Duke Ragan

El plata olímpico Duke Ragan tuvo que trabajar duro para lograr victoria unánime ante Luis Lebrón

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

Madison Square Garden Theater, Nueva York, Estados Unidos. Peso pluma.

En el respaldo del Lomachenko-Ortiz, el plata olímpico estadounidense Duke Ragan 8(1KO)-0 afrontó un paso adelante en nivel de dificultad enfrentándose al tenaz y resistente puertorriqueño Luis “Popeye” Lebrón 18(11KO)-5-1, quien obligó al favorito a aplicarse para lograr la victoria e incluso le dejó tocado. En cualquier caso, los jueces finalmente le dieron la decisión unánime a Ragan con un acertado 77-75, un 78-74 y un 79-73 injusto y sesgado.

Lebrón intentó generar una pelea difícil avanzando y lanzando hooks con considerable cadencia de golpes, pero Ragan inicialmente utilizó su buen juego de piernas para reducir la presión, esquivó moviendo la cintura y la cabeza y contestó a los ataques rivales con precisos uno-dos y buenas combinaciones de hooks abajo. Además, cuando su rival llevaba las acciones a la distancia corta, Ragan varió entre utilizar clinches y contestar aguerridamente para cortar el ritmo de su oponente, algo que no le dio malos resultados.

De todos modos, Ragan no tenía ni por asomo la pegada necesaria para dañar o mermar a Lebrón, que siguió trabajando con tenacidad arrojando golpes de poder en hook y mantuvo los asaltos disputados. Tanto fue así que pasada la mitad Ragan, que en ese tramo erró al aceptar recurrentes cruces de golpes cuerpo a cuerpo, pareció verse superado por los curvos del fuerte puertorriqueño. Entonces, Ragan ajustó e intentó poner espacios de nuevo hacia el séptimo asalto, pero en dicho round un derechazo le sorprendió y le dañó, tocando la lona sin recibir cuenta tras algunas derechas más y un evidente empujón hacia abajo.

En cualquier caso, ganando tiempo para recuperarse tirando el protector bucal (lo hizo varias veces durante la segunda mitad de la pelea, pero el árbitro ni se planteó quitarle un punto), moviéndose, lanzando golpes disuasorios con habilidad y rapidez y agarrándose, Ragan alcanzó la campana final y la victoria por decisión.

La carrera profesional de Ragan no está ofreciendo un progreso tan fluido y convincente como se esperaría de un plata olímpico estadounidense y su rendimiento no se puede comparar al de otros prospectos insignes. Además, al margen de las dificultades ante un más experimentado Lebrón, Ragan ha mostrado una preocupante falta de contundencia. Así, aunque tiene las cualidades técnicas para poder aspirar a ser campeón mundial en el futuro, para alcanzar esa meta de momento tendrá que trabajar muchos aspectos de su boxeo y evolucionar notablemente, en especial en lo concerniente a su gestión táctica.


Duke Ragan

Olympic silver medalist Duke Ragan had to work hard to achieve a unanimous decision victory over Luis Lebrón

Daniel Pi
@BastionBoxing

Madison Square Garden Theater, New York, United States. Featherweight.

In support of the Lomachenko-Ortiz fight, American Olympic silver medalist Duke Ragan 8(1KO)-0 faced a step up in competition fighting the tenacious and resistant Puerto Rican Luis “Popeye” Lebrón 18(11KO)-5-1, who forced the favorite to work hard to achieve victory and even hurt him. In any case, the judges finally gave Ragan the unanimous decision win with a correct scorecard of 77-75, a 78-74 and an unfair and biased 79-73.

Lebrón tried to create a tough fight by advancing and throwing hooks with a considerable punch rate, but Ragan initially used his good footwork to reduce the pressure, dodged with waist and head movements and answered his opponent’s attacks with precise one-twos and good combinations of hooks to the body. Also, when Lebrón took the actions to the close range, Ragan alternated between using clinches and fighting back trying to break his opponent’s rhythm, something that did not give him bad results.

Still, Ragan didn’t have nearly the punch needed to hurt or worn out Lebrón, who continued to work tenaciously throwing power shots in hook and kept the rounds contested. So much so that halfway through Ragan, who in that stretch made the mistake of accepting recurrent exchanges at close distance, seemed surpassed by the hooks of the strong Puerto Rican. Ragan then adjusted and tried to create distance in the seventh round, but in that three minutes a right overhand surprised and hurt him, touching the canvas without receiving count after some right hands more and an obvious downward push.

In any case, buying time to recover by letting his mouth guard fall (he did it several times during the second half of the fight, but the referee never even considered deducting a point), moving around, throwing dissuasive shots skillfully and quickly and clinching, Ragan reached the final bell and the victory by decision.

Ragan’s pro career isn’t offering as smooth and convincing progress as would be expected from an American Olympic silver medalist, and his performance doesn’t compare to other top prospects. In addition, apart from the difficulties against a more experienced Lebrón, Ragan has shown a worrying lack of forcefulness. Thus, although he has the technical qualities to be able to aspire to be world champion in the future, to reach that goal he will have to work hard on many aspects of his boxing and evolve remarkably, especially with regard to his tactical management.