Subriel Matías abrumó al invicto Jukembayev en semieliminatoria y se medirá al ganador del Ritson-Ponce
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Dignity Health Sports Park, Carson, Estados Unidos. Semieliminatoria IBF del peso superligero.
Además de una semieliminatoria y de un interesante duelo entre pegadores, el combate entre el puertorriqueño Subriel Matías 17(17KO)-1 y el kazajo Batyrzhan Jukembayev 18(14KO)-1(1) era sobre todo una prueba para ver cuál era el rendimiento del segundo de ambos en su mayor duelo hasta la fecha, en el que afrontaba un drástico paso adelante midiéndose a un temible top 15. Pues bien, aunque Jukembayev tuvo sus momentos al comienzo, una mala gestión de la distancia le llevó a un choque realmente complicado en el que Matías terminó por desbordarlo con su agresividad y le venció en el octavo asalto.
Con ambos pegadores centrados en pugnar en el centro del ring, la pelea tuvo acción y entretenimiento desde las fases iniciales, logrando el zurdo Jukembayev enlazar su directo de izquierda con su croché diestro para conectar nítidos puños entre la permeable defensa de Matías, que de todos modos aprovechaba la indecisión en el cuerpo a cuerpo de su oponente para conectar poderosos hooks.
En líneas generales parecía que el kazajo contaba con la técnica para poder decantar la contienda si pugnaba con espacios pero, aunque era eficaz y podía trazar plásticas diagonales en la distancia media, en varias ocasiones su manejo del boxeo en corta fue muy pobre, limitándose a empujar a su oponente para tratar de hacerse espacio en lugar de dar un paso atrás y muchas veces quedándose detenido e irresolutivo mientras Matías sacaba sus andanadas de puños.
De ese modo, Jukembayev, que aguantaba peor el castigo que su oponente y que no sabía poner distancia con su oponente, se fue llevando la peor parte hasta que en el cuarto episodio una combinación de gancho diestro y gancho de izquierda le llevó al tapiz. En la reanudación éste fue peligrosamente hostigado, pero resistió y sacó algún certero contragolpe que sacudió un tanto a Matías. Aun así, el puertorriqueño estaba espoleado y en los siguientes asaltos continuó con su intensa ofensiva sobre Jukembayev, que hacía lo que estaba en su mano a la contra pero que ya no tenía la frescura para intentar mantener los espacios como ahora pretendía y que no podía equiparar el trabajo del contundente Matías.
Por lo tanto, siendo el puertorriqueño un duro pegador y un peligrosísimo boxeador cuando puede hostigar, los golpes de poder se fueron acumulando contra Jukembayev de forma preocupante, enrojeciéndose su rostro e inflamándose antes de que, después del octavo asalto, la esquina del kazajo decidiese de forma correcta que no tenía sentido seguir exponiendo la salud del púgil.
Ciertamente, Jukembayev dejó algunos destellos de sus cualidades, pero sus malas decisiones estratégicas y una grave falta de recursos en corta le costaron caro. Y es que aunque con espacios tuvo buen boxeo durante ciertos periodos y podría haber explotado muy favorablemente sus hábiles contragolpes, se dejó arrastrar a una pugna en corta ante un especialista en esta distancia, que pese a sus voluntarios descuidos en defensa le derribó, le mermó y le abrumó con su combatividad. Con ello, Matías sólo hizo que poner de manifiesto por qué es un púgil que gusta a tantos aficionados, ya que no le importa exponerse a los puños rivales con tal de buscar el knockout, dejando siempre asaltos entretenidos.
Puede que la absoluta prioridad de Matías en las tareas ofensivas pueda pasarle factura en el futuro, pero por el momento ha vencido una semieliminatoria ante un muy complicado rival y en principio ahora se debería enfrentar en una eliminatoria final al ganador del Lewis Ritson vs. Jeremías Ponce si no es que la IBF ha cambiado su designación oficial para cumplir con los designios de Matchroom Boxing.