Terence Crawford

Como en el caso Taylor-Teófimo, la WBO vuelve a comportarse como una sierva de las promotoras y ordena Crawford-Rocha

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

En las últimas semanas se ha hablado mucho del WBC y de su abyecta actitud en todo tipo de frentes y, en especial, en su lucha por exculpar a todos los dopados. Pero los medios están pasando por alto que otro organismo se está comportando también de forma completamente indigna: la WBO con su actitud de mera sierva de los intereses de las grandes promotoras mundiales.

Seamos honestos, esto lleva pasando desde hace años, en los que han habido incontables miembros de Top Rank y Queensberry Promotions clasificados como números 1 sin haber hecho mérito alguno para merecer una oportunidad como aspirantes obligatorios. Además de estos retadores que no han probado su valía, también se pueden encontrar numerosísimos boxeadores de ambas promotoras ranqueados en la WBO muy por encima de sus niveles reales y que mantienen puestos altos incluso después de derrotas.

Con todo, ahora la WBO ha decidido ir más allá y directamente se está dedicando a poner su sello sobre combates que están siendo negociados para intentar contener las críticas que reciben los promotores. Hace una semanas esto se vio de forma nítida cuando Top Rank decidió negociar repentinamente un choque entre dos boxeadores de su compañía como Josh Taylor y Teófimo López, noticia que provocó una enorme cantidad de críticas contra todos los implicados y en especial contra Taylor, quien supuestamente estaba lesionado y que simplemente huía de la revancha contra Catterall.

Entonces, la WBO, viendo que Top Rank estaba siendo arrinconada por los fans, ordenó la pelea para intentar dar una coartada a la promotora, que a partir de entonces se limitó a señalar que ellos no querían el combate pero que el organismo lo había ordenado. No obstante, todo el mundo sabe que el Taylor-López estaba siendo negociado desde hacía días y que Top Rank necesita el duelo para intentar mantener a flote la carrera de al menos uno de los dos púgiles, que están en caída libre.

En cuanto a la escalada extraña que ha padecido López hasta el número 1 WBO del peso superligero, esto merecería otro artículo, ya que incluso José Carlos Ramírez y Jack Catterall presentaron protestas formales debido a que, en marzo de 2022, Teófimo apareció de golpe como 2º del ranking pese a que nunca había peleado en la división y venía de una derrota.

Parece que esta nueva actitud de la WBO buscando satisfacer la voluntad de los promotores se va a solidificar, ya que ha sido oficialmente ordenado un enfrentamiento Terence Crawford vs. Alexis Rocha semanas después de que se hubiese dado a conocer que la pelea se estaba negociando y que ello provocase enormes críticas (justificadas) por parte de los fans. La variación en este caso es simplemente que la promotora interesada esta vez es Golden Boy Promotions y no Top Rank o Queensberry, y que Rocha todavía tiene un nivel peor al de Teófimo López.

En otras palabras, aunque el éxito de López fue flor de un día y se produjo en circunstancias que le favorecieron, al menos es un excampeón unificado con experiencia de calidad. En cambio, Rocha es un boxeador que no tiene ni siquiera el nivel de un top 15 absoluto de la división wélter y que se ha dedicado a cosechar victorias ante rivales de nivel medio, bajo o bajísimo desde que su derrota ante Rashidi Ellis demostró que no sería rival para la élite de la categoría.

Por ello, hacer que Rocha rete a un top 5 libra por libra como el campeón WBO es una completa locura, y la única razón detrás de que se ordene este combate es que se quieren favorecer los intereses de Golden Boy y Crawford, que están en proceso de negociar una alianza. Así, cuando a Craword una vez más se le critique (justificadamente) por su nivel de oposición y por encarar un duelo contra Rocha, el boxeador y Golden Boy podrán usar a la WBO como coartada, algo a lo que el organismo se prestará gustoso.

Por otro lado, que Rocha haya ido escalando en el ranking WBO por encima de boxeadores de élite y buenos prospectos, incluso adelantando a su compañero de escuadra Vergil Ortiz, no parece que haya sido un error casual por parte del comité de clasificaciones, ya que casi parece la ejecución de un plan trazado por la propia promotora…

En fin, ¿por qué deberían encarar los aspirantes constantes retos exigentes para ganarse una oportunidad mundial si sus promotores tienen dinero e influencia para comprarla?, ¿por qué deberían los monarcas enfrentarse a los más peligrosos retadores posibles si sus promotores pueden conseguirles peleas menos difíciles? Apelar a la justicia deportiva y al ideal de conseguir los mejores legados posibles debería ser suficiente para que los boxeadores y sus promotores siguiesen el camino adecuado en un mundo perfecto, pero en el mundo real parece que todo vale con tal de salirse con la suya. Con todo, este tipo de situaciones dejan más claro quién merece realmente el apoyo de los fans por conseguir sus metas a base de puro esfuerzo y quien es sólo una ficha útil en el tablero de los promotores.


Terence Crawford

As in the Taylor-Teófimo case, the WBO again behaves like a promoters’ servant and orders Crawford-Rocha

Daniel Pi
@BastionBoxing

In recent weeks there has been a lot of talk about the WBC and its abject attitude on all kinds of fronts and, especially, in its fight to exculpate all dopers. But the media are ignoring that another sanctioning body is also behaving in a completely shameful way: the WBO with its attitude of mere servant to protect the interests of the big promoters.

Let’s be honest, this has been going on for years now, as there have been countless members of Top Rank and Queensberry Promotions ranked #1 without having done anything to deserve a world title opportunity as mandatory challengers. In addition to this, there are countless boxers from both promotional companies who are ranked in the WBO well above their actual levels and achievements and who maintain their position even after losses.

However, now the WBO has decided to go one step further and is directly ordering bouts that are already being negotiated to try to contain the criticism received by promoters. A few weeks ago this was clearly visible when Top Rank suddenly decided to negotiate a clash between two boxers from their company as Josh Taylor and Teófimo López, news that generated a lot of criticism against all those involved and especially against Taylor, who allegedly was injured and who was simply running away from a rematch against Catterall.

So, the WBO, seeing that Top Rank was being cornered by the fans, ordered the fight to try to give an alibi to the promoter, which from then on pointed out that they did not want the bout but that the organization had ordered it. However, everyone knows that the Taylor-Lopez fight had been in negotiation for days and that Top Rank needs the duel to try to keep the career of at least one of the two fighters afloat, since both are in free fall.

As for the strange climb that López has experienced to reach WBO number 1 at super lightweight, this would deserve another article, since even José Carlos Ramírez and Jack Catterall filed formal protests because, in March 2022, Teófimo suddenly appeared as number 2 despite the fact that he had never fought in the division and was coming off a loss.

It seems that this new attitude of the WBO seeking to satisfy the will of the promoters is going to settle, since the organization has ordered a Terence Crawford vs. Alexis Rocha fight weeks after it was announced that the matchup was being negotiated, something that caused a lot of (justified) criticism from the fans. The difference in this case is simply that the promotional company interested this time is Golden Boy Promotions and not Top Rank or Queensberry, and that Rocha has a worse level than Teófimo López.

In other words, while Lopez’s success was a flash in the pan and came under circumstances that favored him, at least he’s a former unified champion with quality experience. On the other hand, Rocha is a boxer who is not even at the level of the global top 15 of the welterweight division and who has scored victories against opponents of medium, low or very low level since his loss against Rashidi Ellis showed that he would not be a match for the elite.

Therefore, making Rocha challenge a top 5 pound for pound as the WBO champion is a complete madness, and the only reason behind ordering this fight is that the organization wants to favor the interests of Golden Boy and Crawford, who are in process of negotiating an alliance. Thus, when Craword is once again criticized (justifiably) for his level of opposition and for facing a duel against Rocha, the boxer and Golden Boy will be able to use the WBO as an alibi, something to which the organization will lend itself gladly.

On the other hand, the fact that Rocha has been climbing in the WBO ranking above elite boxers and good prospects, even above his squadmate Vergil Ortiz, does not seem to have been a mistake by the ranking committee, since it almost seems like the execution of a plan drawn up by the promoter…

Anyway, why should challengers face constant hard fights to earn a world title opportunity if their promoters have the money and influence to buy it? Why should monarchs face the most dangerous challengers possible if their promoters can give them less difficult bouts? Appeal to sports justice and to the ideal of achieving the best possible legacies should be enough to get boxers and their promoters on the right path in a perfect world, but in the real world it seems that anything goes as long as people get their way. However, these types of situations make it clearer who really deserves the support of the fans for achieving their goals through sheer effort and who is just a useful piece on the promoters’ chessboard.