Previa: Terence Crawford disputa este sábado ante David Avanesyan su único combate del año
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Como casi siempre, la pelea que los aficionados deseaban ver es la que no se les ofrecerá, dando la sensación además de que ninguno de los protagonistas en el posible duelo estaba dispuesto a desprenderse de su ego, o que incluso ambos preferían que el combate no se produjese a continuación.
Ciertamente, si se tiene que señalar quién tiene más culpa de que la pugna por el título indiscutido del peso wélter entre Terence Crawford 38(29KO)-0 y Errol Spence Jr. no se haya producido todavía, este sería el primero, que en 2018 renovó su contrato con Top Rank en lugar de pasarse a PBC y que ahora, en medio de las negociaciones con su compatriota, estaba negociando por la espalda con el ruso David Avanesyan 29(17KO)-3(1)-1. Con todo, es verdad también que hubo ciertos famosos “insiders” que deliberadamente mintieron en las informaciones sobre estas negociaciones, dificultándolas aún más, y que el mismo Spence admitió que ni siquiera estaba entrenando en septiembre, cuando las conversaciones estaban en marcha para una tentativa fecha para el combate en noviembre…
Dejando de lado quién tiene la culpa en los tiras y aflojas de Crawford y Spence, que son tan aburridos como los de tantísimas otras grandes peleas que han inundado vanamente los medios en la historia del boxeo, el hecho es que ninguno de los dos quiere dar la sensación de que ha salido perdiendo en las negociaciones. Además, parece que ambos dudan a la hora de encarar un choque que marcará de forma determinante sus legados para bien o para mal. Así, finalmente, Crawford se medirá este sábado a Avanesyan en el CHI Health Center de Omaha, Estados Unidos, encabezando un muy flojo PPV de una nueva iniciativa boxística por parte de BLK Prime que le garantizará al estadounidense una bolsa descomunal (se habla de 10 millones de dólares).
De nuevo, como cuando renovó con Top Rank (que le garantizó 3 millones por pelea aunque combatiese contra «taxistas»), Crawford ha elegido el dinero por encima del legado encarando un choque que para los aficionados estadounidenses es un fácil rodaje. Algo muy parecido a esto seguramente es lo que piensa el equipo de “Bud”, ya que, más allá de que el campeón mundial WBO del peso wélter (y titular en tres divisiones), es considerado un top 5 libra por libra, se enfrenta a un Avanesyan que fue fácilmente vapuleado en seis asaltos por parte de Kavaliauskas, al que el propio Crawford batió por KOT en nueve rounds.
No obstante, Crawford debe andarse con mucho ojo con este combate, dado que, aunque está en posición de poder ganarlo con su talento, clase y habilidades técnicas, es el tipo de enfrentamiento con un riesgo latente que puede estallar si encara la pugna infravalorando al oponente.
Primeramente, Crawford y su equipo no pueden pensar que Avanesyan es el mismo que perdió contra Lamont Peterson en 2017, puesto que el retador es uno de esos boxeadores que han logrado sospechosas drásticas mejoras de rendimiento físicas tras una larga inactividad. Desde una perspectiva estadounidense, los triunfos de “Ava” sobre Lejarraga, Del Río, Kelly y Liam Taylor no significan absolutamente nada, pero aun así deben tener en cuenta que el boxeador ruso-armenio ha experimentado un abrumador aumento de potencia y explosividad que le hace muy peligroso, a diferencia del Avanesyan que sólo venció por decisión a un Shane Mosley cuyo rendimiento se caía a pedazos.
Por otro lado, aunque el resultado final del Crawford-Porter puede ser malinterpretado por muchos (la pelea estuvo muy igualada antes del muy extraño desenlace), Crawford es un púgil con evidentes vulnerabilidades en las peleas cuerpo a cuerpo y que no tiene un gran encaje, algo que compensa con su excelente defensa y control de la distancia. Si a todo ello se suma que Crawford está entrando en la última fase de su carrera, que lleva más de un año inactivo, que ya no cuenta con el decidido apoyo de una mayúscula promotora y que se enfrenta a un boxeador con absolutamente todo que ganar y nada que perder, no parece que esta sea, como muchos piensan, una pugna con riesgo 0%. Menos aún no habiendo sido objeto Avanesyan de tres o cuatro meses de tests antidopaje estrictos antes de la pelea.
La lógica dice que si Crawford no se sobreconfia, ni se ciega hundido por el peso de los billetes, podrá capear el temporal durante el primer tercio de la pugna moviéndose y usando su larguísimo alcance a través de sus directos disuasorios y contragolpes (o incluso recurriendo al clinch) antes de cambiar de marcha hacia la mitad y crear un dominio o expandirlo. En este sentido, podría ser clave que Crawford usase su excelente cruzado de mano adelantada, uno de sus mejores golpes.
Sin embargo, si Crawford se piensa que está simplemente en una celebración ante su público, si se cree que sin esforzarse podrá lograr un triunfo sencillísimo para enviar un mensaje a Spence y si Avanesyan carga al ataque como un perro rabioso llevando la pelea a la distancia más corta (en la que el campeón no podrá usar su 1,88 m de alcance) y lanza golpes de poder como si no hubiese un mañana, o como si sólo tuviese cuatro asaltos de combate para ganar, quizás los ríos de tinta que se han escrito hasta ahora sobre el Crawford-Spence se diluirán y darán paso a un nuevo tema muy diferente.
El evento Crawford-Avanesyan será emitido en Estados Unidos a través de un PPV (40 dólares) de BLK Prime, empezando la cartelera preliminar a las 17:30 ET/14:30 PT, las 23:30 en hora española.
Preview: Terence Crawford faces this Saturday against David Avanesyan his only fight of the year
Daniel Pi
@BastionBoxing
As almost always, the fight that the fans wanted to see is the one that will not be offered to them, seeming that neither of the protagonists in the anticipated potential matchup was willing to put aside their ego for it to materialize… or even that both preferred for the fight not to happen next.
Certainly, if someone wants to point out who is most to blame for the fact that the undisputed welterweight title fight between Terence Crawford 38(29KO)-0 and Errol Spence Jr. hasn’t happened yet, this would be the former, who in 2018 renewed his contract with Top Rank instead of signing with PBC and that now, in the midst of his talks with his compatriot, negotiated behind Spence’s back with Russian David Avanesyan 29(17KO)-3(1)-1. However, it is also true that there were some famous «insiders» who deliberately lied in the information about their negotiations, making them even more difficult, and that Spence himself admitted that he was not even training in September when talks were underway for a tentative date for the fight in November…
Regardless of who is to blame in the Crawford and Spence tug-of-war, which has become as boring as so many other negotiations for great fights that have vainly flooded the media in boxing history, the fact is that neither of them wants to look like he has “lost” in the negotiation table. In addition, it seems that both hesitate in front of a clash that will decisively mark their legacies for better or worse. Thus, on Saturday, Crawford will finally face Avanesyan at the CHI Health Center in Omaha, United States, headlining a very weak PPV card of a new boxing initiative by BLK Prime that will guarantee the American a huge purse (the reports talk about 10 million dollars).
Again, like when he extended his contract with Top Rank (who guaranteed him $3 million per bout even if he fought «cab drivers»), Crawford has chosen money over legacy stepping in the ring for a clash that many American fans consider basically an easy stay-busy bout. Something very similar to this is surely what Bud’s team thinks about the fight, since, beyond the fact that the WBO world welterweight champion (and three division titlist) is considered a top 5 pound for pound boxer, he faces in Avanesyan a boxer who was easily beaten in six rounds by Kavaliauskas, whom Crawford himself defeated by TKO in nine rounds.
However, Crawford needs to be very careful with this bout as, although he is in a position to win it with his talent and technical skills, it is the type of matchup with latent risk that can explode unexpectedly if he goes into the fight underestimating his opponent.
First of all, Crawford and his team cannot think that Avanesyan is the same fighter who lost to Lamont Peterson in 2017, since the challenger is one of those boxers who have suspiciously achieved a drastic physical performance improvement after a long inactivity. From an American perspective, Ava’s wins over Kerman Lejarraga, José del Rio, Josh Kelly and Liam Taylor mean absolutely nothing, but it is still necessary to keep in mind that the Russian-Armenian boxer has experienced an overwhelming increase in power and explosiveness that has made him much more dangerous than when he defeated by decision a very faded Shane Mosley.
On the other hand, although the final result of the Crawford-Porter fight can mislead many (the fight was very close before the very strange finish), Crawford is a fighter with obvious vulnerabilities at close range and who does not have a great chin, something he makes up for with his excellent defense and control of distance. If we add to all this that Crawford is entering the last phase of his career, that he has been inactive for more than a year, that he no longer has the strong support of a big promoter and that he is facing a boxer with absolutely everything to gain and nothing to lose, it does not really seem, as many think, a fight with 0% risk. Even less taking into account that Avanesyan has not had to deal with three or four months of strict anti-doping tests before this fight.
Logic says that if Crawford does not become overconfident, nor loses focus under the weight of so many dollars, he will be able to weather the storm during the first third of the fight by moving and using his extremely long range through dissuasive straight hands and counters (or even resorting to the clinch) before switching gears halfway through and creating (or expanding) a dominance. In this sense, it could be key for Crawford to use his excellent lead hook, one of his best shots.
However, if Crawford thinks that he is simply in a celebration in front of his fans, if he believes that he will be able to achieve without effort an extremely easy win to send a message to Spence and if Avanesyan charges like a mad dog taking the fight to the closest distance (where the champion won’t be able to use his 74” reach) and throws power shots as if there is no tomorrow, or as if he only had four rounds to win, perhaps the rivers of ink that have flowed so far about the Crawford-Spence fight will disappear to give way to a new and very different topic.
The Crawford-Avanesyan event will be broadcast in the United States through a BLK Prime PPV ($40), with the preliminary card starting at 5:30 p.m. ET/2:30 p.m. PT, 22:30 p.m. UK time.