Padraig McCrory

El pegador irlandés Padraig “The Hammer” McCrory vapuleó en Alemania al invicto Leon Bunn

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

Fabriksporthalle, Frankfurt, Alemania. Peso semipesado.

En estos momentos en los que no queda ya casi nada del antiguo imperio Sauerland (empresa ahora absorbida por Wasserman), lo único que podría hacer la compañía es intentar usar la táctica que siguió con algunos de sus púgiles destacados de las pasadas décadas y proteger a los que todavía tiene con un matchmaking a medida.

Pero parece que los hijos de Wilfred Sauerland ni siquiera eso saben hacer y decidieron situar a Leon Bunn 18(9KO)-1(1), uno de sus únicos invictos prospectos alemanes, ante el irlandés Padraig “The Hammer” McCrory 15(19KO)-0, boxeador que ha mostrado un gran peligro en sus últimos cinco combates (todos vencidos antes del límite) y que vapuleó como visitante a su rival hasta el KOT en el sexto episodio.

A pesar de que ascendía de división para este combate McCrory, no se vio para nada impresionado por el golpeo de su rival. De hecho incluso lo menospreció, permaneciendo demasiado abierto y padeciendo por ello una pequeña hemorragia nasal.

Sin embargo, tan pronto como en el segundo asalto, después de ser separados tras un clinch, McCrory dejó tocado a su contrincante con un gancho zurdo y con otro diestro lo derribó. En la reanudación Bunn hizo lo que pudo para aguantar, y el árbitro le dio tiempo pidiéndole al visitante que no golpease a su rival con la muñeca (como si pudiese sacar algún beneficio de ello y su imprecisión no fuese debida a la precipitación por querer terminar el combate).

En cualquier caso, aunque llegó al descanso, en el tercer asalto Bunn sufrió otro knockdown con un uppercut diestro sucedido por un hook de esta misma mano. De nuevo Bunn, que mostró voluntad y valentía, se puso de pie, pero en la reanudación fue sacudido terriblemente por golpes de poder que perfectamente podrían haber llevado al árbitro a parar la pelea.

Aun así, ésta no concluyó y Bunn siguió, como desde el principio, avanzando sobre su rival lanzando cortos rectos y esforzándose por intentar ganar, aunque su táctica era demasiado simple y le exponía a la peligrosa réplica de “The Hammer”.

Frustrado por la situación, Bunn empujó hacia arriba la cabeza de su rival en los clinches y dio algunos golpes bajos, pero aunque se las apañó para alcanzar la mitad de la pelea (pactada a doce asaltos), esta era la noche del irlandés, que siguió imponiendo su claridad de golpeo hasta que en el sexto asalto terminó el choque: con dos duras derechas rectas arrojó a la lona por tercera vez a Bunn y el equipo del boxeador colgó la toalla de la cuerda superior.

Al margen de que fue una derrota físicamente dura, el tropiezo de Bunn resultará muy desmoralizante, puesto que fue manifiestamente inferior a su contrincante. Además, asumió el riesgo de medirse a este oponente no por un gran premio, ya que en juego sólo estaba el título de un organismo no reconocido.

Por otro lado, McCrory mostró como visitante y ascendiendo de división que es uno de los púgiles irlandeses más interesantes de la actualidad, y que su capacidad para dañar a sus adversarios y su gestión de los golpes de poder podrían permitirle apuntar a éxitos notables y a ofrecer veladas memorables en su país. Aunque quizás sería conveniente que para sus próximos objetivos regresase al peso supermedio si puede dar todavía esa división sin problemas.


Padraig McCrory

Irish puncher Padraig “The Hammer” McCrory battered and defeated unbeaten Leon Bunn in Germany

Daniel Pi
@BastionBoxing

Fabriksporthalle, Frankfurt, Germany. Light heavyweight.

In a time when there is almost nothing left of the old Sauerland empire (promotional outlet now absorbed by Wasserman), the only thing the company could do is trying to use the tactic that it followed with some of its outstanding fighters from the past decades and protect the ones it still have with tailor-made matchmaking.

But it seems that Wilfred Sauerland’s sons don’t even know how to do, so they decided to put Leon Bunn 18(9KO)-1(1), one of their only undefeated German prospects, against Irishman Padraig “The Hammer” McCrory 15(9KO)-0, boxer who has shown great danger in his last five fights (all win by stoppage) and who battered his opponent as a visitor until a TKO in the sixth episode.

Although McCrory moved up a division for this bout, he was completely unimpressed by his opponent’s power. In fact he even looked down on it, often being too open and suffering a little nosebleed.

However, as early as the second round, after being separated from a clinch, McCrory hurt his opponent with a left hook and with a right hook dropped him. After the restart, Bunn did what he could to hold on, and the referee gave him time by asking the visitor not to hit his rival with his wrist (as if he could get some benefit from it and his inaccuracy was not due to his haste for wanting to finish the fight).

In any case, although he reached the break, in the third round Bunn was knocked down again with a right uppercut followed by a right hook. Again Bunn, showing will and courage, got back to his feet, but he was terribly rocked by power shots that could very well have prompted the referee to stop the fight.

Even so, the bout did not end and Bunn, as from the beginning, kept advancing on his opponent throwing short straight punches and working hard trying to win, although his tactics were too simple and exposed him to the dangerous answer by «The Hammer».

Frustrated by the situation, Bunn pushed his opponent’s head up in the clinches and landed some low blows, but although he managed to make it halfway through the fight (scheduled to twelve rounds), this was the Irishman’s night. McCrory continued to impose his striking clearness until the clash ended in the sixth round: with two hard right hands he threw Bunn to the canvas for the third time, and the boxer’s team hanged the towel in the top rope.

Regardless of the fact that it was a physically tough loss, Bunn’s setback will be very demoralizing, since he was manifestly inferior to his opponent. In addition, he assumed the risk of facing this dangerous fighter not for a great prize, since the title at stake was of an unrecognized sanctioning body.

On the other hand, McCrory showed as a visitor, and moving up a weight class, that he is one of the most interesting current Irish fighters and that his ability to hurt his opponents and his management of power shots could allow him to aim for notable successes and offer memorable evenings in his country. Although perhaps it would be convenient for him to return to super middleweight if he can still make weight without problems.