Maxi Hughes continuó su racha victoriosa ante un Kid Galahad cohibido y sin recursos
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Nottingham Arena, Nottingham, Reino Unido. Peso ligero.
En el combate estelar de la velada de Matchroom Boxing había mucho en juego a pesar de que Maxi “Maximus” Hughes 26(5KO)-5(2)-2 y Kid Galahad 28(17KO)-3(1) no combatieron por ningún cinturón oficial (la IBO no es un organismo reconocido). Y es que combatían por mejorar la posición de sus carreras, siendo Hughes quien una vez más pudo extender la mejor racha de su carrera y apuntar a peleas mayúsculas venciendo por decisión mayoritaria de los jueces. Las puntuaciones fueron de 116-111 y de demasiado ajustados 114-113 y 114-114.
En contraste con el Joyce-Parker con el que compitió en la misma franja horaria, el Hughes-Galahad, como se podía prever, fue táctico y estuvo caracterizado por un constante uso del jab y por muy pocos golpes de poder. Quien más usó el jab fue el excampeón mundial Galahad, si bien lo hizo con una falta de potencia por momentos asombrosa, de modo que era fácil que los jueces se decantasen por el jab más sólido de su contrincante. Además, respecto a los golpes de poder, Galahad erraba la mayoría de ellos por los movimientos y las esquivas del defensivo Hughes, quien era más astuto contragolpeando con directos zurdos y uppercuts con esta misma mano.
Como Galahad se jugaba mucho en este combate y no estaba teniendo los éxitos que deseaba empezó a frustrarse, insistiendo más en sus acciones antirreglamentarias, como cabecear de forma evidente en los clinches, golpear bajo, pisar el pie adelantado de su oponente, empujar con el antebrazo e incluso pellizcar a Hughes en la zona de las costillas. De todos modos, aunque sus ilegalidades le costaron un punto en el décimo asalto (por su flagrante uso de la cabeza), esto no descentró a Hughes que, si bien no fue todo lo contundente que debería haber sido, estableció en líneas generales un cierto dominio táctico con su astucia a través de jabs, desplazamientos y seleccionadas contras.
La pelea se le estaba escapando a Galahad, que necesitaba cambiar su ritmo combativo y tomar muchos más riesgos pero, quizás afectado moralmente por el knockout padecido ante Kiko Martínez, se mostró incapaz de buscar repetidas acciones agresivas y veloces con las que intentar neutralizar a Hughes, contra quien tuvo aciertos salteados y dejó algunas marcas con su boxeo sucio pero no hizo suficiente para merecer la victoria.
Si retrocedemos cuatro años en el tiempo, Hughes no parecía ni siquiera en buena posición para luchar en la parte alta en el circuito británico, especialmente tras su derrota por KOT ante Sam Bowen. Pero dando un salto en su rendimiento, Hughes ha encadenado victorias ante el exretador mundial Jono Carroll, el entonces invicto prospecto Viktor Kotochigov, el exretador al título europeo Paul Hyland, el pegador mexicano Jovanni Straffon, el excampeón británico Ryan Walsh y ahora un excampeón mundial como Kid Galahad.
Es cierto que en ocasiones sus triunfos fueron bastante ajustados y que en otras sus rivales no encaraban la pelea en la mejor de las condiciones (Walsh y Galahad ascendían de peso tras derrotas recientes). Aun así, fijándonos especialmente desde dónde venía, Hughes ha logrado una racha muy meritoria y en la que ha dado muestras de mucha destreza para manejarse en un ring.
Ahora Hughes apuntará en teoría a la mayor pelea de su carrera, que podría llegar a ser de carácter eliminatorio, necesitando Matchroom Boxing escoger muy bien su oponente. Y es que, aunque Hughes posee evidentes cualidades, su tendencia a verse en peleas igualadas por su insuficiente uso de los golpes de poder podría pasarle factura ante un púgil de nivel alto con velocidad de manos y combatividad alta.
Maxi Hughes continued his winning streak against tepid and without tactical resources Kid Galahad
Daniel Pi
@BastionBoxing
Nottingham Arena, Nottingham, UK. Lightweight.
In the main match of the last Matchroom Boxing evening, the stakes were high despite the fact that Maxi “Maximus” Hughes 26(5KO)-5(2)-2 and Kid Galahad 28(17KO)-3(1) did not fight for any official belt (the IBO is not a recognized sanctioning body). That is because both boxers were fighting to improve the position of their careers. In the crucial duel, Hughes was once again able to extend his streak of victories, and aim for major fights, winning by majority decision. The scores were a 116-111 and too close 114-113 and 114-114.
In contrast to the bout Joyce-Parker that happened in the same time slot, the fight Hughes-Galahad, predictably, was tactical and characterized by constant use of the jab and very few power shots. The boxer who used more the jab was former world champion Galahad, although he did it with a staggering lack of power, so the judges were more impressed with his opponent’s more solid lead hand shot. Also, when it came to power shots, Galahad missed most of them because of the moves and dodges of the defensive Hughes, who was more cunning counter-punching with straight left hands and uppercuts with this same hand.
Since Galahad could not afford to lose this fight and was not having the successes he wanted, he began to get frustrated, insisting more on his illegal actions, such as headbutting in the clinches, hitting low, stepping on his opponent’s lead foot, pushing with the forearm and even pinching Hughes in the rib area. Still, while his illegalities cost him a point in the tenth round (for his blatant use of the head), they didn’t confuse Hughes, and while “Maximus” wasn’t as forceful as he should have been, in general he established a certain tactical control with his cunning through jabs, movements and selected counterpunches.
Galahad was losing the fight and needed to change his pace and take many more risks but, perhaps psychologically affected by the knockout suffered against Kiko Martínez, he was unable to seek repeated fast and aggressive actions with which to try to neutralize Hughes, against whom he had sporadic successes (and left some marks with his dirty boxing) but did not do enough to deserve the victory.
Going back four years, Hughes didn’t even seem in a good position to fight in the top of British scene, especially after his TKO loss to Sam Bowen. But drastically improving his performance, Hughes has stringed together wins against former world title challenger Jono Carroll, then-undefeated prospect Viktor Kotochigov, former European title challenger Paul Hyland, Mexican puncher Jovanni Straffon, former British champion Ryan Walsh and now a former world champion like Kid Galahad.
It is true that at times his wins were quite close and that at other times his opponents did not face the bout in the best situation (Walsh and Galahad were moving up in weight after recent defeats). Even so, considering in what condition his career was, Hughes has achieved a very meritorious streak in which he has shown great skill to handle himself in a ring.
Now Hughes will theoretically aim for the biggest fight of his career, which could be of eliminator consequences, and Matchroom Boxing will need to choose his opponent very well. Although Hughes has obvious qualities, his tendency to put himself in close fights due to his insufficient use of power shots could have crucial negative consequences for him against a high-level fighter with good hand speed and aggressiveness.