Hyun Mi Choi retuvo ajustadamente su secuestrado cinturón mundial superpluma y perdería si unifica contra Baumgardner

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

Olympic Park Gymnasium, Seúl, Corea del Sur. Campeonato mundial WBA del peso superpluma. Novena puesta en juego de la titular.

La visión que ofrecía el recinto escogido para la defensa más reciente de la campeona coreana Hyun Mi Choi 20(5KO)-0-1 era todo un símbolo: gradas casi totalmente vacías que contrastaban con el repleto O2 Arena en el que Mikaela Mayer y Alycia Baumgardner unificaron tres cinturones mundiales de la división.

Y es que Hyun Mi Choi, pese a ser la boxeadora con el reinado más largo de la actualidad (se inició en 2014), es quizás la campeona con menos brillo libra por libra, con una media de una defensa por año ante rivales a medida, casi siempre como local y actuaciones a menudo muy poco convincentes. Además, siempre ha rechazado pugnas antes rivales de élite e incluso repetidos intentos para pactar lucrativas unificaciones, por lo que realmente, más que una campeona, parece que simplemente tiene secuestrado su título.

Continuando con esta línea, el miércoles Choi se midió a la canadiense Vanessa “Tisiga” Bradford 6(0KO)-4-2, a la cual Mayer y Baumgardner derrotaron por amplísima decisión unánime. En su caso, en cambio, Choi sólo pudo lograr una ajustada decisión en un trabajado combate en el que nuevamente no brilló.

Inicialmente fue una pelea con un ritmo bastante contenido, con las púgiles ocupando el centro del ring desde la distancia media-larga y larga y lanzando pocas manos. Bradford utilizó su jab de manera esporádica pero acertada, aunque sus débiles golpes no pudieron compensar los oportunistas golpes de poder en directo diestro o cruzado zurdo a la contra de la coreana, que ganaba los rounds por claridad de golpeo y contundencia.

A medida que la pelea fue avanzando, la visitante debió darse cuenta de que iba por detrás, así que aumentó su actividad de manos, llegando con cortos directos tanto antes de clinches como entre desplazamientos, lo que generó dificultades a su oponente. Choi se vio superada por el ritmo de su contrincante y dejó de encontrar huecos para manos significativas, por lo que las puntuaciones se ajustaron, todo ello a la vez que la local se cansaba.

Sin embargo, Bradford no pudo mantener de forma continuada su eficacia y finalmente Choi, acelerando sus acciones y mostrándose más agresiva, logró terminar certificando su triunfo a través de nuevos aislados golpes de poder que resultaron más llamativos que los escasos y desordenados aciertos de la retadora.

Evidentemente, tras comparar el rendimiento de Mayer y Baumgardner con el de Choi, es perfectamente comprensible cuál es el motivo de que la última haya rechazado repetidas veces enfrentarse a las estadounidenses y se haya mantenido centrada en sus labores en Corea como instagramer, modelo y youtuber. Y es que en caso de que se enfrentase a púgiles de nivel alto, con cualidades físicas y técnicamente sólidas como Baumgardner y Mayer, su lentitud, rigidez y escasa consistencia no podrían compensar la habilidad de sus contrincantes a base de aisladísimos puños claros.

Aun así, parece que hay tanto interés promocional por apoyar en estos momentos a Baumgardner que quizás la industria encuentre la manera de convencer u obligar a Choi para que dispute la pelea por el título indiscutido.


Hyun Mi Choi continued her terrible reign at super featherweight with close victory and would lose if she unifies against Baumgardner

Daniel Pi
@BastionBoxing

Olympic Park Gymnasium, Seoul, South Korea. WBA world super featherweight championship. Choi’s ninth defense.

The sight of the venue chosen for the most recent defense of the Korean champion Hyun Mi Choi 20(5KO)-0-1 was quite a symbol: almost totally empty stands that contrasted with the packed O2 Arena in which Mikaela Mayer and Alycia Baumgardner unified three world belts.

Despite being the boxer with the longest current reign (it began in 2014), Hyun Mi Choi is perhaps the less brilliant champion pound for pound, with an average of one defense per year against tailor-made opponents, almost always as a local and often with very unconvincing performances. In addition, she has always rejected fights against elite boxers and even lucrative unifications.

Continuing with this trend, on Wednesday Choi faced the Canadian Vanessa «Tisiga» Bradford 6(0KO)-4-2, whom Mayer and Baumgardner defeated by very wide unanimous decision. In her case, however, Choi could only achieve a close decision win in a contested match in which she again failed to shine.

Initially it was a fight with a fairly low pace, with the fighters placed in the center of the ring, in mid-long and long distance and throwing few hands. Bradford used her jab sporadically but accurately, though her weak punches couldn’t compensate for the opportunistic right hands or counter left hooks from the Korean, who won rounds by punching clearness.

As the fight progressed, the visitor realized that she was trailing on the scorecards, so she increased her activity, connecting short straight punches both before clinches and between movements, which generated difficulties to her opponent. Then, Choi was outworked by her opponent’s pace and failed to find any openings for significant hands, so the cards got closer. Also, the local was getting tired.

However, Bradford could not maintain her effectiveness and finally Choi, intensifying her actions and being more aggressive, managed to end up achieving victory through new isolated power shots that were more striking than the few and messy successes of the challenger.

Obviously, after comparing the performances of Mayer and Baumgardner with that of Choi, it is perfectly understandable why the latter has repeatedly refused to fight the Americans and has remained focused on her work in Korea as an instagramer, model and youtuber. If she faced high-level fighters, with physical qualities and solid technique such as Baumgardner and Mayer, her slowness, stiffness and insufficient consistency could not compensate for the ability of her opponents with isolated hands.

Still, right now there seems to be so much promotional interest in supporting Baumgardner that the industry may find a way to convince or obligate Choi to accept to participate in the bout for the undisputed title.