Sebastián Fundora se anotó victoria unánime sobre Sergio García con dos cartulinas corruptas y fijadas antes del combate
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Staples Center, Los Ángeles, Estados Unidos. Semieliminatoria WBC del peso superwélter.
Cuando se tienen muchos elementos en contra como mejor se puede combatir para intentar decantar la balanza es tirando de coraje y de determinación inquebrantables, precisamente las cualidades que evidenció sobradamente el español Sergio “El Niño” García 33(14KO)-1 ante el altísimo y muy complicado estadounidense Sebastián “The Towering Inferno” Fundora 18(12KO)-0-1. Tanta fue la garra mostrada por el visitante que a ojos de muchos observadores imparciales mereció el triunfo por un round, el empate o, cuanto menos, sólo había perdido por la mínima. Esta última posibilidad fue recogida en una tarjeta justificable del juez Tom Carusone, que le dio el triunfo al local por 115-113, pero los dos restantes jueces Lou Moret y Alejandro Rochin (el juez del 115-111 a favor de Wilder en el Wilder-Fury I) dieron respectivamente cartulinas de 118-110 y 117-111 que son simplemente injustificables y corruptas.
Algunos piensan que para que exista la corrupción hace falta que se den sobres llenos de dinero secretamente, pero realmente esto no es así, sino que hay otras formas (como las relacionadas con la asignación de peleas importantes en la comisiones y la cantidad de duelos que reciben los jueces) a través de las que se puede materializar un sesgo deliberado tan espantoso como el de estos dos oficiales. Y es que dándole únicamente dos y tres asaltos a García simplemente tuvieron que otorgarle rounds a Fundora en los que éste fue apabullado por frecuencia de golpes, de modo que sólo el hecho de que sus puntuaciones estuviesen prefijadas las explicarían.
Desde las posiciones desde las que habitualmente los boxeadores se quedan fuera de alcance, Fundora llegó sobradamente con rectos y abiertos curvos al ataque y a la contra en el primer round, intentando por su parte García reposicionarse, mover la cintura y tratar de llegar con tesón con sus directos. Con todo, la ventaja en potencia de Fundora y su destreza en corta se pusieron de manifiesto rápidamente sacudiendo el rostro de su rival al contragolpe y sacando duros hooks al torso. A base de insistencia y coraje, en el segundo round García se situó en corta y arrojó rectos y ganchos con buena cadencia que incomodaron a su contrincante, a quien siguió presionando con intensidad y sin descanso en el tercer asalto, en el que García recibió algunas duras manos a la contra pero en el que incluso provocó una hemorragia nasal a su adversario.
Ajustando, en el cuarto round Fundora estuvo más dispuesto a dar un paso atrás y a caminar el ring, llegando con uppercuts a la contra que provocaron un corte alrededor del ojo izquierdo de “El Niño”, pero García impactó también nítidas manos diestras, mostrando su absoluto compromiso en la lucha por la victoria y su negativa a arrugarse ante las dificultades, incluso aunque en el quinto asalto recibió fuertes rectos y cruzados. De hecho, si bien el estadounidense intentó caminar y boxear en el sexto, García le llegó con precisos rectos que sorprendieron a su adversario, que siguió desplazándose y buscando cruzados y directos aunque dando muestras claras de cansancio.
En el momento más necesario, a “The Towering Inferno” le llegó un cierto segundo aire, moviéndose, alargando los brazos y sacando rectos que, aunque fuesen disuasorios, le podían servir para que los jueces tuviesen una excusa para decantarse por él. Por su parte, García siguió llegando con llamativos derechazos pero redujo su presión de forma crucial y ya no solía mantenerse en corta, sino que perseguía con más distancia a un Fundora que, a pesar de ser un válido púgil sin espacios, con su altura y envergadura realmente estaba menos incómodo sacando directos en larga. Con todo, el norteamericano siguió padeciendo dificultades para lidiar con el timing y la persistencia de García, que con su uno-dos alcanzaba de forma muy clara a su adversario.
Finalmente, Fundora, sintiendo que la pelea podía estar complicándose en las tarjetas (aunque para dos oficiales no era así), en el undécimo round sacó más agresividad con sus golpes de poder curvos, produciéndose igualados cruces en los que García continuó trabajando con dureza y llegando con precisos uppercuts, terminando el español conectando potentes cruzados en un último asalto en el que el local quemó sus últimos cartuchos con una importante cadencia de curvos.
Con una victoria García habría disparado su cotización y habría accedido a una eliminatoria final contra Erickson Lubin en la que hubiese estado en juego alcanzar una oportunidad mundialista. En cambio ahora se tendrá que conformar con que el consenso señala que mereció más de lo que los jueces le dieron (esta es la opinión incluso entre los aficionados y expertos estadounidenses) y que en la mayor pelea de su carrera hizo cuanto estuvo en su mano y más para intentar vencer, algo que no todo el mundo puede decir. Asimismo, si reina cierta lógica, le deberían llegar ofertas importantes para medirse a adversarios de la parte alta de la categoría.
En cuanto a Fundora, muchos tuvieron la sensación tras el encuentro de que si su adversario hubiese tenido más pegada podría haberle puesto en una posición muy difícil de la que no habría salido con el brazo en alto, accediendo por lo tanto con unos cuantos interrogantes importantes sobre él a la pugna eliminatoria ante Lubin.