Zhilei Zhang

El chino Zhilei Zhang le demostró a Joe Joyce que en el boxeo no se puede basar el éxito en pararse los golpes con la cara

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

Copper Box Arena, Londres, Reino Unido. En juego el título interino WBO del peso pesado.

El croata Filip Hrgović es un monstruo: si pudo resistir durante doce asaltos las izquierdas del chino Zhilei “Big Bang” Zhang 25(20KO)-1-1 y logró hacerse con un triunfo (incluso aunque fuese cuestionado por muchos), realmente merece todo el crédito posible. Y es que, a diferencia de Hrgović, el británico Joe “Juggernaut” Joyce 15(14KO)-1(1), considerado por muchos como una amenaza imparable en la división debido a su encaje, fortaleza y resistencia, fue martilleado por izquierdazos hasta que su ojo derecho quedó en un estado horrible y la pelea se tuvo que parar en el sexto round para salvar su carrera.

En el asalto inicial el tosco Joyce intentó dejar espacios y usar el jab en lugar de intentar acortar los espacios al máximo y buscar una pugna física, por lo que el astuto, hábil y zurdo Zhang conectó precisos directos de izquierda y cruzados diestros que movieron al invicto. Estos ligeros apuros se convirtieron en serios problemas en el segundo asalto, en el que Joyce quedó tocado y fue tambaleado por una de las brutales izquierdas del púgil chino.

El ojo derecho del local estaba inflamado y desde el punto de vista táctico estaba teniendo serias dificultades, de modo que entonces Joyce optó por intentar presionar e incrementar su cadencia. De ese modo, pudo empezar a llegar con algunos duros hooks con cierta continuidad, pero la izquierda recta de Zhang siguió generando temibles daños.

El ojo de Joyce siguió empeorando, y era posible que le pudiesen parar el choque, por lo que en el cuarto y el quinto asalto intentó trabajar al torso con insistencia buscando explotar los problemas de cansancio que el pesado Zhang padece siempre. Sin embargo, sus hooks no menoscabaron de forma decisiva a su rival y Zhang siguió conectando golpes nítidos, por lo que al inicio del sexto round el médico tuvo que revisarle el ojo. La pelea continuó, pero no por mucho: el árbitro volvió a llevar a Joyce con el médico y, ante el nefasto estado de su ojo, se detuvo la pelea.

No se debe pasar por alto que Joyce podría haber evitado un riesgo tan grande como el de medirse a un boxeador con tanta pegada, y merece respeto por ello. Además, es innegable que tiene cualidades fuera de lo común. No obstante, basar su carrera en pararse los golpes con la cara y esperar a que su oponente se canse era un despropósito que estaba destinado a suponerle un duro revés tarde o temprano. Especialmente teniendo planteamientos tácticos a menudo errados (como Brian Mendoza, Yoelvis Gómez y tantos otros púgiles entrenados por Ismael Salas, que sólo se apoyan en su incrementada potencia y fortaleza).

Sin duda, una derrota no es el fin del mundo para un boxeador, pero a partir de ahora los contrincantes de Joyce le atacarán con mucha más dureza, ya que ahora tienen la certeza de algo que, por otra parte, era bastante evidente: que no es indestructible como nadie en el boxeo. Por su parte, Zhang se convierte en aspirante obligatorio de Usyk y en titular interino WBO, lo que le abre la puerta a enormes combates y a potenciales gigantescas bolsas, sobre todo si los promotores saben explotar bien el interés de los aficionados chinos.


Zhilei Zhang

Chinese Zhilei Zhang showed Joe Joyce that success in boxing cannot be based on blocking punches with the face

Daniel Pi
@BastionBoxing

Copper Box Arena, London, UK. At stake the WBO interim heavyweight title.

The Croatian Filip Hrgović is a monster: if he could resist for twelve rounds the left hands of the Chinese Zhilei “Big Bang” Zhang 25(20KO)-1-1 and managed to win (even if the decision was questioned by many), he really deserves all the possible credit. Unlike Hrgović, the British Joe «Juggernaut» Joyce 15(14KO)-1(1), considered by many as an unstoppable threat in the division due to his chin, strength and stamina, was hammered by left hands until his right eye was in a horrible state and the fight had to be stopped in the sixth round to save his career.

In the opening round the crude Joyce tried to box at long range and jab rather than trying to close the distance as much as possible and look for a physical fight. So the crafty, skilled southpaw Zhang landed precise left hands and right hooks that rocked the undefeated fighter. These small scares turned into serious problems in the second round, in which Joyce was hurt and staggered by one of the Chinese brutal left hands.

The local’s right eye was swollen and from a tactical point of view he was having serious difficulties, so Joyce then sought to put pressure and increase his output. That way, he was able to start landing some hard hooks with some continuity, but Zhang’s straight left continued to deal fearsome damage.

Joyce’s eye continued to worsen, and it was possible that the bout could be stopped. Thus, in the fourth and fifth rounds he insistently tried to work to the body seeking to exploit the stamina issues that the heavy Zhang always suffers. His hooks didn’t decisively wear down his opponent, however, and Zhang continued to land clean shots that forced the referee to bring Joyce with the doctor at the beginning of the sixth round. The fight continued, but not for long: the referee took Joyce back to the doctor and, given the horrible state of his eye, the fight was stopped.

It should not be overlooked that Joyce could have easily avoided as big a risk as taking on a boxer with so much punch, and he deserves respect for fighting Zhang. In addition, it is undeniable that he has qualities out of the ordinary. However, basing his career on blocking punches with his face and waiting for his opponent to tire was a complete nonsense that was destined to end in a hard setback sooner or later. Especially using often flawed tactical approaches (as happens with Brian Mendoza, Yoelvis Gómez and many other fighters trained by Ismael Salas, who only rely on their increased power and strength).

Certainly, a defeat is not the end of the world for a boxer, but from now on Joyce’s opponents will attack him much harder, since they now have the certainty of something that, on the other hand, was quite obvious: that he is not indestructible, as nobody in boxing is. For his part, Zhang becomes Usyk’s mandatory challenger and WBO interim titleholder, which opens the door for huge fights and potentially huge purses for him, especially if the promoters know how to exploit the interest of Chinese fans well.