El muy habilidoso Sunny Edwards destronó a Mthalane con excelente boxeo dinámico
Daniel Pi
@BastionBoxeo
York Hall, Londres, Reino Unido. Campeonato mundial IBF del peso mosca. Cuarta puesta en juego del segundo reinado del titular Mthalane.
Por uno u otro motivo, el hecho es que hay muchos aficionados, especialmente británicos, a los que les desagrada en lo personal Sunny “Showtime” Edwards 16(4KO)-0, pareciendo que esto influyó en los pronósticos previos de muchos, que increíblemente le veían sin posibilidades de victoria a pesar de que su destreza es extraordinaria y de que su adversario había mostrado problemas recurrentes ante el boxeo móvil. Sea como sea, y aunque la prensa sudafricana iba más allá hasta afirmar que era imposible que sucediese otra cosa que el triunfo por KO del campeón, el reinado de Moruti “Babyface” Mthalane 39(26KO)-4(2) terminó la pasada noche con una fantástica actuación de Edwards, que se apoyó en su agilidad, técnica y reflejos para ganarse una victoria unánime.
Las puntuaciones de los jueces fueron de 120-108, 115-113 y 118-111, pareciendo la primera y la segunda excesivas, y la tercera la más aproximada a lo sucedido.
Desde el inicio quedó claro que iba a ser una noche larga para Mthalane, que salió a presionar decidido pero que se topó de lleno con la movilidad, las esquivas de todo tipo y los afilados jabs y rectos de Edwards. Ante las dificultades iniciales, Mthalane intentó cortar el ring con más decisión pero, más allá de hooks aislados y poco nítidos, el campeón siguió errando muchas manos ante las acciones elusivas del local, que además le contragolpeaba con buenos crochés de mano adelantada antes de salir por las diagonales.
De hecho, con el paso de los minutos Edwards evidenció más aún su maestría pugilística, gestionando los espacios a la perfección, cambiando su guardia de diestra a zurda con soltura, variando las alturas de golpeo, asestando precisos rectos y hooks diestros al cuerpo y, sobre todo, ofreciendo esquivas dinámicas, estáticas, de cintura, con los hombros, etc. Esto, evidentemente, frustró a un Mthalane acostumbrado al éxito, recurriendo el visitante a repetidas acciones antirreglamentarias, por ejemplo golpeando cuando no tenía permitido hacerlo o usando su antebrazo para empujar el cuello de su rival, acumulando así advertencias, aunque no descuentos de puntos.
De todos modos, ante la agilidad perfecta de su oponente y su superior número de golpes conectados, Mthalane tuvo que esperar hasta la segunda mitad para tener éxitos a base de mera voluntad, insistencia y valentía, avanzando a por todas y tirando rectos y ganchos a la desesperada. Pero aunque tuvo momentos de éxito, especialmente cuando el retador se paró sin temor, Edwards terminó reajustando su formidable desplazamiento para volver a dejar a Mthalane golpeando al aire y alcanzarlo con secos uno-dos, crochés diestros y certeros contragolpes, terminando el británico en el último asalto ofreciendo grandes esquivas con las manos bajas.
Entre los detractores de Edwards se ha extendido la teoría de que Mthalane “se había hecho mayor de golpe”, o sea que a pesar de que durante 12 años y medio no había sufrido derrotas y aunque había encadenado grandes victorias, de repente se había encontrado con el muro de tiempo con el que se frenan todos los boxeadores al final de sus carreras. Con todo, si bien es cierto que hay muchos púgiles veteranos que tras grandes actuaciones ven su rendimiento desmoronarse de forma realmente súbita, casi de la noche a la mañana, esto no parece ni mucho menos lo sucedido en la pugna.
Mthalane tuvo el mismo rendimiento físico que en sus mejores noches, incluso mayor empuje y tenacidad, pero esta vez se encontró con un estilo que era precisamente el que más complicaciones le ha generado habitualmente, siendo además ejecutado por un Edwards que tuvo una actuación extraordinaria. Este último fue sin duda el hecho determinante, puesto que Edwards tuvo un juego de piernas, una defensa y una eficacia tan sumamente altas que habría supuesto una pesadilla para cualquier púgil en la división, algo que se ve acrecentado por el hecho de que el estilo móvil y contragolpeador históricamente es el que más veces ha neutralizado a boxeadores del tipo de Mthalane, llamados sluggers en el mundo anglosajón.
En cualquier caso, Edwards ha irrumpido a lo grande en la categoría batiendo con un sensacional boxeo a un durísimo monarca, por lo que se le puede augurar un futuro prometedor, que le deparará en unos meses un enfrentamiento contra el ganador de la eliminatoria final Jay Harris vs. Ricardo Sandoval que podremos ver en directo por YouTube en un par de semanas como parte de un evento de MTK.