Bektemir Melikuziev ganó la revancha castigando a “King” Rosado
Daniel Pi
@BastionBoxeo
T-Mobile Arena, Las Vegas, Estados Unidos. Peso supermedio.
Aunque una vez más, como tantísimas otras veces, la élite de la industria y sus secuaces en los medios lograron hacer creer a muchos fans que la revancha entre el plata olímpico uzbeko Bektemir “Bully” Melikuziev 12(9KO)-1(1) y el veteranísimo estadounidense Gabriel “King” Rosado 26(15KO)-17(4)-1 era un duelo abierto y un gran riesgo para el primero, lo cierto es que simplemente no era así.
Al contrario, tras el éxito de Rosado (que sin ser sólo un lucky punch, fue mucho más fortuito de lo que se afirma que fue) éste había sufrido un par de palizas y había seguido perdiendo rendimiento lo que, ante un Melikuziev con enormes ventajas físicas, que tuvo un positivo en control antidopaje en el pasado y que estaba enormemente motivado por desquitarse, fue suficiente para que la revancha terminase de la única forma que podía hacerlo: con el uzbeko ganando.
De todos modos, Melikuziev no logró noquear a su contrincante y se tuvo que conformar con una amplia victoria por decisión unánime y tarjetas de 99-91, 99-91, 99-91,
Ambos boxeadores tuvieron muy presente el recuerdo de su anterior enfrentamiento, y eso hizo que los tres primeros rounds no fuesen demasiado entretenidos. Y es que Melikuziev no quería volver a cometer el error de cargar temerariamente y recibir un contragolpe decisivo, mientras que Rosado no quería buscar otra cosa que volver a sorprender con una contra a su oponente.
Por ello, la pugna se desarrolló bastante táctica y con no demasiado ritmo hasta que, aproximadamente a partir del cuarto round, el zurdo Melikuziev empezó a encontrar huecos para duros izquierdazos que, pese a ser esporádicos, sacudieron a Rosado y enrojecieron su rostro. De hecho, “King” pareció quedar tocado en un par de ocasiones a causa de izquierdas rectas, pero su resistencia, tesón y experiencia le permitieron evitar tocar la lona, algo a lo que también contribuyó el hecho de que el uzbeko siguió sin atreverse a volcarse totalmente al ataque.
En cualquier caso, como en sus peleas recientes ante Munguía y Akhmedov, Rosado fue acumulando cada vez más castigo, puesto que “Bully” sabía que lo estaba empezando a abrumar con su potencia, explosividad y fuerza y que el veterano no tenía ya frescura suficiente como para ser una amenaza a la contra. Así, Melikuziev insistió en sus directos de izquierda y sus ganchos diestros ante un Rosado que aguantó en las cuerdas o lanzó eventuales valientes contraofensivas, pero que no estuvo cerca de igualar el trabajo de su adversario, o contenerlo de forma consistente, y recibió bastantes contundentes golpes de poder.
Tras el combate, aunque no lo afirmasen públicamente, muchos tuvieron la sensación de que todo había vuelto a la normalidad: el plata olímpico había recuperado el rumbo hacia grandes peleas y Rosado continuaba perdiendo combates y sirviendo como bravo saco de boxeo y escalón para púgiles con aspiraciones mundialistas, como durante casi toda su carrera…
Bektemir Melikuziev won the rematch punishing «King» Rosado
Daniel Pi
@BastionBoxing
T-Mobile Arena, Las Vegas, United States. Super middleweight.
Although once again, as so many other times, the industry’s elite and its henchmen in the media managed to make many fans believe that the rematch between the Uzbek Olympic silver medalist Bektemir “Bully” Melikuziev 12(9KO)-1(1) and the very veteran American Gabriel “ King” Rosado 26(15KO)-17(4)-1 was a 50-50 fight, and a risk for the former, the truth is that it simply was not like that.
On the contrary, after Rosado’s success (which, despite not being just a lucky punch, was much more fortuitous than it was claimed to be) he had suffered a few beatings and had continued to lose performance, something that against a boxer like Melikuziev, with enormous physical advantages, that had a positive doping control in the past and that was enormously motivated to get even, was enough for the rematch to end in the only way it could: with the Uzbek winning.
Still, Melikuziev failed to knock out his opponent and had to settle for a lopsided unanimous decision win and scorecards of 99-91, 99-91, 99-91,
Both boxers kept in their minds the memory of their previous clash, and that made the first three rounds not very entertaining. Melikuziev did not want to make the mistake of recklessly charging again and receiving a decisive counterpunch, while Rosado did not want to look for anything other than to shock his opponent again with a counter.
For this reason, the fight was quite tactical, and with not much pace, until approximately the fourth round, when the southpaw Melikuziev began to find openings for hard left hands that, despite being sporadic, shook Rosado and reddened his face. In fact, «King» seemed to be hurt on a couple of occasions due to straight shots, but his resistance, tenacity and experience allowed him to avoid touching the canvas, something to which also contributed to the fact that the Uzbek continued without daring to go all in on the attack.
In any case, as in his recent fights against Munguía and Akhmedov, Rosado was being more and more punished, since «Bully» knew that he was beginning to overwhelm his opponent with his power, explosiveness and strength and that the veteran fighter was no longer fresh enough to be a threat countering. Thus, Melikuziev insisted on his left hands and his right hooks against Rosado, who tried to block on the ropes or launched eventual brave counterattacks, but who did not come close to matching the work of his opponent, or containing it consistently, and took quite a few hard power punches.
After the fight, although they did not state it publicly, many had the feeling that everything was back to normal: the Olympic silver medalist had recovered the course towards big fights and Rosado continued to lose fights and serve as a brave punching bag and stepping stone for fighters with world title aspirations, as during almost his entire career…