Al argentino Francisco Emanuel Torres le robaron la victoria ante José Benavídez Jr., terminando el duelo en muy controvertido empate

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Footprint Center, Phoenix, Estados Unidos. Peso medio.

Como tantas otras veces es difícil encontrar una sola persona que piense que el peso superwélter José Benavídez Jr. 27(18KO)-1(1)-1 mereció un empate, ni que decir tiene el triunfo, en su enfrentamiento ante el argentino Francisco Emanuel Torres 17(5KO)-3(1)-1, dando de hecho entre muchos otros el comentarista estadounidense de Showtime Steve Farhood un 97-93 a favor del visitante Torres. Sin embargo, como tantas otras veces, los jueces se mostraron sesgados e injustos para favorecer los intereses del púgil de la promotora dando 96-94 a favor de Benavídez y un doble 95-95 que dio el resultado final de empate mayoritario.

Aprovechando los problemas de movilidad de Benavídez como consecuencia de la herida de bala que padeció en la pierna, Torres comenzó desplazándose y usando sus rectos, logrando de ese modo evidentes éxitos. De todos modos, no todos sus aciertos debían achacarse a las dificultades en el desplazamiento de Benavídez, ya que el argentino sacó manos precisas, contragolpeó con astucia y realizó algunas buenas esquivas, acciones ante las que el exretador mundial mostró permeable defensa y precipitación ofensiva.

Aun así, Torres no siempre sostuvo la necesaria cadencia de golpeo ni estuvo suficientemente dinámico en la primera mitad, deteniéndose de manera innecesaria en muchas ocasiones, por lo que permitió que Benavídez, por mera voluntad y tesón, le impactase jabs y sacase algunas aguerridas andanadas con el visitante de espaldas a las cuerdas. Estas fueron las variaciones que experimentó la pugna en este segmento, que se desarrolló disputado, sucediéndose por ejemplo los aciertos de Benavídez del tercer round por nítidos derechazos de Torres en el cuarto.

En cualquier caso desde el quinto episodio el argentino volvió a estar más activo de manos y de piernas respecto a asaltos precedentes, por lo que pareció marcar la diferencia mejor ante un Benavídez que conforme pasaban los minutos acusaba también la falta de ring de tres años. Puede que en ciertos momentos, como en el séptimo round, Benavídez se esforzase por llegar con su gancho zurdo, pero sus golpes aislados tenían difícil compensar la mayor cadencia de puños de un Torres que además conectó llamativos directos diestros a la contra.

Explotando el erróneo estatismo de Torres en el octavo, Benavídez encontró mejores posiciones de golpeo y se envalentonó un tanto en el noveno episodio, conectando alguna mano dura, pero igualmente el visitante le hizo fallar golpes y le contraatacó con varios rectos, terminando el encuentro en un décimo round en el que la astucia y la destreza del argentino se volvieron a poner de manifiesto para cerrar de manera positiva un encuentro en el que, por mayor o menor margen, fue superior.

Ni que decir tiene que Torres debería estar ahora celebrando un triunfo que se ganó pero que los jueces no le quisieron reconocer, si bien tendrá que conformarse con saber que todo el mundo menos los jueces le vio vencer y que seguramente se le dará en el futuro alguna buena oportunidad igualmente.

En cuanto a Benavídez, éste debe plantearse seriamente muchas cosas. Primeramente debe pensar si con el estado de su pierna es conveniente que siga boxeando, aunque también debe evaluar con objetividad si está poniendo la disciplina necesaria y si está encarando los choques de la forma correcta. Y es que en muchos momentos lanzó sus ataques entrando con las manos bajas y frontal, dando perfectos planos para el golpeo de Torres que nada tenían que ver con el estado de la pierna de Benavídez, sino con malos conceptos defensivos. Sea como sea, con el injusto empate, Benavídez ha esquivado un duro revés en su retorno y sin duda PBC le encontrará algún hueco para rentabilizarlo pese a las graves incógnitas que generó.