Lerrone Richards se anotó el mayor éxito de su carrera imponiéndose en duelo de imbatidos a Carlos Góngora
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Manchester Arena, Manchester, Reino Unido. Peso supermedio.
La tarea de agradar a una extensísima capa de aficionados será un reto casi insuperable para el conservador boxeador británico Lerrone «Sniper The Boss» Richards 16(3KO)-0, pero en el duelo más importante de su carrera hasta la fecha neutralizó en gran parte al ecuatoriano Carlos Góngora 20(15KO)-1, truncó su récord invicto y se impuso por decisión. Las cartulinas fueron de doble 115-113 a favor de Richards y de un muy generoso 116-112 a favor de Góngora.
Combatir de manera táctica no era en absoluto lo que le convenía a Góngora, pero esto fue lo que escogió ante el técnico y elusivo Richards, que fue cruzando jabs, reposicionándose y buscando contras claras en directo. El ecuatoriano encontró algunos esporádicos hooks de mano adelantada al ataque que mostraron que en una pelea más intensa podía lograr resultados positivos, pero la red que tejía “Sniper The Boss” con su juego de piernas, sus jabs y sus astutos y oportunistas contragolpes rectos impedía que Góngora pudiese tener una superioridad en el duelo estratégico y hacía que errase no pocos puños cuando se decidía a arremeter aisladamente.
En momentos como en el quinto episodio Góngora consiguió impactar golpes de poder que sorprendieron a Richards, pero a un púgil tan sumamente preocupado por las tareas defensivas como éste los puños recibidos sólo le hicieron insistir aún más en su táctica de caminar el ring entre jabs y esquivas y aisladas entradas y salidas sin arriesgar. La tónica varió un tanto en el séptimo, en el que Richards decidió pararse en el centro del ring y hubo algunos cruces de ganchos en corta, pero Góngora terminó siendo ligeramente sacudido por los curvos del local.
De ese modo, Góngora necesitaba una reacción a toda costa pero, si bien Richards volvió a tener instantes de estatismo, el visitante pese a su voluntad estrelló manos contra la guardia de su contrincante y siguió recibiendo afilados directos, pareciendo incluso frustrado y algo desmoralizado cuando el británico dio un paso atrás y volvió a aguijonear con su jab. Así, aunque hasta el final Góngora hizo lo que pudo a la desesperada no logró evitar la derrota.
El triunfo contra un boxeador invicto y clasificado en las listas oficiales ya sería de por sí algo importante, pero siendo el púgil al que ha derrotado un Góngora que había amasado un importante prestigio desde su victoria contra el destacado prospecto Ali Akhmedov, esto supone un punto de inflexión crucial para Richards. Y es que, quizás su boxeo no convenza a una mayoría, pero si es capaz de vencer solventemente a un boxeador del nivel de Góngora puede mirar a las clasificaciones y aspirar a derrotar a muchos nombres en lucha por el acceso a la cúspide.