Vasiliy Lomachenko retornó con ímpetu renovado y derribó y castigó hasta el KOT al duro Masayoshi Nakatani
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Virgin Hotels, Las Vegas, Estados Unidos. Peso ligero.
Mirando hacia el futuro, el ucraniano Vasiliy “Hi-Tech” Lomachenko 15(11KO)-2 quiso regresar al cuadrilátero haciendo toda una declaración de intenciones con la que dejar muy claro que ni mucho menos ha dicho su última palabra en la categoría del peso ligero ni ha renunciado a su objetivo de convertirse en monarca indiscutido. Así, la pasada noche, en el combate estelar de un evento de Top Rank, Lomachenko lidió francamente bien con la dura pelea que supone el alto, resistente y combativo japonés Masayoshi Nakatani 19(13KO)-2(1) que, aunque llegaba de su mayor victoria y aunque generó dificultades en su tropiezo a los puntos ante Teófimo López, sufrió la primera derrota antes del límite de su carrera por KOT en el noveno episodio.
Al contrario de lo sucedido en el duelo entre “Hi-Tech” y Teófimo López, esta vez Lomachenko salió bastante activo desde el comienzo, manteniéndose dinámico pero no muy alejado mientras analizaba a su contrincante y le alcanzaba con afilados y centelleantes directos zurdos. Nakatani intentó responder y conectó algún directo o algún gancho al cuerpo pero, más allá de un corte en la frente del ucraniano por choque de cabezas, los elementos positivos para el nipón en el inicio fueron muy pocos, siendo incluso conducido a las cuerdas y atacado en ellas.
Como siempre, Lomachenko fue a más en la pugna, así que en el tercer episodio empezó a trazar sus sensacionales diagonales acompañadas de ganchos y atacó con insistentes rectos zurdos en arremetidas, cayendo a la lona su rival tras una ofensiva pero no recibiendo cuenta. Por las ganas de ambos de vencer, por los intentos constantes de desbordar de “Loma” y por los desesperados intentos de evitarlo de Nakatani (que se agarró y se giró bastantes veces), el combate tuvo repetidos momentos de cierto desorden. Aun así, la eficacia de Lomachenko era muy superior a la de su contrincante, que en el cuarto episodio impactó algunos hooks al cuerpo (algunos también más abajo) pero que siguió perdiéndose en las esquivas y recibiendo secos dos-uno.
Por si la ventaja que estaba logrando fuese poca, en el final del quinto round, al salir de un agarre, Lomachenko conectó un cruzado de izquierda, un gancho diestro y un directo zurdo que tiraron a la lona a Nakatani, quien no padeció daños críticos y que en el sexto round ocupaba el centro del ring pero que cada vez recibía más puños y más contundentes. De hecho en el mismo sexto asalto Lomachenko llevó de espaldas al ensogado con sus puños a Nakatani y guerreó con él en corta, conectando brutales curvos y rectos, con los que llegó a sacudir terriblemente la cabeza de su adversario.
Así, resultaba evidente que el combate se estaba encaminando hacia su conclusión a pesar de que el valiente Nakatani seguía esforzándose tratando de conectar sus manos y de trabajar, puesto que Lomachenko le desbordaba con sus magníficamente certeros zurdazos y su extraordinario despliegue de fintas, esquivas y variación de alturas y trayectorias. Finalmente, con el ucraniano impactando el 57% de sus golpes de poder, cifra altísima, en el noveno episodio un par de rectos de izquierda dañaron a Nakatani, que posteriormente siguió recibiendo directos y series de curvos en corta hasta que sucumbió, cayendo a la lona a la vez que el tercer hombre decretaba la conclusión.
En las divisiones más contendidas y con mayor número de boxeadores de renombre siempre es difícil ver materializarse los combates que el público desea, pareciendo que cualquier conversación sobre pugnas entre miembros de la cumbre tiene siempre algo de utópica. De todos modos, aunque la pelea más factible dentro del entramado de Top Rank, la revancha ante Teófimo López, se mantendrá alejada tras el aplazamiento de la defensa de éste ante Kambosos (se habla de que podría disputarse finalmente el 11 de septiembre), Lomachenko es uno de los grandes nombres del boxeo mundial actual y su prestigio debería terminar por atraer a un adversario de calibre a un enfrentamiento.
En los últimos meses se ha hablado de la posibilidad de un combate ante Devin Haney, pelea que el promotor de Lomachenko, Bob Arum, ha señalado también como una de las preferencias de la compañía, si bien, viendo cómo se han desarrollado los acontecimientos en la división del peso ligero en los últimos años, no quedará otra que mantenerse algo escépticos a la espera de que se pacten los duelos significativos que tanto se ansían. Sea como sea, Lomachenko, que parece tener claro ahora que no puede volver a perder el tiempo en un enfrentamiento, poseerá grandes opciones de triunfo ante cualquier rival de la categoría por su increíble destreza, agilidad e inteligencia de ring.