Mark Anthony Hernández tras su victoria contra pronóstico ante Reséndiz

Premier Boxing Champions anuncia muy flojo respaldo para el PPV Canelo-Plant

Daniel Pi
@BastionBoxeo

En múltiples ocasiones en las pasadas décadas gigantescos enfrentamientos cabezas de carteles en PPV han sido respaldados por sensacionales choques, muchos de ellos campeonatos mundiales o eliminatorias entre aspirantes de élite. Si evitamos quedarnos con los ejemplos más llamativos y tomamos como referencia el precedente más cercano en cuanto a PPV estadounidense, nos encontramos con un cartel del Fury-Wilder III que ya sobre el papel contaba con choques muy interesantes.

No obstante, nada de lo arriba mencionado se aplica a uno de los PPV más esperados del año, el que estará encabezado por la unificación de coronas total del peso supermedio entre Saúl Álvarez y Caleb Plant. Y es que PBC ha confirmado tres choques de los cuales sólo uno (el que iniciará la retransmisión) es realmente interesante, si bien tampoco es un combate que encaje plenamente en la etiqueta de pago por visión.

Como semifondo del Canelo-Plant se subirá al ring un excampeón mundial en las últimas de su carrera como el peso supermedio Anthony Dirrell, que venció con controversia a Avni Yildirim, que perdió por knockout ante David Benavídez y que llega de sacar un empate a duras penas ante Kyrone Davis. Su rival será la piedra de toque Marcos Hernández, púgil que ha sufrido derrotas en la mayoría de sus choques destacados, aunque tiene algunas actuaciones meritorias y llega de dar la sorpresa ante un invicto poco experimentado.

Antes de este encuentro el excampeón mundial supergallo Rey Vargas retornará al ring tras casi dos años y medio de inactividad desde su polémica victoria ante Tomoki Kameda, siendo su oponente un Eduardo Báez llevado al abandono por Jason Moloney y noqueado por el prospecto Carlos Caraballo y que a ojos de muchos ha quedado completamente fuera de las conversaciones en el top 15.

Finalmente, quizás el duelo mejor emparejado del respaldo será el que abrirá la emisión del PPV, en el cual el olímpico mexicano Juan Pablo Romero disputará su mayor test hasta la fecha peleando en el peso superligero contra el dominicano Elvis Rodríguez, que despuntaba como una insigne promesa hasta que sufrió un tropiezo ante Kenneth Sims y perdió su contrato con Top Rank.

Según opinan algunos, que este respaldo carezca de mayúsculas peleas es debido simplemente a que la bolsa que ingresará Canelo es tan sumamente descomunal que impide que se pueda dar forma a un respaldo de nivel, mientras que otros señalan que las ganancias del mexicano están siendo utilizadas como una excusa por PBC para tratar de maximizar su beneficios todo lo posible reduciendo los demás gastos. Sea como sea, desde el anuncio oficial muchos fans estadounidenses han señalado que no están dispuestos a pagar el pago por visión para una cartelera que, quitando el choque estelar, está prácticamente al nivel de las pequeñas veladas de domingo de Premier Boxing Champions.