Dmitriy Bivol evitó el robo de los jueces con extraordinaria actuación sobre Canelo Álvarez
Daniel Pi
@BastionBoxeo
T-Mobile Arena, Las Vegas, Estados Unidos. Campeonato mundial WBA del peso semipesado. Novena defensa del titular Bivol.
Lo más sorprendente del combate no fue que el infravalorado ruso Dmitriy Bivol 20(11KO)-0 fuese superior al mexicano Saúl “Canelo” Álvarez 57(39KO)-2-2, sino que los jueces lo reconociesen, algo que parecía prácticamente imposible sobre todo dadas las circunstancias actuales. De todos modos, hay que decir que Tim Cheatham, Dave Moretti y Steve Weisfeld intentaron robarle el triunfo a Bivol, a quien los tres llevaban perdiendo 4-0 llegados al quinto asalto y que, terminado el noveno, necesitaba ganar los tres últimos episodios para evitar el empate.
Con todo, aunque el triple 115-113 dado por los jueces finalmente fue absurdo y corrupto teniendo en cuenta que el consenso es que Canelo sólo capturó dos o tres asaltos, Bivol logró la victoria gracias a una extraordinaria actuación en la que no sólo impuso su destreza, sino que por momentos anuló, golpeó y frustró al que muchos consideran número 1 libra por libra.
Inicialmente, usando muy bien sus bloqueos y sus pasos atrás, Bivol evitó el peligro de los curvos de ambas manos de Canelo a la vez que llegó con sus jabs y con cortas combinaciones. En ocasiones, Álvarez descargó con potencia sus curvos con Bivol en las cuerdas, pero éste salió del encierro muy rápido y posteriormente sacó sus uno-dos y jabs con buen timing, sorprendiendo a su rival y haciéndole fallar golpes. El ruso cometió el error de dejar los pies fijos en ciertos momentos del primer tramo, permitiendo a Canelo situarse en la distancia media-corta y escoger el instante para sus hooks y uppercuts, pero los rápidos uno-dos, dos-uno y uno-dos-uno de Bivol estaban llegando mucho más claros y frecuentes que las manos de los últimos rivales de Canelo.
Por otro lado, aunque muchos analistas, especialmente estadounidenses, pensaban que Bivol se encogería de miedo ante el primer golpe fuerte recibido o que su resistencia se quebraría en un suspiro, el púgil aguantó bien las embestidas de Canelo con sus bloqueos y ni los más duros uppercuts del mexicano le dañaron. Es más, Bivol estaba consiguiendo incomodar en el ring a Canelo, algo que no le sucedía desde hacía tiempo. Y es que, cuando atacaba Álvarez, éste desperdiciaba energías pegando a los brazos, mientras que los contraataques de Bivol llevaban a las cuerdas al aspirante y le golpeaban con buenas series de rectos o con combinaciones jab-cruzado-recto.
En varias ocasiones, Canelo se quedó quieto en el ensogado, esperando que su rival atacase para contragolpearle, pero el inteligente Bivol no cayó en la trampa, sino que aguardó atento hasta encontrar el momento de poder tocar y salir sin ser alcanzado. Así, no dando resultados decisivos las diferentes soluciones buscadas por Canelo, su posición en las tarjetas imparciales era muy comprometida pasada la mitad. Fue por estar en una situación tan desfavorable por lo que en el octavo asalto Álvarez trató de arremeter con más agresividad, pero sus ataques fueron contenidos y Bivol volvió a encerrar posteriormente a Canelo en las cuerdas con sus series de rectos, estando el mexicano visiblemente frustrado.
En el noveno round Canelo tuvo algo de éxito trabajando en corta con cierta continuidad con sus hooks abajo, pero en el décimo Bivol se sacudió la presión y volvió a encerrar a Canelo, ante el que volvió a realizar su “hostigamiento” de bajo riesgo con sus jabs. Finalmente, sellando su victoria en el tramo final, Bivol incluso se paró en la distancia corta, aguantó los ataques de su contrincante sin inmutarse y arrojó sus formidables series de rectos.
Por su uso de las piernas, por su gestión de la presión recibida, por su precisión e inteligencia en sus selección de ataques y golpes y por su habilidad general, destacando los uno-dos-uno con los que sorprendió repetidamente a Canelo, Bivol demostró que es un boxeador del máximo nivel mundial. Algunos señalan que el ascender de peso fue lo que impidió que Álvarez pudiese ganar, pero Bivol no es más grande que Callum Smith o que Caleb Plant, y si el ruso-kirguiso se impuso lo hizo usando su destreza ante un Canelo que entraba con una importante ventaja en las apuestas pero que se vio técnicamente sobrepasado.
Ahora el plan de Canelo es enfrentarse en una revancha inmediata a Bivol, en la cual es de suponer que los jueces se aplicarán más a fondo para no permitir que el campeón pueda volver a retener su cinturón. Pero Bivol ha derrotado al para muchos número 1 libra por libra del mundo y en ocasiones incluso lo hizo parecer fácil, lo que debería cambiar para siempre las valoraciones que se hacen de él.
Dmitriy Bivol avoided the robbery of the judges with an extraordinary performance against Canelo Álvarez
Daniel Pi
@BastionBoxing
T-Mobile Arena, Las Vegas, USA. WBA world light heavyweight championship. Bivol’s ninth defense.
The most surprising thing about the fight was not that the underrated Russian Dmitriy Bivol 20(11KO)-0 was superior to the Mexican Saúl «Canelo» Álvarez 57(39KO)-2-2, but that the judges recognized it, something that seemed practically impossible given the current circumstances. In any case, it must be said that Tim Cheatham, Dave Moretti and Steve Weisfeld tried to steal the victory from Bivol, who was losing in the official cards 4-0 going into the fifth round and who, at the end of the ninth, needed to win the last three rounds to avoid the draw.
All in all, although the triple 115-113 given by the judges was absurd and corrupt considering that the consensus is that Canelo only captured two or three rounds, Bivol achieved victory thanks to an extraordinary performance in which he not only imposed his prowess, but at times he neutralized, battered and frustrated who many consider to be number 1 pound for pound.
Initially, using very well his blocks and steps back, Bivol eluded the danger of Canelo’s hooks while coming in with his jabs and short combinations. At times, Álvarez unleashed powerful hooks with Bivol on the ropes, but the Russian came out of this position very quickly and later threw his one-twos and jabs with good timing, surprising his rival and making him miss shots. The champion made the mistake of keeping his feet fixed at certain points in the first stretch, allowing Canelo to get into the short-mid distance and land his hooks and uppercuts, but the quick one-two, two-one and one- two-one from Bivol were connecting much clearer and more frequently than the punches of Canelo’s last rivals.
On the other hand, although many analysts, especially some Americans ones, thought that Bivol would cower in fear at the first strong blow received or that his chin would break in a heartbeat, the boxer resisted Canelo’s attacks well with his blocks and not even the hardest uppercuts from the Mexican hurt him. What’s more, Bivol was making Canelo uncomfortable in the ring, something that hadn’t happened to him for a long time. When Álvarez attacked, he wasted energy hitting the arms, while Bivol’s counterattacks took the challenger to the ropes and hit him with good combinations of straight punches.
On several occasions, Canelo stood still in the ropes, waiting for his opponent to attack to counter him, but the intelligent Bivol did not fall into the trap, since he waited attentively until he found the moment to be able to touch with his jab and get out without being hit. Thus, as the different solutions sought by Canelo were not giving decisive results, his position on the impartial scorecards was very compromised after the half point. It was because he was in such an unfavorable situation that in the eighth round Álvarez tried to attack more aggressively, but his offensives were contained and Bivol subsequently cornered Canelo on the ropes with his straight shots, frustrating the Mexican.
In the ninth round Canelo had some success working at close range with some continuity with his hooks down, but in the tenth round Bivol shook off the pressure and cornered Canelo, against whom he again performed his low-risk attacks with his jabs. Finally sealing his victory, in the final stretch Bivol even stood up in the close distance, resisted his opponent’s attacks without flinching and hit him with his formidable combinations.
For his use of his legs, for his management of the pressure, for his precision and intelligence in his selection of attacks and punches and for his general ability, highlighting the one-two-one combinations with which he repeatedly surprised Canelo, Bivol proved that he is a boxer of the highest level. Some point out that moving up in weight was what prevented Álvarez from winning, but Bivol is no bigger than Callum Smith or Caleb Plant, and if the Russian-Kyrgyz prevailed he did so using his skill against a boxer who was technically defeated despite being solid favorite in the betting odds.
Now Canelo’s plan is to face Bivol in an immediate rematch, in which the judges will presumably apply more thoroughly to not allow the champion to retain his belt again. But Bivol has beaten the arguably pound-for-pound No. 1 in the world and at times even made it look easy, which should change his prestige forever.