Golovkin derribó cuatro veces a Szeremeta para retener su cinturón mundial del peso medio
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Seminole Hard Rock Hotel and Casino de Hollywood, Estados Unidos. Campeonato mundial IBF del peso medio. Primera defensa del segundo reinado del monarca Golovkin.
Con uno de los más equivocados planteamientos estratégicos de la temporada, el aspirante obligatorio polaco Kamil Szeremeta 21(5KO)-1(1) se expuso absurdamente a la pegada del futuro miembro del Salón de la Fama kazajo Gennadiy “GGG” Golovkin 41(36KO)-1-1, por lo que el retador fue arrojado cuatro veces a la lona hasta que no pudo continuar combatiendo más allá del séptimo round.
La elección sobre el papel parecía simplísima, ya que era evidente que si Szeremeta se movía, se mantenía alejado y trataba de hacer que la pelea se alargase podría aprovechar la ralentización de los desplazamientos de su veterano oponente. Por contra, si intentaba imitar al ucraniano Sergiy Derevyanchenko y buscaba una pelea de alta intensidad en corta (como afirmó que iba a hacer) era obvio que Szeremeta recibiría temibles golpes que le desbordarían. Y es que el polaco no es ni la mitad de fuerte y hábil en corta que un Derevyanchenko que, de todas maneras, se vio llevado al límite ante “GGG”.
Pues bien, Szeremeta decidió mantenerse en el centro del ring desde el inicio y tratar de buscar cruces de golpes con cierto ritmo, algo que, además de no ser su terreno natural, resultaba óptimo para los intereses de Golovkin, que pese a su menor velocidad de desplazamiento no tenía problemas para imponer su poder en una pugna de baja movilidad. Dicho de otro modo, aunque Golovkin esté viendo su rendimiento decrecer y haya dejado atrás sus mejores años, no se le ha olvidado cómo se boxea después de 350 combates amateur y más de 40 profesionales.
Sea como sea, parecía que Golovkin no iba a tardar en causar estragos contra un Szeremeta que se posicionó en distancia media-corta desde el arranque y que muy pronto se mostró un tanto dubitativo en su selección de golpes. Así, a final del round el monarca le alcanzó con un fuerte uppercut (que no hizo que su rival se replegase), con varios ganchos abajo y, finalmente, con un croché zurdo que le tiró por primera vez a la lona.
A pesar de esta advertencia tan clara, Szeremeta volvió al centro del ring en el segundo round, quedándose cerca de su oponente pero sólo tirando el jab, de modo que su valentía sin sentido no tardó en suponerle que un calmado Golovkin le arrojase de nuevo al tapiz por un croché diestro. Quizás lo peor de todo es que cuando Golovkin intentó hostigarle en la reanudación, Szeremeta utilizó su juego de piernas ¡y consiguió no dejarse alcanzar!
Aun así, ya fuese por una tozudez impresionante o por contar en su esquina con un equipo negligente, en el tercer episodio y en el cuarto Szeremeta, a pesar de estar más desgastado, volvió a ocupar el centro del ring, de modo que Golovkin, que cada vez desplegaba mejor sus ofensivas, le llegó con golpes de poder y se anotó el tercer knockdown: en el cuarto round, una sucesión de uppercut zurdo, croché diestro y dos ganchos de izquierda volvieron a derribar al retador.
Con la pelea careciendo ya de cualquier sentido, y con Szeremeta empeñado en seguir con su error hasta el final, un Golovkin que empezó a dar muestras de cansancio y que no presionaba en exceso (de haberlo hecho habría terminado antes la pelea) fue llegando con duros puños, como un uppercut en el sexto episodio, hasta que un doble jab arrojó por cuarta vez a la lona al excampeón de Europa, que se alzó pero que ya no saldría al octavo episodio.
En muchas ocasiones los promotores protestan por el hecho de que sus campeones mundiales tengan que realizar defensas obligatorias contra rivales muy por debajo de sus niveles, pero esta vez parece que este requerimiento IBF servirá muy positivamente a Matchroom Boxing. Y es que con el contundente triunfo la promotora ahora podrá vender que la mejor versión de Golovkin ha vuelto, si bien esto no es cierto.
Ante un rival que le dio todas las facilidades del mundo y que hizo poco más que usar algunos tímidos directos a pesar de estar en distancia de golpeo de su adversario constantemente, un Golovkin bastante estático sólo tuvo que hacer valer su pegada para desbordar vez tras vez al aspirante, que aguantó mucho más de lo que podría haber logrado ante este mismo boxeador años atrás.
En cualquier caso, Golovkin sigue siendo uno de los nombres más conocidos del pugilismo actual y uno con no pocos fans, por lo que con esta victoria sólo habrá hecho que poner en marcha otra vez la maquinaria para que se puedan pactar algunos grandes combates en la división, resultando indudable que, a poco que puedan, Eddie Hearn y DAZN tratarán de resucitar una tercera pelea contra Canelo que cada día que pasa tiene menos interés.