Jessica McCaskill retuvo su título indiscutido wélter ante la sustituta Wyatt. Marc Castro venció con sencillez

Daniel Pi
@BastionBoxeo

MGM Grand, Las Vegas, Estados Unidos. Campeonato por el título indiscutido del peso wélter femenino. Segunda puesta en juego de McCaskill de sus cinturones mundiales unificados WBA, WBC, WBO e IBF.

Mostrando sus virtudes y defectos en plenitud, la estadounidense Jessica “CasKILLA” McCaskill 11(4KO)-2 continuó con su reinado como monarca indiscutida del peso wélter batiendo por KOT en el séptimo episodio a la modesta sustituta canadiense Kandi “Krush” Wyatt 10(3KO)-4(2), que padeció con esta su tercera derrota consecutiva.

Tosca y en mejorable estado forma (si estuviese en condiciones óptimas podría militar como mínimo en el peso ligero y no en el wélter), Wyatt se vio abrumada desde el inicio por una McCaskill que quiso mostrar que era muy superior atosigando a su retadora con agresivas andanadas de rectos y curvos. Con algo de tenacidad pero escasa habilidad Wyatt trató de responder o de inclinarse para no ser alcanzada tan claramente, produciéndose durante bastantes momentos un duelo con intercambios pero desordenado y deslucido, como es habitual en los combates de McCaskill.

La campeona siguió presionando frontal y bastante rígida, y sin importarle mucho los golpes recibidos, lanzando curvos contra la canadiense, que finalmente intentó poner espacios sin conseguir resultados positivos. Al contrario, sus flojos rectos no compensaron los duros cruzados con los que fue alcanzada y que amenazaron con mermarla. Esta advertencia rápidamente desembocó en un hecho inalterable, teniendo la retadora una hermorragia nasal, perdiendo tensión muscular por momentos y viéndose cada vez más hostigada.

Si McCaskill no se encimase tanto y tuviese una mejor técnica podría haber terminado antes con su contrincante, pero el embarrado castigo continuó entre los forcejeos de una Wyatt que tenía mucha más voluntad para intentar no malgastar esta oportunidad que boxeo para aprovecharla. Finalmente, aunque McCaskill se cansó un poco en el sexto round al lanzar rectos en busca de la detención, en el séptimo sacó un par de derechazos que, aunque no dañaron a la retadora, convencieron al tercer hombre de que era innecesario continuar un duelo tan desnivelado, decretando entonces el KOT.

Los esfuerzos de Matchroom Boxing por promocionar y alabar a McCaskill son tan intensos que parecen sugerir que hay un interés más allá del apoyo a la boxeadora en sí. Y es que la promotora cuenta y ha contado con púgiles muy superiores a McCaskill a las que no ha brindado un apoyo tan convencido, total y sin brechas, alcanzándose el punto de que incluso ganó sucesivamente combates controvertidos ante púgiles con más renombre que ella. De ese modo, da la sensación de que quizás el objetivo real podría ser inflarla antes de utilizarla como víctima propiciatoria para que una púgil de la compañía con más boxeo como Chantelle Cameron o Katie Taylor (la irlandesa ya derrotó a McCaskill en 2017), o un fichaje del máximo calibre, pueda vencerla y la suceda como monarca indiscutida, pareciendo inevitable por lo tanto que en 2022 le alcance una mayúscula pugna si no sufre imprevistos.

Marc Castro no tuvo rival en Solís
De entre los prospectos que iban a componer el respaldo inicial de la velada, fue el peso superpluma estadounidense Marc Castro 5(5KO)-0 el que terminó recibiendo un hueco en la emisión de DAZN, no desaprovechando la ocasión y asestándole una derrota al modesto Ronaldo Solís 4(3KO)-3(2)-1 en el segundo asalto.

Con un minuto transcurrido los rectos de Castro ya habían puesto en el tapiz a Solís, que en la reanudación sacó volados con voluntad disuasoria pero sin lograr sacudirse la amenaza que suponía su contrincante, que lanzó sólidas combinaciones y firmes jabs. Ya en el segundo asalto, tras algunos ataques más, Castro sacó un derechazo que puso en el tapiz a su contrincante, que se levantó en mal estado y que vio como el árbitro detenía el combate.