La eliminatoria Israil Madrimov vs. Michel Soro terminó con gigantesca controversia por detención fuera de tiempo
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Renaissance Hall, Tashkent, Uzbekistán. Eliminatoria WBA del peso superwélter.
El prospecto uzbeko Israil Madrimov 8(6KO)-0 se encontraba ante su público en la mayor noche de su carrera profesional, en la que estuvo a la altura de las circunstancias y mostró evolución contra su adversario más complicado, el peligrosísimo franco-camerunés Michel Soro 35(24KO)-3(1)-1. Con su muy meritoria actuación, y aunque era un encuentro duro y que se había cobrado un precio en él también, Madrimov se situó a las puertas de ser el primero en lograr la gesta de derrotar antes del límite a Soro, ganándose además un acceso al mundial superwélter WBA. Sin embargo, un terrible error del tercer hombre supuso una mayúscula polémica que empañó y cuestionó el triunfo de Madrimov en el noveno asalto, resultado que dará muchísimo que hablar oficial y extraoficialmente.
Afortunadamente para sus intereses, Madrimov ofreció al comienzo un boxeo mucho más coherente que en otros encuentros de su corta carrera profesional, estando ordenado, tanteando con entradas y salidas y recolocaciones convenientes y escogiendo manos directas sin precipitarse. Soro, por su parte, quería buscar peligrosos contragolpes en hook y uppercut, pero no estaba desplegando sus rectos de manera suficiente, restándole esto un margen ante un Madrimov que acertadamente no quería salirse de su eficaz combate en larga y media-larga.
No permitiendo que el visitante se anticipase y no estando Soro muy dispuesto a presionar, Madrimov llegó con abiertos cruzados diestros, ganchos abajo y arriba y otras manos claras que por su disparidad sorprendían a su oponente. Por ello, en el cuarto round Soro necesitaba un ajuste y lo realizó, atacando más con sus uno-dos y sus cortas series de curvos, pero el uzbeko le replicó con dureza con derechazos que redujeron la presión. Este patrón se repitió intensificado en el quinto, en el que potentes hooks zurdos del franco-marfileño amenazaron claramente pero Madrimov contestó, entre otras cosas, estremeciendo al visitante con un curvo diestro.
Llegando al sexto asalto el uzbeko dio muestras de su habilidad abriendo bien el ring, evitando directos y conectando su jab, pero Soro, que debía saber que podía estar por debajo en las tarjetas, insistió con sus rectos. Y es que aunque el local tiene habilidad, éste se equivocaba al permitir que Soro pudiese atacarle a su ritmo, recibiendo Madrimov en torno a la mitad claros directos que le provocaron una hemorragia nasal y desgaste. Así, en el octavo y en el noveno decidió dejar de caminar e intercambiar cuerpo a cuerpo hooks al torso, teniendo ambos variables éxitos en los fuertes cruces de curvos.
La pugna estaba muy igualada e interesante, pero al final del mismo noveno asalto Madrimov dejó tocado a su oponente con un directo descendente y se abalanzó a por el knockout con derechazos y andanadas de hooks. La campana de final de asalto sonó, pero el árbitro no la escuchó, golpeando Madrimov duramente a un Soro sin respuesta durante unos segundos fuera de tiempo antes de que el árbitro se decidiese a decretar un KOT que, como se ha dicho, estaba más allá de los tres minutos de episodio. Entonces la confusión reinó durante bastantes minutos, con ambos púgiles sentados en sus esquinas a la espera de la decisión oficial, que finalmente fue un triunfo por knockout de Madrimov.
Esto, lógicamente, conllevará una gigantesca controversia, puesto que, si bien Madrimov estaba en el camino hacia el triunfo y Soro estaba muy tocado, el equipo del derrotado asegurará, no sin razón, que el KOT simple y llanamente ni es legal ni está conforme al reglamento. De ese modo, de la nada, de forma innecesaria y por un atroz error arbitral estamos ante semanas de polémica, discusiones, revisiones e impugnaciones hasta que se dirima si a Madrimov se le arrebata un triunfo que iba a lograr seguramente pese a la injusta conclusión o si se mantendrá el resultado y se le hará una jugarreta a un Soro que, incluso pese a su inferioridad y a su previsible derrota, no había perdido dentro del tiempo reglamentario.
Giyasov cayó al tapiz pero venció
El prometedor peso superligero uzbeko Shakhram “Wonder Boy” Giyasov 11(9KO)-0 combatió en el semifondo del evento pensando simplemente en realizar un rodaje para evitar una larga inactividad, pero la pugna ante el argentino Cristian Rafael “El Zorrito” Coria 29(13KO)-8(1)-2 terminó resultando trabajada y con dificultades. En ella Giyasov visitó el tapiz y recibió manos más claras de lo que acostumbra, pero logró vencer por decisión unánime y tarjetas de excesivo doble 100-90 y 99-91.
Avanzando moviendo la cintura y la cabeza, Giyasov sacó inicialmente precisas manos enlazadas en variadas trayectorias, pero en el segundo round un curvo zurdo de Coria le puso en el tapiz. El árbitro no quiso decretar el knockdown, pero el invicto estaba tocado y necesitó agarrarse para evitar males mayores. No obstante, el argentino se cansó un tanto tratando de explotar sin éxito los apuros de su oponente, de modo que Giyasov, más recuperado ya en el tercer round, posteriormente logró recuperar terreno con precisos y veloces golpes, destacando entre ellos su uno-dos y su uno-dos-hook.
Eventualmente algún gancho zurdo de Coria impactó con peligro, pero en el cuarto asalto el despliegue ofensivo de Giyasov se intensificó y puso en apuros a “El Zorrito”, que volvió a recibir afilados rectos en el quinto. Aun así, y si bien era de suponer que los jueces llevaban por delante al imbatido, Coria no se arrugó, sino que tirando de oficio y coraje soportó los ataques de su oponente y buscó ocasiones para astutos contragolpes y tenaces contraofensivas, siendo su mejor golpe su gancho de mano adelantada. De todos modos, Giyasov tenía ventajas en técnica, rapidez y dimensiones, por lo que en líneas generales su trabajo fue más eficiente, constante y determinante y le valió para asegurarse la amplia victoria por decisión.