Previa: Artem Dalakian realiza su primera defensa mundialista en cerca de dos años enfrentándose al “Nica” Concepción
Daniel Pi
@BastionBoxeo
El peso wélter Terence Crawford no será el único campeón que afrontará este sábado una pelea crucial para su carrera después de años sin enfrentarse a un boxeador del máximo renombre, ya que una situación similar, salvando las distancias, será la que afrontará el ucraniano-azerí Artem Dalakian 20(14KO)-0, campeón mundial WBA del peso mosca. Y es que el invicto monarca, casi cuatro años después de coronarse con su mayor victoria ante el icónico Brian Viloria, afrontará de lejos la puesta en juego más difícil de su reinado ante el veterano panameño Luis “El Nica” Concepción 39(28KO)-8(3), al que se medirá en el ACCO International Exhibition Center de Kiev, Ucrania.
Hay que destacar que las cuatro defensas que ha realizado hasta ahora Dalakian se han producido ante boxeadores que entraban al combate sin posibilidades de vencer, siendo estos los modestos Sirichai Thaiyen, Gregorio Lebrón, Sarawut Thawornkham y Josber Perez, boxeadores que ni antes ni después de sus asaltos mundialistas cosecharon éxitos ni remotamente equivalentes a los de los boxeadores de la parte alta de la categoría. Lo cierto es que sus inclusiones en el ranking WBA resultaron manifiestamente extrañas, más aún recibiendo algunos de ellos la posición de retador obligatorio.
Por lo tanto, después de haber perdido años de su carrera en combates que no supusieron nada positivo para él más allá de poder decir de cara a la galería que ocupaba un trono mundialista, Dalakian dará un salto enorme enfrentándose a Concepción, boxeador aguerrido, de gran pegada, con enorme experiencia de calidad (se ha medido a rivales como Hernán Márquez, Carlos Cuadras, Kohei Kono, Khalid Yafai, Andrew Moloney etc.) y que en su último combate noqueó al voluntarioso exretador mundial Rober Barrera.
Dado que Dalakian y Concepción llegan al encuentro después de estar inactivos desde febrero de 2020, en el campeonato existe una gran incógnita en cuanto al estado de forma, la concentración y el rendimiento que puedan tener, aspectos muy importantes que hacen más difícil el análisis previo al choque, especialmente sumándose otros elementos más.
Por ejemplo, se debe tener en cuenta, entre otros factores, que los boxeadores que pelean de forma constante ante rivales por debajo de su nivel como Dalakian suelen terminar padeciendo una crítica disminución de sus rendimientos, algo que se puede pagar muy caro en una noche importante. Por otro lado, aunque contradiciendo a quienes pensaban que estaba acabado hace ya muchos años, Concepción siempre ha terminado rebotando y ofreciendo buenas actuaciones ante oponentes de calibre o incluso anotándose victorias relevantes, el hecho es que es un boxeador con una larga carrera y casi 50 peleas, que ha estado en muchas duras guerras y que ha padecido una gran cantidad de castigo, por lo que está más cerca que lejos de su retiro o de que se encuentre definitivamente con el muro insalvable en forma de pérdida de rendimiento con el que todo púgil veterano se termina encontrando.
En definitiva, todos estos factores solo hacen que abrir el margen de posibilidades y disminuir las certezas respecto al duelo. En cualquier caso, si nos abstraemos de lo señalado y damos por hecho que no se verán afectados críticamente en sus boxeos por los elementos intangibles, Dalakian será favorito tanto por su condición de local como por su superioridad técnica y su gran astucia. En base a ello debería poder mantenerse en larga ante un oponente menos ágil y con menor velocidad y tratar de castigarlo con sus inesperados directos en arremetida o con sus afilados contragolpes. Con todo, Concepción tiene el oficio y el conocimiento boxístico adquirido como para manejarse en situaciones complicadas y encontrar el camino para sus golpes de poder, por lo que si el juego de piernas de Dalakian falla, el óxido de ring le atenaza o tiene un grave descuido se verá obligado a recurrir al clinch y a sus habituales artimañas en corta para tratar de frenar el peligroso empuje del fuerte retador.