)-3(1)-1, sustituto que en el enfrentamiento hizo todo lo que estuvo en su mano para resistir y dar réplica pero que fue castigado cada vez más hasta que en el séptimo round su equipo tuvo que tirar la toalla.
Para evitar la pegada del favorito, Davis decidió en el primer episodio correr por el ring con velocidad y sin preocuparse a penas por golpear, siendo perseguido por un Benavídez que iba sacando escasos ganchos aquí y allá. Viendo que así no podía conseguir nada, Davis estuvo algo más comedido en su movilidad en el segundo episodio, pero sus pocos jabs fueron superados de forma evidente por los hooks del excampeón, que fue yendo a más en su despliegue ofensivo pese a la voluntad de su adversario de reducir las confrontaciones.
Eventualmente Davis empezó a tirar alguna combinación de directo-hook, pero los bloqueos de Benavídez las contuvieron y dieron paso a sus hooks zurdos, a sus poderosos directos diestros y a explosivas series de curvos. Así, para el cuarto round “Shut It Down” ya se vio conducido a las cuerdas y fue alcanzado por agresivas andanadas que, eso sí, trató de contestar con valentía. A pesar del tesón del no favorito, en el quinto episodio el castigo continuó llegando constante y peligroso contra un Davis encerrado en las cuerdas prolongadamente, quedando de manifiesto que esta tendencia no se podría sostener durante mucho tiempo antes de que fuese necesario intervenir.
Aunque todavía para el sexto asalto Davis resistía y sacaba alguna tensa pero imprecisa combinación, señalando falsamente con su cabeza que los puños rivales no le hacían daño, los ganchos arriba y abajo, los uppercuts y los rectos del “Bandera Roja” le estaban desgastando por momentos. De ese modo en el séptimo round un Davis cortado, golpeado y sin posibilidades de triunfo vio como la toalla volaba desde su equina para, acertadamente, protegerle de más daños.
Teniendo en cuenta las muestras de contundencia que dio y que logró el éxito en un estadio ante su público, seguramente lo sucedido el sábado será utilizado por la maquinaria propagandística de PBC para señalar que David Benavídez no es sólo la mejor opción sino la única como posible rival de Canelo Álvarez. Ciertamente si el WBC ordena un combate entre Canelo y Benavídez este adversario será el único posible al que puede hacer frente el mexicano si quiere conservar sus cinturones, pero que el retador pueda vencer ese encuentro o que sea la mejor opción para ello es cuanto menos cuestionable.
Y es que ante Davis mostró, pese a su pegada y a sus grandes dimensiones, una sorprendentemente limitada fuerza en el cuerpo a cuerpo, siendo movido en los agarres o empujado con facilidad por su contrincante incluso cuando comenzó a estar tocado. Asimismo un frontal Benavídez recibió manos nítidas en cruces de golpes y cuando los golpes le llegaron no estuvo especialmente resolutivo, esperando a que su oponente dejase de pegar para realizar una contraofensiva, brechas que si se evidenciaron ante un boxeador por debajo del nivel del top 15 y con poco tiempo de preparación como Davis las padecería mucho más agravadas ante Canelo.