Nonito Donaire

El WBC sigue ahondando en el pozo de los múltiples monarcas por división con el caso Oubaali-Donaire-Rodríguez

Daniel Pi
@BastionBoxeo

El Consejo Mundial de Boxeo parece que está empeñado en hacer todo el daño posible al pugilismo, amontonándose sus decisiones cuestionables durante la última media década. Razonablemente todas sus iniciativas cuestionables están causando un enorme revuelo y grandes polémicas, si bien esto no hace que el presidente del WBC Mauricio Sulaimán se replantee sus decisiones, centradas básicamente en asegurar más ingresos para su organismo.

Uno de los elementos más perjudiciales para el boxeo en el siglo XXI es la lacra de los múltiples campeones por división que la WBA inició, política repulsiva que el WBC cada día está imitando de forma más peligrosa. Y es que, tras el esperpento de la creación del “cinturón franquicia” y del desbarajuste absoluto que ha organizado con sus tres titulares en el peso ligero, ahora el WBC ha dado un paso más con la instauración de un nuevo caos en el peso gallo.

En esta división el monarca mundial era Nordine Oubaali, que tenía pactado enfrentarse el próximo mes a Nonito Donaire antes de que un positivo en coronavirus truncase sus planes y de que fuese sustituido en la pelea ante el filipino por Emmanuel Rodríguez. Tanto siguiendo las normas WBC como recordando cuánta manga ancha ha tenido el organismo con determinados campeones y cómo ha jugado ridículamente con el tiempo para las defensas obligatorias, la solución habría podido ser realmente sencilla: se podrían aplazar los requerimientos de Oubaali durante unos meses y mientras tanto dar un provisional título interino al ganador del Donaire-Rodríguez que le otorgaría el inmediato derecho de pelear por el campeonato absoluto.

Sin embargo, el WBC ha preferido crear una confusión mayor optando por una solución absurda como nombrar “campeón en receso” a Oubaali, que era desposeído de la corona absoluta, por la que ahora pelearán Donaire y Rodríguez. De todos modos, la historia no acaba ahí, porque una nota oficial del WBC explicó que como campeón en receso Oubaali seguía siendo considerado monarca de pleno derecho y que podría realizar una defensa voluntaria de su título a pesar de que Donaire y Rodríguez combatirían por el campeonato mundial real de la categoría. O sea una nueva doble titularidad que supone una nueva mancha y un nuevo descrédito para el WBC.

Como siempre, el WBC y sus palmeros justificarán la decisión con cualquier tipo de salto mortal dialéctico, pero el hecho es simple: como Premier Boxing Champions quería que el Donaire-Rodríguez fuese vendido como un campeonato mundial, el WBC movió ficha para permitirlo, si bien no quiso perder a Oubaali como titular por diversos intereses, así que se creó una nueva doble titularidad que, por encima de todo, dará el doble de ingresos al organismo por poner su sello de aprobación a más peleas “titulares”.

Esperemos que, al menos, existiendo teóricamente la obligación de que el ganador del Donaire-Rodríguez y Oubaali se enfrenten en algún momento, esta doble titularidad termine suprimiéndose de forma natural con un duelo que “unifique” los cetros del organismo. Aun así, este es otro negativo precedente que no permite ser optimista respecto a las decisiones futuras del WBC, que a costa de llenar más sus arcas hace mucho tiempo que ha perdido completamente el rumbo deportivo.