El japonés Masataka Taniguchi derribó y batió por KOT al monarca mundial puertorriqueño Wilfredo Méndez. Crónica completa
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Ryōgoku Kokugikan, Tokio, Japón. Campeonato mundial WBO del peso mínimo. Tercera puesta en juego del titular Méndez.
La hegemonía asiática del peso mínimo masculino vuelve a ser absoluta, dado que este martes, en el semifondo del Inoue-Dipaen, el único monarca mundial actual de la categoría no procedente de Asia, el puertorriqueño Wilfredo “Bimbito” Méndez 16(6KO)-2(1), ha visto finalizar su reinado con un KOT en el undécimo round a manos de su retador obligatorio, el japonés Masataka Taniguchi 15(10KO)-3.
El monarca era consciente de que necesitaba abrir el ring, cosa que hizo en el primer asalto desplazándose cercano a las cuerdas y buscando ocasiones para sacar secos rectos. Con todo, la persecución de Taniguchi era muy amenazadora, llegando con salteados golpes de poder, especialmente con zurdazos arriba y abajo. Viendo que su oponente le acechaba, Méndez trató de hacerse respetar manteniéndose más estático y más cerca del centro del ring en el segundo asalto, error que pagó muy caro, ya que en la pelea física que se fue desplegando dio más oportunidades al fuerte Taniguchi, que lo aprovechó para derribar a su contrincante con una izquierda recta en la distancia media-corta.
Si Taniguchi ya tenía ventaja en fuerza antes de este knockdown, tras la caída ésta se agrandó, aunque Méndez hizo lo que pudo para, con directos disuasorios, velocidad de manos, reposicionamientos y cruces en corta, intentar contener el empuje de su retador. Además de usar bien entonces su juego de piernas y sus esquivas el titular recurrió crecientemente a los clinches, algo que tendría consecuencias más adelante. Por el momento, el puertorriqueño se había recuperado de la caída y hacía todo lo que podía para tratar de recuperar el margen perdido en las puntuaciones.
De todos modos, si bien tuvo momentos de brillantez técnica con algún cruzado a la contra y mostró mucha bravura en los cruces, para el cuarto asalto la pelea fue muy física, con el monarca de espaldas a las cuerdas y con ambos forcejeando entre clinches en corta, produciéndose eventuales contundentes estallidos con hooks de Taniguchi que, como era de prever, en este tipo de boxeo tenía las de ganar y podría terminar mermando críticamente a su rival. En el quinto round Méndez se anticipó y tomó la iniciativa, pero el nipón usó dobles jabs y desplazamientos para mantener el orden, volviendo en el sexto asalto los intercambios de golpes en corta y la repetición de agarres de Méndez, que perdió un punto por ello.
La contienda estaba en una posición muy complicada para el boricua, que iba por debajo en las cartulinas, que estaba en el tipo de duelo que menos le convenía y que con el paso de los asaltos corría el riesgo de ir a menos, pero pasada la mitad tiró una buena cantidad de golpes a través de series en la guerra cuerpo a cuerpo en la que había desembocado el campeonato, luchando por intentar retener su cetro entre los potentes ganchos arriba y abajo y los cortos rectos de Taniguchi. Con su determinación Méndez fue tomando la iniciativa en ciertos periodos y en el octavo incluso pareció dañar ligeramente con sus andanadas de hooks.
Hasta cierto punto, ayudado por un segundo aire, pudo parecer que Méndez estaba en posición de remontar, pero entonces en el noveno asalto el japonés reaccionó e intensificó su ofensiva, dañando con un gancho a su contrincante y obligándole a replegarse hasta las cuerdas, donde continuó hostigándole impactando brutales rectos zurdos arriba y curvos al torso. “Bimbito” sacó fuerzas de flaqueza y replicó con todo lo que le quedaba, teniendo un cierto respiro en un décimo en el que conectó muy duras manos en breves intercambios, pero en el undécimo una izquierda descendente le dejó tocado. El visitante intentó agarrarse, pero recibió series de directos y curvos hasta que con unos cuantos rectos más el tercer hombre paró acertadamente el choque.
Dejando de lado casos como el del propio Niyomtrong, en el peso mínimo se suelen producir reinados bastante breves y habituales cambios de manos en la posesión de los cinturones, de modo que Taniguchi debe andarse con mucho ojo para no correr la misma suerte. Asimismo, aunque es fortísimo, cuenta con pegada y tiene una tenacidad de hierro, padece brechas técnicas que los mayores exponentes de la división pueden explotar. En cualquier caso, tras haber sufrido ciertos ajustados reveses, Taniguchi puede disfrutar del momento al haber cumplido el sueño de reinar como monarca mundial y haber alcanzado el punto culminante de su carrera, siendo además un boxeador que nos garantizará pugnas muy entretenidas se prolongue lo que se prolongue su estancia en el trono WBO mínimo.