Tim Tszyu desgastó astutamente a Tony Harrison y lo quebró brutalmente en el noveno round
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Qudos Bank Arena, Sydney, Australia. Eliminatoria WBO del peso superwélter con título interino en juego.
Justo antes de que comenzase el combate, el estadounidense Tony “Super Bad” Harrison 29(21KO)-4(4)-1 hizo como si tuviese un rifle imaginario y le disparase a su oponente, el australiano Tim Tszyu 22(16KO)-0. Realmente un rifle es lo que le habría hecho falta a Harrison para evitar la paliza que se llevó, puesto que astuta, gradual pero inexorablemente fue llevado por Tszyu a aguas profundas antes de ser brutalmente destruido en el noveno episodio.
En el primer round Tszyu prácticamente no tiró manos, así que Harrison impuso su jab. Pero en cuanto en el segundo asalto Tszyu empezó a soltar sus golpes alcanzó a su rival con peligrosos ganchos zurdos y con un uppercut diestro que Harrison pareció sentir un tanto. El planteamiento de Tszyu era diferente al esperado, puesto que, aunque tomó la iniciativa, no cargó al ataque a por todas, sino que avanzó despacio, intentando evitar lanzar golpes inútiles y buscando contragolpear los jabs de su adversario. Así evitó que su oponente recurriese a su ágil juego de piernas hasta que fue demasiado tarde y evitó que Harrison pudiese acostumbrarse rápido a su timing.
En el tercer round la táctica de Tszyu le dio resultados importantes, ya que tambaleó al estadounidense con una mano diestra y posteriormente lo movió con nuevos golpes de poder curvos. Para el cuarto episodio Harrison estaba claramente centrado en ser conservador, usando únicamente el jab para intentar impedir abrir huecos en su guardia y acelerando más sus pasos. Aun así, Harrison pasaba cada vez más tiempo en las cuerdas y continuaba recibiendo amenazantes ganchos zurdos y directos diestros.
Viendo los problemas cada vez más encima y estando aparentemente un tanto amedrentado, Harrison intentó cambiar de dirección en el desplazamiento una vez tras otra y tirar tantos jabs disuasorios como pudo, pero el australiano le siguió alcanzando con ganchos arriba y abajo y en el octavo round se mantuvieron en corta prolongadamente y “Super Bad” se desgastó todavía más. De ese modo se pusieron las bases para el final en el noveno round, en el que Tszyu dejó tocado con sus curvos a Harrison y, contra las cuerdas, impactó sobrecogedores uppercuts, hooks y cruzados sin respuesta hasta que el visitante se sentó roto en la lona.
El árbitro debió parar la pugna en cuanto Harrison estuvo desarbolado, o por lo menos cuando tocó el tapiz terriblmente castigado, pero hizo una cuenta ridículamente lenta y una vez que se alzó le hizo caminar de un lado para el otro antes de decidirse a decretar el KOT.
Dado que hay un sector de críticos que no le piensa dar crédito a Tszyu haga lo que haga, no se puede esperar que alaben la actuación tan buena que ofreció ante un Harrison que estos mismos críticos aseguraban que iba a dominar al invicto con su técnica o incluso a noquearlo. Contrariamente, aunque recibió algunos golpes claros a la contra, Tszyu tuvo un control del cuadrilátero, un corte de ring y una gestión de los golpes de poder excelente, habiendo además muchos momentos en los que contragolpeó al contragolpeador. Por otro lado, su precisión fue tan alta que, según CompuBox, Tszyu conectó cerca del 50% de sus golpes de poder ante un rival conocido por su elusividad.
Así, y habiendo noqueado a Harrison (que venía quizás de su mejor actuación) en menos asaltos que el propio Jermell Charlo, no cabe duda de que a Tszyu la jugada arriesgada le salió muy bien e hizo una declaración de intenciones de cara a la pelea que disputará ante el campeón indiscutido.
Tim Tszyu cleverly wore down Tony Harrison and brutally broke him down in the ninth round
Daniel Pi
@BastionBoxing
Qudos Bank Arena, Sydney, Australia. WBO super welterweight eliminator with the interim title at stake.
Just before the fight began, American Tony “Super Bad” Harrison 29(21KO)-4(4)-1 pretended to have an imaginary rifle in his hands and shot his opponent, Australian Tim Tszyu 22(16KO )-0. Certainly, a rifle is what Harrison would have needed to avoid the beating he took, as he was cunningly, gradually but inexorably driven by Tszyu into deep waters before he was brutally broke down in the ninth round.
In the first round, Tszyu almost didn’t throw shots, so Harrison imposed his jab. But as soon as in the second round Tszyu began to unleash his punches, he struck his opponent with dangerous left hooks and a right uppercut that seemed to hurt Harrison slightly. Tszyu’s approach was different than expected, as although he took the initiative, he did not charge full force, instead moving forward slowly, trying to avoid throwing useless punches and looking to counter his opponent’s jabs. Thus he prevented the visitor from resorting to his agile footwork until it was too late and prevented him from getting used to his timing quickly.
In the third round, Tszyu’s tactic paid off importantly, as he staggered the American with a right hand and then rocked him with more power shots in hook. By the fourth round Harrison was clearly focused on being conservative, using only the jab to try to prevent opening holes in his guard and he accelerated his steps more. Even so, Harrison was spending more and more time on the ropes and continued to receive threatening left hooks and straight punches.
In the face of an increasing amount of trouble, and looking somewhat intimidated, Harrison tried to change the direction on his movements time after time and threw as many dissuasive jabs as he could, but the Australian kept hitting him with hooks up and down and in the eighth round they battled at short range prolongedly, so “Super Bad” wore out even more. In this way, it was laid the foundation for the end in the ninth round: Tszyu hurt Harrison with his hooks and, against the ropes, hit him with brutal uppercuts, hooks and overhands until the visitor sat on the canvas.
The referee should have stopped the fight as soon as Harrison was being punched without answering, or at least when he touched the mat, but he made a ridiculously slow count, and once the boxer got up he made him walk from one side to the other before deciding to stop the bout.
Given that there is a sector of experts that is not going to give credit to Tszyu no matter what he does, it cannot be expected that they will praise him for the very good performance he offered against Harrison, a fighter that these same analysts assured was going to dominate the unbeaten with his technique or even knock him out. Conversely, although he took some clear counterpunches, Tszyu had excellent ring control, ring cut and power shot management, and in plenty of moments he counterpunched the counterpuncher. On the other hand, his accuracy was so high that, according to CompuBox, Tszyu landed close to 50% of his power shots against an opponent known for his elusiveness.
Thus, and having knocked out Harrison (who was coming off perhaps his best performance) in fewer rounds than Jermell Charlo, there is no doubt that Tszyu’s risky move was a success and that he made a statement regarding the fight against the undisputed champion.