Eduardo Ramírez venció por decisión unánime entretenido duelo ante veterano Miguel Marriaga en el arranque del Davis-Cruz
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Staples Center, Los Ángeles, Estados Unidos. Semieliminatoria WBC del peso superpluma.
El mejor momento de la trayectoria en el boxeo de pago del mexicano Eduardo “Zurdito” Ramírez 26(12KO)-2-3 se prolongó una pelea más la pasada noche, ya que, en el arranque de la emisión del evento Gervonta Davis vs. Isaac Cruz, derrotó al colombiano Miguel “El Escorpión” Marriaga 30(26KO)-5(1) con una merecida decisión unánime de los jueces. No obstante, las cartulinas de triple 99-90 pueden llevar a equívoco respecto a cómo se desarrolló el combate.
En la que perfectamente podría ser la última gran oportunidad de su carrera, Marriaga combatió acorde a las circunstancias, tomando el centro del ring, presionando sin dudar y realizando contundentes ofensivas con abiertos curvos contra un Ramírez que en el primer asalto se replegó sin ofrecer suficiente respuesta. En el segundo round Marriaga continuó teniendo éxitos con algún directo diestro y fuertes hooks, pero un curvo de mano diestra del zurdo Ramírez le estremeció, recibiendo peligrosos golpes posteriormente en entretenidos intercambios. Este esquema se repitió si cabe intensificado en el tercer episodio, en el que ambos cruzaron golpes en corta con dureza y cierta igualdad hasta que Marriaga cayó al tapiz por una mezcla de mal posicionamiento de piernas y un curvo de izquierda.
El knockdown no desmoralizó al “Escorpión”, que en el cuarto round siguió batallando con tesón en media-corta e impactado claros golpes de poder y que tomó la iniciativa y presionó en un quinto en el que, eso sí, recibió precisos contragolpes. Viendo que debía hacerse respetar más, en el sexto asalto fue “Zurdito” quien se lanzó al ataque, conectando potentes cruzados y rectos de izquierda que sacudieron a un Marriaga que se esforzaba por contestar con contundencia pero que empezó a dar signos claros de desgaste. Además, en el comienzo del séptimo episodio el exretador mundial tuvo que acudir a una revisión del médico por seguridad, siendo en este round nuevamente estremecido por un croché diestro.
De ese modo, aunque estaba poniendo mucha voluntad y tuvo múltiples acciones meritorias, el veterano Marriaga, con más castigo padecido en su carrera y más cerca del final de su trayectoria profesional, estaba yendo a menos y Ramírez estaba aumentando su ventaja llegados al último tramo, consiguiendo el colombiano mantenerse en la pugna hasta el final e incluso tener momentos exitosos pero no logrando revertir la negativa tendencia que le encaminó a una nueva derrota.
En un principio Marriaga sólo padecía victorias ante campeones mundiales, si bien posteriormente sufrió una clara derrota ante un aspirante mundial a la que ahora se suma otra contra un clasificado con aspiraciones. Por ello, aunque todavía es capaz de ofrecer actuaciones encomiables y puede ser utilizado como una muy útil piedra de toque, su posición general sigue empeorando y deberá estar atento para no terminar padeciendo más daños de los que cualquier bolsa pueda compensar.
Por su parte, Ramírez siguió una línea opuesta a la de Marriaga, llevando a cuatro su racha de triunfos y añadió a su récord quizás su victoria ante un nombre más conocido. No obstante, aunque Ramírez es una garantía de entretenimiento, de tenacidad y de potentes golpes de poder, es justo preguntarse si su evolución desde sus derrotas ante Lee Selby y Claudio Marrero y su nivel actual son suficientes como para apuntar a la élite del peso superpluma. En este sentido se debe mencionar que, aunque fue un combate a diez asaltos, PBC terminó refiriéndose a este duelo como a una eliminatoria WBC, por lo que teóricamente Ramírez debería quedar al alcance de un combate trascendental en 2022 contra un púgil de mayor calibre que Marriaga, pudiendo participar quizás en el torneo eliminatorio propuesto en la Convención del Consejo junto a Robson Conceição, O’Shaquie Foster y Muhammadkhuja Yaqubov.