Terence Crawford remontó complicado combate contra Shawn Porter con KOT en el décimo round

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Mandalay Bay, Las Vegas, Estados Unidos. Campeonato mundial WBO del peso wélter. Quinta puesta en juego del titular Crawford.

Al estadounidense Terence “Bud” Crawford 38(29KO)-0 le ofrecieron anoche una de las peleas más complicadas de toda su carrera, habiendo prácticamente consenso pleno entre expertos, jueces y aficionados de que hacia la mitad estaba por debajo en las puntuaciones parciales de su duelo contra Shawn “Showtime” Porter 31(17KO)-4(1)-1. No obstante, aunque en esta ocasión tardó más de lo habitual en encontrar el punto de inflexión, finalmente Crawford terminó como siempre saliendo del combate con el brazo en alto, logrando su victoria esta vez con un KOT en el décimo round.

Es conocido que Crawford es un boxeador con buenas segundas mitades, por lo que la mejor opción de Porter pasaba por intentar empezar fuerte. Efectivamente Porter no tardó en armar las primeras ofensivas contra un Crawford que se mostró dinámico y que recurrió al clinch sin dudarlo para evitar la pelea en corta, aunque sin evitar ser alcanzado por algunos hooks. De todos modos, el empuje inicial de Porter se vio sucedido por largos periodos tácticos en los que trataba de sorprender con salteadas arremetidas. Así dio margen para algunos jabs de “Bud” y para peligrosos contragolpes con cruzado de mano adelantada, aunque Porter tuvo también buenos movimientos de cintura y llegó con rectos, evitando distanciarse en las tarjetas.

Pese a sus éxitos parciales y pese al hecho evidente de que mantener los espacios reducidos contra Crawford es muy complicado, Porter se equivocó espaciando sus ofensivas cada vez más y cediendo la iniciativa incluso cuando no había necesidad, más aún cuando en el tercer round movió un tanto con un hook al campeón en un cruce. Los periodos tácticos no quitaban tensión al combate, en el que parecía que podía suceder algo grande en el momento menos esperado, impactando sorprendentes rectos Porter y oportunos cruzados Crawford, teniendo que lidiar entre todo ello el primero con un serio corte alrededor de su ojo derecho.

Si bien la igualdad general era considerable, se podía argumentar perfectamente que Porter iba por delante en el primer tercio (curiosamente hasta el comentarista de ESPN/Top Rank Ward llevaba a Porter ganando 3-1), ya que con sus arremetidas había llegado con manos claras y su rival no había tenido la mejor de las reacciones (especialmente precipitándose hacia el clinch), siendo el monarca golpeado por series de hooks en corta en el cuarto asalto y errando rectos consecutivos por los movimientos de cintura de “Showtime” en el quinto, en el que Crawford padeció un corte por choque de cabezas.

Alcanzado el séptimo asalto, en el que en varias ocasiones en el pasado Crawford creó un punto de inflexión favorable, el invicto siguió sin mostrarse excesivamente eficaz, llegando con algún jab pero viéndose agobiado bajo presión y recurriendo a agarres bastantes desesperados. En el octavo asalto sí encontró el camino momentáneamente para frenar a Porter con sus rectos, pero posteriormente fue alcanzado igualmente por tensos curvos. Los cuatro últimos asaltos debían ser decisivos de cara a unas eventuales cartulinas (Ward llevaba 4-3 ganando a Porter hasta el séptimo), pero finalmente no fue necesario recurrir a ellas.

En el noveno episodio Crawford advirtió mostrándose afilado con los directos y los contragolpes, pero fue en el décimo asalto cuando se anotó un crucial knockdown con un uppercut zurdo tras eludir dos golpes de su aspirante. Poco después de la reanudación una serie de curvos del campeón volvió a derribar a Porter, quien se mostró enfadado consigo mismo por dejarse derribar, dando fuertes puñetazos a la lona. El púgil se alzó y parecía en condiciones de volver a intentar pelear pero el entrenador y padre de Porter decidió tirar la toalla en una decisión que sorprendió e impactó a muchos, entre ellos el propio boxeador, que se enfureció por esa detención.

Ciertamente tenía motivos para el enfado dado que, además de que se le había escapado una pelea en la que había estado por delante y de que todavía podría haber intentado seguir, este fue el último combate de la carrera de Porter, despedida del pugilismo profesional que el boxeador afirmó que tenía planeada ganase, empatase o perdiese. Pese al enfado por poner fin a su trayectoria con una derrota antes del límite, Porter puede estar verdaderamente orgulloso de sus logros, ya que además de llegar a ser campeón mundial y anotarse imporantísimos triunfos le ofreció durísimos combates a toda la élite de una generación del peso wélter.

En cuanto a Crawford, su imagen no fue extraordinaria pese a que obtuvo una valiosísima victoria. Es cierto que es un boxeador que siempre ha mostrado más su grandeza sutilmente que de una forma tan impactante como, por ejemplo, Inoue. Con todo, aunque muchos considerarán que en una comparativa entre los duelos que han sostenido Crawford y Spence contra Porter el primero sale muy favorecido por haber vencido antes del límite, esto es algo cuestionable.

Al margen de que Porter seguramente podría haber seguido tras los knockdowns (algunos aficionados estadounidense están protestando alegando que hubo algo “extraño” en la detención), Spence ganó a Porter aceptando la pelea que más le favorecía a su rival, mientras que Crawford, si bien tuvo a menudo muchos espacios y tiempo para pensar como le convenía, no sacó lo mejor de su boxeo hasta bastante tarde en el duelo, quedando por detrás en las tarjetas pese a su gran ventaja en alcance y mostrando además una vulnerabilidad innegable en el cuerpo a cuerpo saltando al clinch inmediatamente sin intentar otra cosa.

En cualquier caso, Crawford se mantendrá como un top 5 libra por libra con este triunfo que es uno de los tres mayores de toda su carrera, llegando a continuación la gran cuestión de si, con su contrato con Top Rank terminado, está dispuesto a fichar con PBC para encarar las peleas de calibre que tanto tiempo han sido pedidas por los aficionados.