Junto Nakatani se proclamó nuevo campeón mundial con estupenda actuación ante el pegador Magramo
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Korakuen Hall, Tokio, Japón. Campeonato mundial por el vacante cinturón WBO del peso mosca.
Este viernes Japón ha visto coronarse a uno más de sus púgiles como monarca mundial, y una vez más la proclamación ha llegado de la mano de una extraordinaria actuación de un invicto con un tremendo futuro. Y es que el nipón Junto Nakatani 21(16KO)-0, que se medía a un boxeador muy peligroso como el enrachado noqueador filipino Giemel Magramo 24(20KO)-2(1), superó las expectativas para dominar el enfrentamiento entre ambos imponiéndose en todas las distancias, dejando detalles de calidad y sellándolo con un KOT en el octavo round.
Aunque sobre el papel era un combate muy bien emparejado y con un resultado incierto, el hecho es que sobre el cuadrilátero Nakatani se puso por delante desde el primer round, anotando potentes izquierdazos desde la distancia larga que estremecieron a su oponente y le pusieron en apuros. Desde entonces el fuerte Magramo fue plenamente consciente de que no podía dejarle espacios a su contrincante, así que forzó la pelea en la distancia corta desde el centro del ring, si bien esto no impidió que Nakatani siguiese llevándose la mejor parte.
Manejando de forma excelente los ganchos al cuerpo y los uppercuts de corto recorrido, haciéndose espacios con sus brazos, trazando diagonales, creando huecos con los hombros o realizando esquivas de cintura, Nakatani se mostró muy solvente en la pelea cuerpo a cuerpo, superando a un Magramo al que no le quedaba otra que seguir batallando y esperar poder dañar al local.
Con todo, Nakatani resistió sin problemas las desesperadas manos del filipino y siguió desgastando con su habilidad y precisión, no perdiendo la ocasión para, eventualmente, dar un paso atrás y soltar sus directos. Así, alcanzado el séptimo round Magramo empezaba a estar visiblemente mermado y ya no podía evitar que su rival volviese a llevar la pelea a la distancia larga, desde la cual Nakatani no tardó en arrojar izquierdazos que volvieron a dañar al visitante. Finalmente, Magramo se vio desbordado por los zurdazos y los uppercuts, de modo que fue hostigado por golpes desde todas las trayectorias hasta caer a la lona, levantándose con dificultades pero lleno de valentía antes de que el tercer hombre decidiese, de manera acertada, que ya había padecido suficiente castigo.
Poniendo en perspectiva la figura de Nakatani, éste es un peso mosca de 22 años, con una altura muy elevada para la división (1,70m, 5’ 7”), que posee gran pegada, precisión, habilidad, encaje y recursos tácticos. Dicho de otro modo, sea quien sea su adversario va a sufrir notablemente para lidiar con el boxeo de Nakatani sobre un ring. Asimismo, el japonés parece haber evolucionado de forma muy satisfactoria y en su coronación ha conseguido decantar totalmente un combate que teóricamente estaba considerado casi como un 50-50. Por todo ello, si no es que un día el excesivo corte de peso le lleva a una inesperada merma física, su reinado resulta muy prometedor, pareciendo que a su máximo rendimiento sólo los máximos exponentes de la categoría podrán cuestionar su dominio.